EL PERIODISMO Y EL DINERO DE LA SIDE
Por Christian Sanz
El periodismo es uno de los oficios que requieren más responsabilidad por parte de quienes lo ejercen. Y es que el hombre de prensa no vende bijouterie ni golosinas, sino que es un formador de opinión y un comunicador de hechos noticiables, los cuales deben estar desprovistos de toda subjetividad e intencionalidad posible.
Hay un debate interminable acerca del "periodismo independiente" y la "libertad de prensa", dos de los tópicos en los cuales los colegas no solemos ponernos de acuerdo. No es algo menor ya que, se suele decir, nunca hay total independencia para trabajar y la libertad de prensa depende de la "libertad de empresa".
Más allá de este debate concreto, hay ciertas cuestiones que no suelen discutirse en el gremio periodístico y que atañen a los valores éticos del oficio, uno de los ítems más importantes del trabajo de prensa. Y es que, como en todo ámbito, hay ciertas cuestiones que ensucian la reputación de no pocos periodistas, una de ellas es el cobro subrepticio de dinero por parte de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE, aunque nos referiremos a ella por esta sigla en adelante) para hacer operaciones de prensa y desinformar a la sociedad.
Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, los periodistas que cobran dinero del mencionado organismo son demasiados. La mayoría de ellos ha sabido mantener oculta su condición de "colaborador" de la SIDE, lo cual dificulta la tarea de rastrear quiénes son y cómo se mueven.
Hace casi un año y medio dimos inicio a una investigación acerca de este tema, enviando a principales más conocidos periodistas del país un cuestionario con cuatro preguntas concretas: ¿Está usted al tanto de que hay periodistas que cobran por parte de la SIDE? ¿Conoce usted a alguno? ¿Puede mencionarlo? ¿Le ofrecieron alguna vez ser parte de esa cadena de dinero?
Más del 90% de esos mails fue respondido con enojo por parte de los indagados, unos pocos se animaron a responder con sinceridad y uno solo confesó cobrar por parte de la SIDE. La indignación en las respuestas recibidas fue algo insólito e injustificado -Olga Wornat, por caso, respondió que no hacía "periodismo de periodistas" (1)- y, a la vez, fue la confirmación de que es un tema real, innegable.
Aunque son reticentes a aportar datos concretos, los funcionarios que conocen esta realidad no dejan de admitirla y aseguran que el presupuesto destinado a "adornar" a los periodistas es cada vez más alto. "Tenés que ver cómo los mismos tipos que en un principio venían a llorar por la pauta de la SIDE hoy prepotean para que les aumenten la mensualidad, amenazando e insultando. Por eso la SIDE está empezando a tener dominio sobre sus propios medios de comunicación, como sucede con el Canal 5 de Avellaneda que responde a la base Billingursth de la SIDE", aseguró uno de los entrevistados.
Es dable mencionar que sólo cuatro de las más de veinte fuentes consultadas se animó a dar testimonio directo, lo cual ha hecho que la indagación se extendiera más de lo previsto. El resultado se muestra a continuación.
La felicidad, ah, ah, ah
En marzo del año 2003, en el marco del juicio oral por la investigación del atentado a la AMIA, Jorge Lanata acusó a los periodistas Román Lejtman y Gabriel Pasquini -ambos ex redactores del diario Página/12- de cobrar "dinero negro" por parte de la SIDE. La mención, que en cualquier otro país hubiera provocado un gran revuelo y un inevitable debate, pasó inadvertida por completo en nuestro suelo.
La dádiva mencionada por Lanata tiene un nombre más que sugestivo: "cadena de la felicidad", y se refiere a los fondos que salen de dependencias como la SIDE a efectos de "adornar" a diferentes comunicadores para que operen a favor de ciertos intereses.
Si bien el listado de los beneficiarios de dicha cadena es guardado bajo siete llaves y sólo es conocido por tres personas del estamento gubernamental -uno de ellos, el Presidente de la Nación-, muchos de los nombres de los que cobran es más que conocido en el ambiente periodístico.
Jorge Boimvaser, periodista largamente vinculado a los servicios de Inteligencia, se ha explayado sobre el tema en su libro Los sospechosos de siempre: "Recién en la década del 90, algún periodista anónimo la bautizó irónicamente como 'la cadena de la felicidad' (...) Existió siempre, o casi siempre, en los últimos veinte años. Se institucionalizó formalmente cuando, a partir de 1983, en la Argentina volvieron a imperar las instituciones democráticas.
La 'cadena de la felicidad' fue y es como los platos voladores, aquello que pocos vieron funcionando pero de lo cual todos hablan. Unos son los privilegiados que la integran, otros quisieran llegar a ella y no saben cómo hacerlo, los más la repudian o dicen hacerlo, pero nadie la ha visto funcionar, aunque se intuye su existencia por razones obvias (...) Por ley, la SIDE y el Ministerio del Interior cuentan con partidas de fondos reservados, manejados a voluntad por los responsables de esos organismos. El parlamento tiene facultades para conocer conocer en parte la forma en que se distribuyen las partidas de dinero secreto. Los laberintos contables de ambas dependencias permiten escabullirle, aun a los mismos legisladores, el misterio insondable acerca del destino final de esas partidas. La cadena de la felicidad pasó a ser casi una institución más en el devenir de las relaciones políticas contemporáneas. Una institución aceptada casi en silencio o resignadamente por el establishment de los factores de poder político y periodístico de la Argentina".
Alimentando las sospechas mencionadas por Boimvaser, en el año 2004, el ex jefe de Gabinete de un gobierno peronista admitió a diario La Nación que "ninguno de los aumentos presupuestarios para la SIDE que se firmaban por decreto autorizando reasignación o transferencias de partidas se supieron para qué objetivo específico se hicieron".
Dos años más tarde, el 9 de mayo de 2006, en el marco de la investigación del pago de sobornos en el Senado para aprobar la ley de reforma laboral, Mattie Lolavar, ex asesora de comunicación del gobierno de la Alianza, sería la primera en admitir que desde la SIDE de Fernando de Santibañez fue contratada para pagar a periodistas y organizar operaciones de prensa contra el ex presidente Carlos Menem.
Sobres nada más, entre tu vida y la mía
Para poder comprender este sistema de prebendas, hay que interiorizarse en cómo funciona la SIDE. En la cima encontramos las pertinentes "direcciones generales" (2), luego están la "subdirecciones" y más abajo las "jefaturas de departamento" y "jefaturas de división". Finalmente, existen dos categorías de agentes: "orgánicos" e "inorgánicos", estos últimos funcionales al aparato de Inteligencia pero sin figurar en la plantilla oficial de la SIDE.
En el marco descripto funcionan una serie de estructuras denominadas "redes", las cuales son comandadas en general por un agente "orgánico" que comanda a varios "inorgánicos" de diversa índole: civiles, militares, periodistas, etc. Cada una de esas redes depende de la dirección que está relacionada a su ámbito específico de acción.
Por ejemplo, para todo lo ateniente a la labor periodística existe una Dirección General de Comunicación Social, encargada de efectuar "operaciones de prensa" de todo tipo y a través de la cual cobran varios de los periodistas más conocidos de la radio, televisión y diario vernáculos.
Las pocas fuentes que se han animado a hablar al respecto, coinciden en señalar a media docena de medios de información como los "predilectos" a la hora de cobrar "pauta" de la SIDE. Allí, a la cabeza de las preferencias aparecen periodistas de grupo "Clarín" y multimedios "Hadad", los cuales suelen ser "retribuidos" en dinero contante y sonante en discretas confiterías alejadas de la periferia de 25 de Mayo 11, domicilio formal de la SIDE.
Uno de los tantos lugares donde se entregan los suculentos sobres es la célebre confitería Tonón, ubicada en la intersección de las avenidas Santa Fé y Coronel Díaz. Allí, los espías de turno entregan a sus "colaboradores" las pertinentes "retribuciones", las cuales oscilan entre $5.000 y $15.000 de acuerdo a la importancia del comunicador. A cambio, el periodista debe operar de acuerdo a los pedidos del Gobierno.
El sistema preferido es a través de engañosos cables de noticias publicados por la siempre oficiosa agencia Télam, los cuales deberán ser desparramados a diestra y siniestra por los selectos "colaboradores", no importa si estos contienen información real o falsa.
El mejor ejemplo de esto ha podido verse en el año 2005, en ocasión de haber sido acusado el dirigente Enrique Olivera de poseer una cuenta bancaria no declarada en el exterior del país. La información se supo falsa poco después de las elecciones legislativas de ese año, lo cual no pudo evitar el daño ocasionado. La operación fue tan burda que el propio denunciador, Daniel Bravo, confesó posteriormente que él mismo fue parte de una "operación del Gobierno" para ensuciar a Carrió a través de la falaz denuncia contra Olivera.
Baste ver cuáles fueron los medios que reprodujeron el cable de Télam que inició la "opereta" de prensa para intuir quiénes son los que cobran "pauta" del Gobierno a la hora de desinformar (3).
La lista maldita
"No preguntes quiénes cobran de la SIDE, lo que tenés que preguntar es quiénes NO cobran, ya que son los menos", aseguró oportunamente una importante fuente gubernamental consultada para este artículo. Los nombres mencionados por el informante son numerosos y coinciden con las afirmaciones de otros consultados: Mónica Gutiérrez, Marcelo Bonelli, Gustavo Silvestre, Eduardo Feinman, María Laura Avignolo, Daniel Santoro (4), Luis Majul, Raúl Kollman, Guillermo Cherasny y Oscar González Oro son sólo una parte de la extensa lista admitida por las cuatro fuentes consultadas. A los mencionados hay que agregar varias docenas de periodistas pertenecientes a diarios Clarín, La Nación y Página/12. También Infobae, Revista 7 Días, Veintitres y los canales de cable TN y C5N. La lista no para de crecer y el presupuesto destinado a esos efectos tampoco: por caso, Cristina Kirchner no acaba de asumir y ya está intentando duplicar el presupuesto de la SIDE.
Es sabido que la Secretaría de Inteligencia maneja un presupuesto reservado que asciende a varios millones de pesos anuales, parte del cual se destina a la compra de las mencionadas voluntades. Es dinero que no necesita ser rendido, lo cual hace que toda "repartija" que se haga de él sea aún más discrecional.
Recordemos que a finales del menemismo su presupuesto anual llegó a superar los 271 millones de pesos y posteriormente sufrió una serie de incrementos y disminuciones relacionadas al humor político de turno.
Según cuenta Gerardo Young -presumiblemente uno de los beneficiarios de la "cadena de la felicidad"-, autor de un libro sobre la SIDE, cuando la Alianza llegó al poder, los gastos del organismo de Inteligencia "se redujeron a la mitad. Fernando de la Rúa, en una de sus entrevistas televisivas dio una explicación sobre cómo lo hizo: 'Dejamos de pagar sobres a jueces y periodistas', dijo. (...) El gobierno de Kirchner decidió aumentar el presupuesto para el 2004 -será de 240 millones- pero prometió que era un blanqueo de caja y que no se harán más giros a destiempo".
La irrefutable realidad indica que esos 240 millones, merced al kirchnerismo, se han ido incrementando a través de los años llegando a niveles nunca antes vistos. Como bien aseguró el informante, en el proyecto de Presupuesto 2008 que presentó Miguel Peirano ante el Congreso de la Nación -denominado "Presupuesto Cristina"- se prevé para el próximo año un aumento del 35 por ciento la partida que se destina para "espionaje" elevando sus arcas anuales a 600 millones de pesos (5).
Para entender la importancia de semejante número, hay que hacer un breve repaso de la "evolución presupuestaria" de la SIDE en los últimos años. Para el 2001 la misma alcanzaba los casi 140 millones de pesos, sin modificación respecto al año anterior. En 2002, con Eduardo Duhalde en el poder, la SIDE culminó su ejercicio anual con la friolera presupuestaria de 191 millones de pesos, llegando al año 2004 a los 238 millones.
Finalmente, hay que tener en claro que existe una relación directa entre el incesante incremento del presupuesto de la SIDE y la cooptación político-periodística del kirchnerismo.
Concluyendo
A lo largo de la historia, han existido diversos proyectos de ley para transparentar los gastos de la SIDE y hacer que éstos sean dados a publicidad, pero el poder político -especialmente el Partido Justicialista- siempre ha puesto reparos a la hora de concretarlo.
La "cadena de la felicidad" es una realidad que muchos conocen y pocos se atreven a mencionar. Divulgarlo pondría meter en serios problemas, no sólo a hombres de prensa y funcionarios, sino que dejaría en evidencia un sistema perverso de prebendas políticas.
La utilización de la "cadena de la felicidad" es el mejor mecanismo para callar al periodismo y forzar temas que no son de interés público en la agenda diaria de los medios. Es el modo de lograr que un periodista no sea periodista.
Sería productivo que este tema fuera un disparador y generara un oportuno debate acerca de la ética periodística y los intereses que se mueven detrás de las noticias que leemos y vemos cada día. No sólo existen "sobre" de la SIDE, sino también de otros organismos del Estado y firmas privadas. El aporte que estos hacen a los hombres de prensa, sin contraprestación publicitaria, no es desinteresado. Por ende, la información publicada tampoco lo es.
Para que el gremio periodístico vuelva a ser creíble hay que pelear contra estos tabúes. Es lo único que devolverá a esta hermosa profesión al lugar de privilegio que supo ocupar en su momento.
Christian Sanz
(1) "Yo no soy perro que come perro", aseguro Wornat en una parte de su respuesta. Alguien debería decirle a la conocida periodista que aquellos que no respetan los principios de este hermoso oficio automáticamente dejan de ser periodistas.
(2) Las "direcciones generales" existentes hoy en día son la de "Reunión exterior", "Reunión interior" y de "Operaciones".
(3) Clarín, Página/12, Radio10 y Revista Veintitres han sido algunos de los medios que fogonearon la falsa denuncia. Sólo unos pocos medios independientes desconfiaron de la información y no la publicaron.
(4) Tanto Daniel Santoro como María Laura Avignolo quedaron al descubierto cuando un agente de la SIDE hackeó sus mails y publicó el contenido de ellos en Internet. Avignolo llega a exigir a un agente del organismo que le "regularicen su dieta".
(5) El crecimiento de los fondos reservados supera al promedio de la suba del global del Presupuesto, que se acerca al 16 por ciento. Y es más importante que los aumentos en otras áreas más sensibles, como educación (17,5 por ciento) o salud (26,6 por ciento).
Buenos Aires - Argentina
info@PeriodicoTribuna.com.ar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario