Macarena tiene 17 años. Cuando en el colegio la maestra de educación física llenó su ficha le preguntó por los antecedentes familiares, si algún familiar a temprana edad había fallecido de muerte súbita, respondió que solo conocía la mitad de su mapa genético, la paterna. Lo mismo le ha ocurrido en las consultas médicas. Se parece a sus padres pero tiene características (rubia, ojos claros) que no existen en su rama paterna y su mamá no conoce su verdadera identidad. Ella tiene una parte de su historia que desconoce. "Quiero ayudar a mi papá, no sabe su identidad"; "necesito completar mi historia, no sé quiénes son mis abuelos maternos, sus orígenes"; "también es mi historia la que me niegan". Diariamente la Agrupación Quiénes Somos recibe consultas de jóvenes que quieren ayudar a sus padres a recuperar su verdadera identidad de origen, que no siguieron el marco legal de la adopción, víctimas del tráfico de niños. No pueden entender la indiferencia del Estado, la sectarización de los DD.HH. que les cierra las puertas en la cara a sus padres y a ellos porque esto también les afecta. ¿Cómo es posible que el Secretario de DD.HH. de la Nación Dr. Eduardo Luis Duhalde ocupe semejante cargo cuando no considera a todos los ciudadanos por igual? ¿Por qué el Estado se empecina en minimizar la existencia de ciudadanos con sustracción de identidad? Tres millones de ciudadanos no conocen sus verdaderos orígenes, sus hijos también reclaman. Hay nietos que buscan su historia, por ellos y por sus padres porque creen que la Memoria, la Verdad y la Justicia son mucho más que tres palabras que se invocan.
Graciela Palma (ciudadana sin identidad) DNI 16.496.527
palmagraciela@gmail.com
lunes, 25 de agosto de 2008
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