viernes, 2 de abril de 2010
FARSANTES
La Nueva Provincia - 02-Abr-10 - Opinión
http://www.lanueva.com/edicion_impresa/nota/2/04/2010/a42132.html
EDITORIAL
Farsantes
Gracias a la farsa conceptual que nuestra jurisprudencia ampara y nuestros jueces al callar fomentan en materia de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, por mucho que llegue a esclarecerse el homicidio del capitán del Ejército Miguel Angel Paiva en 1974 a manos de terroristas, sus asesinos no podrán ni siquiera ser molestados.
Porque según los cánones de la referida farsa, un crimen es de lesa humanidad y, en consecuencia, imprescriptible, sólo cuando se lo comete desde el Estado, aunque toda la jurisprudencia internacional actual desmienta ese principio y avale su contrario; esto es, que la comisión de un delito, y no la pertenencia de su comitente a un determinado grupo social o legal, es lo que le torna pasible de castigo.
A la hija del capitán Paiva podrá caberle, pues, la íntima satisfacción de reabrir la causa de los asesinos de su padre. Ni por asomo, en cambio, la esperanza de que algún juez de su propia patria, redimiendo en parte la vergonzosa cobardía de todo su gremio, tome públicamente la palabra y diga que los terroristas de la década del setenta deben ser juzgados y condenados.
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