martes, 6 de enero de 2009

PURO CHAMUYO KK

SIGUE HABLANDO, PERO SIN SATISFACER EL DESEO DEL PUEBLO A SABER

Todos los ciudadanos de nuestro país tienen derecho de saber las políticas del gobierno, la utilización de los fondos públicos y cualquier otra información que les interese sobre los proyectos y la marcha de la gestión presidencial.
Este derecho de acceso a la información pública, es reconocido internacionalmente como un derecho humano y, en la Argentina, tiene jerarquía constitucional.
No obstante no está bien difundido, poco conocido por los ciudadanos y mucho menos ejercido. Muy pocos lo hacen valer. Lo utilizan mayoritariamente los políticos, las ONG y algunos periódicos.
Sabemos que la comunicación es en cualquier organización una herramienta fundamental para la conducción y el liderazgo. Más aun en la conducción de un país democrático. La comunicación a la cual me refiero es la de doble sentido que permite mediante la retroalimentación, alimentar un proceso que hace a la efectividad y la transparencia de la gestión de gobierno por un lado y a este conocer las inquietudes, necesidades y anhelos de los gobernados.
El derecho a la información pública es un medio o instrumento para poder ejercer otros derechos. Su objetivo ulterior es entre otros, el tener acceso a la participación política, al seguimiento de la gestión gubernamental y a la vida en un estado de derecho democrático
De esta relación bidireccional surge el diálogo, el intercambio de opiniones y posturas y mediante estos instrumentos, se logra la relación y la participación para arribar a decisiones gubernamentales consensuadas.
Es harto evidente que los Kirchner no comulgan en absoluto con lo que expresé sucintamente en los primeros párrafos. Por cierto a los Kirchner no les interesa para nada, que el pueblo tenga acceso a la información pública.
Hace solo unos días, por primera vez, ...¡por primera vez!,- en el término de más de cinco años en el gobierno de la pareja reinante, la presidente Kirchner visitó de improviso la sala de periodistas de la Casa de Gobierno, separada por solo unas decenas de metros, del despacho presidencial.
El objetivo de esta inesperada visita fue simplemente para saludar a los periodistas acreditados con motivo de fin de año.
Este “gesto presidencial” nos lleva a recordar la primera y única conferencia de prensa que realizaron los Kirchner a lo largo de estos cinco años. La ofreció la presidente en la Quinta de Olivos.(ref.1)
El resultado fue decepcionante. Casi lo calificaría de desastroso. Un grosero bochorno para la pareja real. Tanto es así que nunca más hubo una conferencia de prensa.
En esa ocasión no hubo un fluido acceso a la información, simplemente porque se acotaron las preguntas, no estaban permitidas las repreguntas y las contestaciones de la presidente no satisficieron porque no permitieron despejar las dudas existentes.
Los Kirchner están acostumbrados a los soliloquios ante un público adicto, complaciente y previamente seleccionado. Ante claques que complementan la “mise en scène” de sus anuncios e informaciones. Verdaderas burdas representaciones circenses, casi infantiles.
¿Pero porque los Kirchner proceden de esa manera, cercenando un aspecto elemental de los sistemas democráticos: el derecho a la información?.
Encuentro una sola respuesta: ninguno de la pareja reinante es capaz de responder preguntas elementales que se le podrían formular. No tienen respuesta racional para los cientos de problemas que aquejan y sufren los argentinos. No tiene respuesta ni para los problemas más elementales.
Como todo la actividad y las decisiones del gobierno se hacen sobre la marcha, mirando más al día que transcurrió y no al día que viene, sin planeamiento ni previsiones de ningún tipo, es obvio, cae de maduro, que eviten las requisitorias periodísticas. El hacerlo significaría poner más en evidencia, la imprevisión, el caos imperante y las enormes debilidades y vulnerabilidades de este gobierno.
En sintesis, no tienen respuesta a las inquietudes de los argentinos. Tampoco pueden explicar porque hacen lo que hacen.
En los 10 ó 15 minutos que duró la visita a la sala de periodistas intentó nuevamente en dar cátedra de cómo debería ser el periodismo. Por su supuesto no dio lugar a que se le efectuasen preguntas sobre las próximas decisiones y actividades gubernamentales.
Contestando a uno de los reclamos de los periodistas presentes sobre la imposibilidad de tener contacto con la Presidente respondió con un verdadero disparate, una verdadera estupidez. Dijo “...que su palabra se escucha a través de sus discursos...”. ¿¿??
En otro de los dislates que expresó dijo: “....hagan lo mismo con la oposición. Yo creo que hay un doble estándar. A mí me gustaría no que me traten peor o mejor que la oposición. Quiero un trato igualitario”.
Mi reflexión sobre este verdadero exabrupto conceptual de la presidente: ¿Que tengo que preguntarle a la oposición sobre los proyectos y la marcha del gobierno”, “ ¿Que tengo que preguntarle a la oposición sobre el manejo de los fondos públicos, de nuestro dinero?”, y así cientos de inquietudes más.
Lo que el ciudadano quiere es repuesta del gobierno quien es el que maneja la cosa pública y no de la oposición. No le quepa duda a la presidente, que cuando tenga necesidad de preguntar algo a la oposición lo haré seguramente sin mayores dificultades.
En definitiva como síntesis y a modo de conclusión: otra evidencia de la confusión mental de la presidente y el elevado grado de autismo y soberbia de esta mujer que está encaminando a nuestro maltratado país a un futuro cada vez más incierto.

06-01-09 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL alfredo@weinstabl.com.ar

NOTAS:

(1) “Primera Conferencia De Prensa De La Era Imperial” – A. Weinstabl – Política y Desarrollo - 04-08-08

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