COGÉIS ????

¿Cogéis algo? ¿O mucho Asís?
Verbo = Acción. Coger, tomar, asir. No me desvelo leyendo a Jorge Asís (no verbo sino sustantivo) simpatía personal y sintonía aparte pero abajo copio parte de una nota suya donde asió el toro por las ¿astas? y lo esterilizó dando en el clavo.

Por Juan Carlos Sánchez

Jorge, asís bien la realidad. Los K, dices, se apasionan por voltearse solos, tienen objetivo de aislarlo (...) a Cobos, entonces crece Cobos en el imaginario de los referentes que se contagió (Cobos) del deseo de la sociedad, vais bien, asís bien. Pero llegas al climax cuando escribes, querido George, ...ni siquiera se preguntan, por ejemplo, qué hubiera sido de su suerte, y de la Argentina, si, durante aquella madrugada, el voto de Cobos hubiera sido “no negativo”.
El toque de distinción lo das con Talleyrand: “Cada vez que traicioné, fue para beneficio de Francia”.

Curiosidad nacional, el que traiciona lo hace con todos (y todos rima con Cobos). Jorge Asís brillantemente -y no es cholulismo, no hace falta, la foto que ilustra esta notita lo demuestra- ve detrás de la máscara. Lo menos oculto hoy en la Argentina es lo que piensa el pueblo aunque está oculto por horas, horas de espera, de calma aparente (léase a Carlos Manuel Acuña en esta edición) mientras se prepara y se ensaya la retirada oficial. ¿Qué otra cosa son los episodios de Córdoba o Rosario? ¿Qué otra cosa el desarme de los buenos? ¿Qué otra cosa la violencia en las calles? ¿Qué otra cosa la impunidad de los malos?

Cuando se escriba esta historia el “Tata” Yofre titulará “Nadie fue... de nuevo” y todos pondremos cara de vedette boba bailando en el caño de Tinelli.
¿Se imagina las rutas cortadas, al d’eli-rante puteando y garroteando, a la “madre putativa” orinando en la Capilla de Santa Elena de Belderrain? ¿Se imagina cocinando aserrín con salsa de tomates para el guiso del almuerzo? ¿O cenando mascotas?
Eso hubiera pasado si Cobos -interpretado por Asís- hubiera votado “no negativo.” Y la culpa hubiese sido de Kirchner porque Cobos hubiese sido otro Kirchner y los senadores del “no” otros Kirchner, como lo son los que votaron el “si”. Esa era la salida que esperaban los Kirchner para victimizarse, excusarse, por eso Él le dijo a Ella ido de cuerpo renunciá, no nos merecen... somos ingratos e idiotas lo argentinos, no sabemos que es lo que nos conviene. Idiota o es insulto en este caso, es dato, idiota es quien no sabe lo que puede o debe saber.

Y la imbecilidad al poder gritó ¡Traición...! Es inútil, los pingüinos no saben volar, lo vengo diciendo hace cuatro años y más (y noto que me están robando la idea, ¡es mía!), son vulgarmente simplotes, resuelven todo a nivel del suelo o bajo el agua. Hay esperanzas, las ballenas asesinas parieron este año y se alimentan de pingüinos (también). Prof. Rípodas Márquez, ¿serán desestabilizadoras? Ud. quería traer ballenas a Puerto Madero. ¿Sabe que? Hoy las hay hasta en el lavarropas, cada argentino tiene su ballena preferida de mascota y la mima y le afila los dientes, el deporte argentino es cazar pingüinos, las encuestas lo dicen, solamente el 16% de nosotros salvaría a la PingüinA y el 32% al PingüinO. ¡Lo lograron! ¡Es la unión nacional! Y como no podía ser de otra manera, desde el absurdo.
Kirchner lo hizo.

La irracionalidad al poder gritan y nadie entiende. Es el Mayo telúrico francés (del que hablo en otra nota anterior) aplicado al Agosto argentino en traducción (y caída) libre. Los pingüinos no saben volar...


Excelente lo de Jorge Asís, lo copio:

Algo de lo que dijo Asís asiendo lo que pasa (en el barrio dirían: “Es un agarrero...” ¡Aguante Jorge!)

Lo más grave del cuadro, tío Plinio querido, es que nadie tiene la menor intención de voltearlos. Se apasionan por voltearse solos.
Los periodistas deportivos de la historia no registran antecedentes de conspiraciones carentes de conspiradores.
Ni Duhalde ni Clarín, los primeros polos denunciados, por encargo.
Tampoco El Cardenal, que suplanta el emblema, espiritualmente superado, de El General.
Ni Techint, ni siquiera Cobos. Infinitamente menos Macri. Ni Carrió.
Nadie contiene las menores intenciones de producir ningún salto al vacío.
Explicaciones racionales, hasta aquí, abstenerse.

La impotencia del desconcierto, el que hubiera inspirado a Cambaceres, produce actos elementales de desesperación. Como el objetivo de aislarlo, sin ir más lejos, a Cobos.
Entonces crece Cobos en el imaginario de los referentes. Porque, en el dilatado conflicto agropecuario, Cobos simplemente se les resistió. Se contagió del deseo de la sociedad. Les dio la espalda.
Para acabar con Cobos insisten con la medicina que les originó la enfermedad. Con la estrategia de la improvisación. Profundizar el fracaso de la Concertación Plural.
Es el artificio, el rejunte al revoleo. Permitió instrumentar la colonización transitoria de los Radicales Kash.

No negativo.
Ni siquiera se preguntan, por ejemplo, qué hubiera sido de su suerte, y de la Argentina, si, durante aquella madrugada, el voto de Cobos hubiera sido “no negativo”.
Que Cobos se pronunciara a favor de la “Barranca abajo”. El que impulsaba el “Sin rumbo”, del Poder Ejecutivo que Cobos, por la ley vicepresidencial del rejunte, integraba (la conjugación, en pretérito, aquí no es un error. Es parte del análisis).
De haber sido, el voto de Cobos, “no negativo”. De haber triunfado el gobierno, pírricamente, gracias a la adhesión de Ramón Saadi, aún retumbaría en los tímpanos, hasta en las montañas, el estruendo de las cacerolas.

Final con Talleyrand.
La más lesiva de las interpretaciones oficiales alude a la persistencia de la traición.
Ante el acoso del fundamentalismo, al menos para salir culturalmente del paso, Cobos podría parafrasear a Charles Maurice de Talleyrand, “el mago de la diplomacia napoleónica”.
Sentenció cínicamente Talleyrand:
“Cada vez que traicioné, fue para beneficio de Francia”.
Perfectamente, en el caso --discutible-- que fuera una traición, Cobos podría decir que traicionó, pero para beneficio de la Argentina.


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