CACA DE PALOMA

SENTIDO DE OPORTUNIDAD.



¡Trae buena suerte!, le dijo, luego que una paloma le cagara sobre la cabeza. La mujer lo miró, y ensayando una extraña mueca, comenzó a tratar de quitar de sus cabellos, parte de esa inmundicia que en mucho se asemejaba a un “omelette babé”. Ergo; el tipo seguramente estuvo bien inspirado, pero sin duda alguna, no le acompañó el sentido de oportunidad. Otro Ergo, se convirtió en un soberbio pelotudo al que la mujer, seguramente por decoro, no mandó a la putísima madre que lo parió.

¿Con esto que pretendo decirle?. Simplemente que a veces, el mismo gesto o la misma palabra, provocan reacciones encontradas. Es el sentido de oportunidad lo que por sobre todo se debe tener presente. Fíjese; - ¡Trae buena suerte!, le dijo, luego que tropezara, y cayera al piso sin lastimarse pero ofreciendo una patética muestra del ridículo no obstante el haberse incorporado rápidamente, sumamente ruborizada. En éste caso, el tipo le habrá hecho sentir bastante más aliviada, y hasta pudo haberle arrancado una sonrisa; esa que necesitaba para desembarazarse de semejante trance.

Ésta falta del sentido de oportunidad, es sin duda alguna, alguno de los atributos que caracterizan al todavía Ministro Jefe de Gabinete, así la diferencia sustancial, radique en que no se trate justamente de un tipo bien inspirado. Pero no es el único dentro del universo de los tres poderes que supuestamente nos convierten en una República. La señora, sin ir más lejos, es capaz de ofrecer una tertulia que le tiene como única oradora y protagonista principal, cuando en ese preciso momento, un grupo importante de trabajadores indignados, están haciendo “pelota” la Estación Constitución. O que un Juez Federal de la Nación, se ponga a lloriquear como marica…buá…cuando algún Tribunal de Alzada le aplica “un tirón de orejas”. O cuando un Diputado de la Nación, escaso de argumentos, acomete contra la persona del esposo de una Diputada, recibiendo como respuesta la más simpática de las trompadas que me haya tocado presenciar.

Pero la gran oportunidad, que anhelo no carezca de sentido, no está tan lejos para que hagan ejercicio de ella, todos los argentinos empadronados y en capacidad de sufragar. LA GRAN DIFERENCIA, CONSISTE EN QUE SEGURAMENTE SEA ÉSA, LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD QUE TENGAMOS DE RESCATAR A NUESTRA ARGENTINA, DEL DESGUACE Y LA IGNOMINIA.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com