GARRÉ EN EL LIMBO

GARRÉ SIN RESPUESTAS

Fracaso terminal de la política de seguridad

Por Guillermo Cherashny

La secuencia de robos importantes que va desde el asalto boquetero a la sucursal del Banco Provincia en el barrio de Belgrano al golpe comando del martes pasado al Banco de Galicia, en donde robaron más de 3 millones de pesos sin que se detuviera a ninguno de los delincuentes, demuestra el fracaso terminal de la política de inseguridad del kirchnerato. La particularidad, muy poco común, es que en el último golpe de Diagonal Norte se utilizó una operación de inteligencia militar como son las “de velo y engaño”. Es decir, simular un ataque por un lado y efectuarlo en otro cercano. Así fue cómo la explosión de un auto robado a una cuadra del banco distrajo la atención para que en 12 minutos los delincuentes con ganzúas robaran el banco sin disparar un solo tiro, entrando cuando el tesoro estaba abierto y los empleados haciendo el arqueo, lo que desorientó totalmente a la policía. Ésta se encuentra “parada”, como bien dice, “por ahora”, el comisario general Enrique Capdevila, que ya presentó tu renuncia, por el veto que Horacio Verbitsky hace a todas sus designaciones.

Sin salida

De seguir así las cosas, ocurrirá lo mismo que ya tuvo lugar en la Bonaerense gracias a las purgas de León Arslanián: escasearan oficiales y se empezarán a designar en cargos importantes oficiales que no cuentan con la preparación necesaria.

Al mismo tiempo, los asaltos con asesinatos se multiplican todos los días, lo que motivó declaraciones críticas de los principales jugadores de fútbol, como Diego Maradona, Juan Román Riquelme y Guillermo Barros Schelloto. Riquelme admitió que ya no les firma autógrafos -cuando va a los entrenamientos matutinos- a pibes de 12 años, porque están drogados y armados. Pero el hecho más trascendente que conmovió a la opinión pública fue el asesinato, por un adolescente de 15 años, de Fabián Esquivel, al que mataron frente a su hijo de 11 años. El juez de garantías interviniente, Fernando Cacivio, desechó el pedido del fiscal de encerrarlo en un instituto de menores en custodia y lo declaró en cambio inimputable, enviándolo a una granja donde van voluntarios a curarse de su adicción a las drogas. El sistema judicial diseñado por el supremo Raúl Zaffaroni, Arslanián y Verbitsky asegura así que todos los delincuentes permanezcan en libertad hasta que se los juzgue en un tribunal oral. Éste es el esquema que justamente no da más y la desazón de las policías y de la gente es total, ya nadie cree en ninguna promesa de cualquier político.

Los proyectos de régimen penal juvenil de Elisa Carrió y ahora del ministro de justicia Julio Alak son cambios para que nada cambie y para que los pibes chorros maten y salgan, maten y salgan. Es decir que, salvo que caigan en un enfrentamiento, seguirán su carrera delincuencial. El diseño penal de 28 años de democracia recuperada está en una situación terminal. Sólo una reforma integral de los códigos penales y procesales y de toda la justicia penal, más el cese de la enseñanza garantista en las universidades nacionales, podría dar algún atisbo de solución.