miércoles, 28 de noviembre de 2007

LA BRECHA

Brecha entre los más ricos y los más pobres






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Se ha escuchado repetidamente comentarios sobre las desigualdades en los ingresos, sobretodo durante la campaña que precedió a las elecciones.. .

Sin lugar a dudas Argentina ha sido un país caracterizado por albergar una pujante clase media, hoy casi desaparecida, gracias a los desaciertos de sus gobernantes que insisten en la práctica de políticas mil veces fracasadas.

Insistir en el error y culpar a causas externas parecen ser tácticas políticas que aún surten efecto sobre vastos sectores de la población.

Exacerbar los sentimiento mas puros de los pueblos ha sido una práctica tan antigua como el hombre mismo, antaño para conducirlos a la guerra, hoy parece ser la preferida con fines políticos, muchas veces poco confesables.

Desde La Gaceta se ha insistido que se deberían privilegiar los COMO y esta no es una excepción. En general se insiste en los efectos, omitiendo las causas.

El mundo globalizado premia lo que se dio en llamar la "competitividad" que lleva bonanza a a aquellos que produce mejor y más barato... Y para ello hay dos caminos:

1) Mano de obra con salarios miserables, casi esclava, dependiendo en muchos casos de la "caridad" del estado o

2) Incorporación de la tecnología adecuada a los objetivos productivos.



En el primer caso no se requiere mayor esfuerzo económico por parte de las industrias nacionales y populares, solo es necesario una fuerte protección por parte del estado.

El segundo caso resultaría más complicado para la industria pues el cambio conllevaría riesgo en la inversión y sobretodo dependería el éxito de una mayor capacitación del personal.



Aquí se encontraría el nudo de la cuestión, tecnificación - capacitación - mejores salarios, los otros caminos solo son quimeras utilizadas políticamente, el sueño de la magia y como protagonista un estado benefactor al estilo Robin Hood...

El "mercado" obedece leyes naturales, se premia al mayor conocimiento, a la eficiencia, al que tiene más que ofrecer, el hombre ha sabido evolucionar y el ser primitivo de ayer intenta hoy dominar la ciencia, todo lo ha logrado con esfuerzo y con indudable afán de superación, nunca desde la comodidad ni esperando "milagros".



No podrá acortarse la "brecha entre los más ricos y los más pobres" mientras no se privilegie la educación, único medio para garantizar mejor calidad de vida.

La prepotencia puede lograr una mejora temporal de los salarios, pero inevitablemente no podrá evitar la desinversión lo que siempre desemboca en el empobrecimiento generalizado.

"Ojo por ojo y diente por diente".. La mención que se lee en la Biblia bien podría significar "espera y cosecharás lo que has sembrado".

Las bases que hacen a un país poderoso son: la educación, la seguridad jurídica, la salud y el respeto por la independencia de las instituciones.



.Horacio Guido Dupuy



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