CONCIBIENDO LA VIOLENCIA

CONCIBIENDO LA VIOLENCIA

Por Jorge Omar Alonso

“Las mejores perspectivas económicas que asomaban y aún están presentes para 2010 lucen cada vez más amenazadas por un clima político de creciente tensión interna, hasta el fantasma de la violencia política comienza a golpear ahora en las ya debilitadas expectativas”. De esta manera encabezó su informe en Bankmagazine el periodista en temas económicos Guillermo Kohan.

“Según opinan la mayoría de los analistas políticos” escribe Kohan, “Néstor Kirchner no está dispuesto a negociar el poder, y volverá a tensar al máximo la pelea. Ante la amenaza opositora de anular los decretos residenciales, remover a Marcó del Pont, y coparticipar 100% del impuesto al cheque, Olivos avisó que seguiría adelante sin cambiar su plan de Gobierno y de Poder. Convocó a la movilización callejera e ideologizó cada vez más el mensaje”.

“Amparados los Kirchner en que defienden a los pobres, luchan contra un supuesto golpe de derecha, y sólo los juzga “la historia”, no parecen dispuestos a frenar, desafiando a todo o nada a la oposición”.

“Sólo se detendrían si les inician y logran removerlos con juicio político, un proceso que sólo sumará más tensión y posible violencia en la lucha por el poder. Se han sobrepasado todos los límites de conductas, ética y códigos de la política”, agrega más adelante.

En lo que constituye un nefasto vaticinio de a lo que podemos llegar, Kohan predice:
“Si en los próximos dos años esta realidad de hoy tan angustiante termina espiralizando efectivamente la violencia política, se supera la oratoria desafiante y se pasa a la práctica de las agresiones físicas y hasta el crimen como en los ’70, es obvio que Argentina vivirá un proceso de creciente desconfianza económica, con aceleración en la fuga de capitales, caída en el valor de sus activos, más inflación, estancamiento económico e imprevisible derivación política”

La violencia ya ha comenzado sin ninguna duda.

Claro que todavía no se ha expresado a través de las armas.

Pero mucho no ha de faltar de proseguirse con esta escalada, que se iniciara a través de las continuas diatribas desde lo más alto del poder gubernamental contra el periodismo, contra el Vicepresidente de la Nación y últimamente, y con más virulencia contra los miembros de la Suprema Corte de Justicia.

Toda esta serie virulenta de acciones que por ahora se muestra a través de concentraciones y discursos encendidos que promueven los Kirchner, seguramente ha de tener como corolario otros episodios sangrientos como en los fatídicos años 70 y también en el 2001.

La sangre ha de correr nuevamente por las calles en una formidable demostración de que no hemos aprendido nada de nuestras catástrofes históricas del pasado.

En este tan machacado Bicentenario de la Revolución de Mayo el régimen de los Kirchner han mandado a su cohorte de violentos al ataque.

Y la chusma facciosa constituida por lo peor de una coalición conformada para la barbarie cívica, ya se ha hecho presente en la marcha frente a los Tribunales.

Estos personeros del odio cerril son los ya conocidos personajes nefastos, que han medrado al socaire del poder del régimen.

Es incitación clara a la violencia y no simple retórica, lo que se ha escuchado en aquella delirante marcha bien llamada oficialista por el matutino Clarín.

Ante las primeras muertes, ¿qué van a salir a decir estos provocadores?

¿Clamarán plañideramente como acostumbran a hacerlo por los “derechos humanos” conculcados?

Nada bueno y mucho de violencia nos depara el futuro construido por los Kirchner.

Están dispuestos a incendiar a la República antes que resignar el poder que los sostiene, si antes no se los obliga a rectificar el rumbo. Y como esto no ha de encontrar eco en ellos, la violencia que ya se prepara se derramará en las calles puntualmente.-

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo de Jorge Omar Alonso por gentileza de su autor.