sábado, 12 de febrero de 2011
IRA
"DÍAS DE IRA"
Por Jorge Omar Alonso
Hay una constante del gobierno por dividir, combatir a la dirigencia que le es contraria.
Lo de Venegas es una prueba palpable.
Pero además se trató de una operación burda.
Todo se había preparado para la foto, demotro modo no se explica ese despliegue de medios esperando la foto del dirigente saliendo esposado.
A nada de esto es ajeno el juez, un tipo dudoso y complaciente a las políticas de turno.
Es innegable su proceder en sintonía con los deseos del gobierno de turno.
Proceder incomprensible cuanto menos, si tomamos en cuenta que personajes seriamente comprometidos como Capaccioli y Jaime estén alegremente libres, con el segundo disfrutando de vacaciones.
No obstante parece que en el gobierno han llegado a preocupar las derivaciones de esta detención.
Han tomado debida cuenta que se venía el gran lio encima.
Es muy posible que haya habido telefonazo al juzgado para apurar la indagatoria y de este modo desactivar conflictos, que por otra parte fueron adelantados veladamente por Luis Barrionuevo en declaraciones a los medios.
Entonces tenemos una justicia a medida, con un Poder Judicial que da vergüenza y un juez como Oyarbide, que en un país que no sea Argentina no podría estar a cargo de una magistratura.
En cuanto al periodo eleccionario que se avecina, ese es otro tema espinoso ya que se plantean algunas incertidumbres
El Peronismo ante la actitud de la Presidenta de recostarse en la izquierda y el progresismo, tendrá que afilar sus espadas para las próximas elecciones, llevando a cabo internas para elegir quien gane y enfrentar definitivamente al kirchnerismo, encarnado hoy en la viuda.
En el medio está el vapuleado Scioli a quien ahora el régimen le está jugando en contra como siempre, cual muñeco de parque de diversiones para pelotear.
No otra cosa es la alternativa del apoyo al impresentable Sabatella.
Por otra parte en Argentina estamos en el comienzo de sucesos calientes.
Comienza una época de ebullición política, por demás lógica en todo tiempo de elecciones, pero que la presencia de ciertos elementos en el universo político argentino le dan su propia impronta.
El kirchnerismo ha hecho de la confrontación y el hostigamiento su modo de ser y operar políticamente.
Sus métodos de acoso y provocaciones a todo lo que consideró enemigo, fueron la memorable creación del difunto déspota.
Esa herencia recogida y seguida por sus deudos políticos ha de exacerbarse en los tiempos que se avecinan.
Se vienen días de ira.-
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