domingo, 4 de enero de 2009

CHAU DESENGAÑO

SE FUE... 2008, EL AÑO DEL DESENGAÑO

Por Marcelo Elías (*)

Haciendo un balance, el 2008 fue un año signado por los desengaños, las frustraciones, los infortunios.



Si formalmente el 2008 comenzó como todos el 1º de enero, para las expectativas sociales el inicio fue el 10 de diciembre del 2007.



El triunfo electoral de Kristina había dejado tres promesas principales, tres ofrecimientos, como dice el bolero: tres palabras.



La reinserción de la Argentina en el mundo.



Más calidad institucional.



Dialogo político, mejores niveles de convivencia.



La primera promesa, generada en cuanto al comportamiento internacional del país, fue rápidamente defraudada.



La excursión de Néstor a la selva colombiana para rescatar los rehenes de las FARC no solamente fue un papelón, también resintió la relación con el gobierno de ese país hermano.



La continuidad y profundización del conflicto con la hermana Uruguay, un lamentable desacierto.



Los desencuentros con España a raíz de los abusos en los manejos públicos y privados de la banda K, un nubarrón sin sentido.



Los quiebres en la relación con EEUU con un episodio como el de ?la valija?, no tiene explicación.



El bochorno sufrido por el alineamiento con la República Bolivariana en la compra/venta de bonos al 15% un error, que mostró nuestra imposibilidad de acceso al financiamiento internacional.



El fracaso en el operativo para imponer a Néstor en la UNASUR o el papelón presidencial al declarar que el Presidente electo de los EEUU, Obama, estaba desesperado por conocerla son muestras de un estilo.



Quizás como emblema de la conducta del gobierno en el mundo se pueda señalar las llegadas tarde de la Presidenta a todas las cumbres internacionales de las que participó.



La segunda proposición se estrelló contra las reformas al Consejo de la Magistratura, las presiones y los desprecios al Congreso, el funcionamiento del INDEK, la prórroga de la emergencia económica, los superpoderes, el Decreto de Necesidad y Urgencia ampliando el presupuesto en 36000 millones de pesos, la concentración de recursos en la ?caja? central y su utilización para estimular o castigar, para arrear gobernadores, intendentes, legisladores y dirigentes políticos y sociales.



Si algo faltaba el año terminó con la apropiación indebida de los fondos previsionales, la ANSES transformada en una financiera de consumo y la Argentina convertida gracias al blanqueo impositivo en un posible paraíso fiscal.



En síntesis, un retroceso pronunciado en el camino de reconstrucción de un país republicano y federal.



La tercera palabra empeñada por Kristina y su Concertación Plural no tuvo siquiera principio de cumplimiento, como un pagaré sin firma el deudor negó su promesa de pago.



El gobierno Kirchnerista siguió ignorando a la oposición, despreció a los aliados y castigó la disidencia de los propios...



El hiperpresidencialismo, la negación del diálogo y el consenso, siguieron sosteniendo la lógica del enfrentamiento.



El conflicto con el campo fue todo un símbolo de confrontación y abuso en el manejo del poder.



La agresión a Sábat graficó un modo de entender la libertad de expresión.



La compra de medios de comunicación, el manejo de la publicidad oficial y el maltrato público a los trabajadores de prensa, un toque distintivo, otro signo de autoritarismo.



La ?apertura? con la primer conferencia de prensa en 5 años, no rompió el monólogo.



El símbolo del desengaño, el desencanto mayor, el gran fraude fue: participar de una elección presidencial para terminar eligiendo una anunciadora.

(*) Marcelo Elías es Diputado de la Provincia de Buenos Aires, mandato cumplido, por la Unión Cívica Radical.

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