sábado, 24 de abril de 2010

AROMAS DE GUERRA



Aromas de Guerra
Por Julio Martino

La última embestida de Chávez tomó como blanco a decenas de desdichados ciudadanos colombianos, para usarlos en un circo mediático que justifique la carrera armamentista venezolana. Siempre el que se arma hasta los dientes necesita de un pretexto. Y Chávez encontró ese pretexto en su vecino. El allanamiento de una finca rural, en donde se encontraron cinco escopetas viejas, dio las pruebas, de cómo 20 peones y su patrón colombianos, son una célula terrorista, introducida por el vecino con el fin de desestabilizar Venezuela. Unas fotos mal sacadas, donde para desgracia de sus dueños, aparecen unos raidos cables de alta tensión, son la prueba del espionaje que realiza Colombia sobre las infraestructuras de Venezuela. Ninguna voz de protesta se ha alzado, fuera de las autoridades colombianas, ante el fraguado montaje. Esta falta de reacción tiene un tanto de complicidad (de los gobiernos marxistas) y un mucho de cobardía política (de los inefables gobiernos liberales). Desde ANNHA, contando con informaciones al alcance de todo el mundo, no podemos menos que denunciar la dramática situación en que se han visto colocados decenas de ciudadanos comunes e inocentes. Su puesta a disposición de la Justicia Militar, con pruebas tan endebles e influenciadas por el Presidente Chávez, son una vergüenza y un atropello contra los derechos de estas personas.

Chávez ha buscado sistemáticamente una reacción colombiana, que no ha logrado se produzca. Colombia aguanta y denuncia, pero no responde a las provocaciones. Pero se está generando un ambiente cargado y peligroso, que puede estallar en cualquier momento. Si las provocaciones de Chávez son una engañifa para consumo interno o si deliberadamente busca la guerra, carece en realidad de importancia a esta altura. Lo cierto es que la escenografía de un conflicto ya está montada.

Rusia, fiel a sus intereses de penetración en Hispanoamérica, está usando las facilidades de Chávez, y a su vez lo convierte en el país más armado del subcontinente. Por valor de 5 mil millones de dólares son las compras, pactadas hace unos pocos días, en moderno armamento. No olvidemos que ya ha comprado Venezuela a su amigo ruso aviones de última generación, tanques, misiles, submarinos y hasta una fabrica completa de fusiles AKA. Mientras esto hace, denuncia hipócritamente el armamentismo colombiano.



Paralelamente al armamentismo, muestran su criminal villanía política, al armar a pobres labriegos y gentes humildes, convirtiéndolas en las pomposas “Milicias Campesinas”. Señoras mayores, abuelos, personas sin adecuada condición física, convertidas en “milicianos”, por ahora en un payasesco circo mediático. Pero en el futuro, estos inmorales que han tomado por asalto a Venezuela, no dudarán en convertirlos en carne de cañón de primera línea. Las fotos que reproducimos más adelante de diversas agencias son ilustrativas por demás de nuestra afirmación.



Por su parte Estados Unidos, también atento a mantener su presencia en la región, logro introducir bases militares en Colombia con la excusa de luchar exclusivamente contra el narcotráfico, como si los helicópteros no funcionaran contra otro tipo de rival. La presencia estadounidense se vuelve una sombría posibilidad de escalada militar en cualquier conflicto que se produzca. Cosa con lo que seguramente Chávez cuenta en su estupidez, que nos vuelve a colocar a los hispanoamericanos en un hipotético campo de batalla con el cual no tenemos nada que ver.



Desde ANNHA denunciamos a los cipayos que quieren arrastrar a nuestros pueblos a guerras inútiles, en contra de nuestro interés y funcionales a los poderes plutocráticos internacionales.

Para que no liquiden nuestra identidad, para preservar la Hispanidad, la Fe de nuestros mayores, nuestras tradiciones y nuestra historia, no permitamos que nuestras tierras se ensangrienten con guerras entre hermanos. Denunciemos a los cipayos de turno. Nuestros pueblos deben solucionar sus diferencias de manera fraterna. Jamás por las armas. Nuestro destino es el mismo, un destino Nacional y Universal en paz y prosperidad. Detengamos las provocaciones chavistas. Denunciemos la injusta detención de decenas de ciudadanos colombianos en Venezuela. Exijamos que no vengan potencias extranjeras a armarnos para luchar entre nosotros.

Que se retiren las bases extranjeras. Que los hombres probos eleven su voz contra la insania criminal que se prepara.

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