lunes, 25 de agosto de 2008

PISTOLITA MORENO

MORENO: EL ROSTRO INVISIBLE DE UN GOBIERNO PREPOTENTE

Por Rafael Eduardo Micheletti

Cada vez suena más su nombre y cada vez más los opositores al gobierno nacional piden su renuncia inmediata.

Sin embargo, Moreno sigue haciendo gala de su prepotencia con total impunidad. Sigue insultando y amenazando a todo aquel que se le opone. Sigue usando las mismas palabras groseras, agresivas y vacías contra todo aquel que se anima a mantenerse de pie ante los atropellos, la corrupción sistemática, el clientelismo y la discrecionalidad que tanto caracterizan al actual gobierno.
Cuentan los empresarios que al negociar lleva consigo un arma. A Lousteau lo amenazó de muerte frente a las cámaras. Mucha gente denunció amenazas por parte de Moreno, incluso hasta el punto de llevar la cuestión a la justicia. Pero Moreno sigue en el gobierno.

Se afana mucho de saber sobre economía, y sin embargo lo único que ha hecho en el gobierno, además de insultar y amenazar, es firmar acuerdos de precios tan impracticables e inconvenientes que, no sólo no tuvieron aplicación práctica, sino que incluso ni siquiera han sido exigidos y controlados por el gobierno que él mismo tanto defiende. Pero sigue en el gobierno.

Dentro de todos los ámbitos de la política, el empresariado y el periodismo se lo reconoce como un incondicional de Kirchner, un peón, una marioneta que no sirve más que para adularlo, obedecerlo ciegamente y alimentarse de su poder. Pero a pesar de lo mala imagen que tiene y la facilidad con que el kirchnerismo podría colocar a otro incondicional en su lugar, Moreno sigue en el gobierno.

Tanto fracasó en su intento por frenar la inflación, que tuvo que intervenir el Indec para manipular sus mediciones y mentirle a la población argentina. Y lo hizo de la manera más despiadada e insensible, dejando gente proba en la calle, colocando patotas en el edificio del mencionado instituto para amedrentar a aquellos que se quedaron trabajando en medio su infierno y colocando a dedo a gente incapaz en los puestos esenciales pero que respondan a sus órdenes irracionales e ilegítimas, como por ejemplo dibujar las cifras.

Esta es la historia lamentable de un funcionario que fue colocado silenciosamente en un puesto clave para depositar en el sistema económico la cuota de prepotencia necesaria para perpetuar el capitalismo salvaje, corrupto y prebendario que agoniza en nuestro país desde hace ya más un siglo.

Esta es, en resumen, la historia de un funcionario invisible y prepotente que, al volverse cada vez más prepotente, se vuelve al mismo tiempo cada vez menos invisible, y que a pesar de ello sigue siendo defendido irracional e inexplicablemente por el gobierno nacional.

Esta es la triste historia de la expresión y personificación más cabal del espíritu del actual gobierno; un espíritu grosero, desconsiderado, ambicioso, pero fundamental y principalmente, como pocas veces se había visto en la Argentina, prepotente…

He aquí el dilema de los argentinos: o bien seguimos durmiendo sobre la ilusión de que vamos a poder dejar que las cosas cambien por sí solas, o nos aseguramos de aportar y participar todo lo que sea necesario para que las cosas cambien desde su raíz, para que la pobreza sea combatida real y definitivamente y para que ya no tengamos que soportar la humillación de la mentira y la descalificación, como ocurre diariamente en el caso de Moreno.

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