sábado, 3 de abril de 2010

EL OCASO....


EL OCASO DEL CONTROLADOR

Por Susana Merlo (*)

Hasta la alfombra más grande tiene un límite para barrer debajo de ella. Y lo que sucede con la carne, entre otros varios productos, es justamente eso: ya no hay posibilidad de patear para adelante; ya no se puede tensar más la cuerda; ya las amenazas, o las prebendas, no dan más resultados. Simplemente no hay.

Falta carne, falta energía, falta combustible….Falta.

Y en este escenario de escasez estructural, aunque sobreanunciado, una de las primeras víctimas, junto con el país y los consumidores, parece ser “el señor de los precios”, el funcionario que al aparecer representaba la esencia misma de la política oficial. Aquel cuya sola presencia metía miedo y desagrado. El que a golpes de patoterismo, presiones y hasta mala educación, logró atrasar las consecuencias de una realidad que, si bien era inocultable, muchos preferían no ver.

Ahora algunos ya se le animan. Lo desafían, lo increpan. Lo culpan, incluso, de su inseguridad laboral.

Sin embargo, sería tan arriesgado vaticinar que su final ya llegó, como creer que es la causa de todos los males cuando, en realidad, apenas se trata de un soldado férreo que, aunque grosero y chicanero, es solamente una pieza que el verdadero poder mueve a su gusto y que no va a dudar en sacrificar ni bien ya no le preste mayor utilidad. Y ese momento parece acercarse.

Las cosas son así. Esas son las reglas de juego.

Pero también sería un error confundir “las reglas” con el “juego” en si mismo. Dicho de otra forma, el cartero no es el culpable por las noticias que contiene la carta, y los problemas no se corrigen, ni se cambia la realidad matando al que porta la misiva. Hay que llegar más arriba, al que la escribió, el que la inspiró…

Pero aún así, tampoco se alcanzan con eso a las soluciones. Ahora la realidad le puso a la política oficial un corset difícil, cuando no imposible, de evitar. El déficit salta por todos lados, y se precisarán años para lograr las soluciones concretas, de fondo, que el país necesita.

Entre 3 y 5 con la carne vacuna. Tal vez más de 5 para la energía (electricidad, combustible, etc.), sólo por citar un par de ejemplos.

Y una sociedad a la que convencieron, y quiso convencerse, de que estaba todo bien, que la culpa la tenían otros, ¿va a aceptar ahora una realidad que le muestra exactamente lo contrario?.

Para disminuir a 2 años el lapso de recomposición ganadera y crecer genuinamente harían falta cerca de U$S 3.500 millones para recuperar, aunque sea, 5 millones de vientres de los 9 millones de cabezas vacunas que la Argentina perdió desde el 2006. ¿Y de donde van a salir?. ¿Quien los va a poner?

Era muy agradable, sin duda, cuando se comían kilos y kilos de carne barata a mansalva sin saber, siquiera, que en realidad se estaba liquidando la fábrica de terneros. Pero ahora hay que pagar esos excesos, aunque la ciudadanía no sea la responsable directa de la situación.
Pasó lo mismo con los tambos, con el trigo.

Y lo peor es que la realidad hoy muestra que el país está condenado a no crecer, independientemente de que alguna lluvia oportuna derrame unos cuantos miles de toneladas extra en las cosechas. Y esto es así por el déficit de energía, motor indispensable –e insustituíble- de cualquier programa de crecimiento. Sin electricidad, gas y combustible es imposible pensar en la posibilidad de producir más. Y para muestra, hoy el gasoil ya se paga más de $ 4 por litro en algunas zonas.

De tal forma, muchos se podrán enojar con el portador de las noticias, con la cara visible de las políticas que nos llevaron a este punto. Se le podrá cuestionar “la obediencia debida”, pero sin duda, su permanencia o no en el cargo, no va a cambiar las cuestiones de fondo mientras en el seno del propio Gobierno no se de un sinceramiento de la situación, y no se reconozcan, aunque sea internamente, los errores cometidos.

Con, o sin, el “señor de los precios”…

Crónica y Análisis publica el presente artículo la Ingeniera Agrónoma Susana Merlo por gentileza de su autora y Campo 2.0.

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