domingo, 4 de enero de 2009

LA NONNA NOBEL

por Roberto Subirana

...LA NONNA INMACOLATTA

La señora Enriqueta Estela Barnes de Carlotto tuvo dos hijas, ambas militantes de la organización Montoneros. Una de ellas, la menor, llamada Susana, murió en un enfrentamiento armado. La otra, Laura Estela, formó pareja con Jorge Falcone, oficial montonero y mano derecha de Mario Eduardo Firmenich[iv], y fue capturada por las autoridades.
Laura Estela fue detenida a fines de 1977. Su madre denunció su desaparición sin mencionar que estuviera embarazada en ese momento. Esto consta en el legajo 2085 abierto ante la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas (CONADEP).
El último contacto que la señora de Carlotto tuvo con su hija Laura Estela se produjo el 16 de noviembre de 1977 mediante una llamada telefónica que Laura le hizo a la madre, a la Escuela nº 43, donde se desempeñaba ésta. El sistema era que Laura le hacía llegar una carta, fechada anticipadamente, lo cual era la clave para avisarle qué día la llamaría por teléfono. La carta en cuestión tenía fecha del 16/11/77.
Debido a la amistad de Carlotto con Marta Bignone,[v], a través de ella logró una entrevista, a fines de 1977, con el general Bignone (por entonces secretario general del Ejército) ante quien admitió que conocía la militancia en Montoneros de sus dos hijas pero que no había ido a verlo por eso sino porque su esposo "no había regresado a su caso y, aparentemente, había sido detenido en un procedimiento, en La Plata". Bignone se comprometió a averiguar el caso pero su intervención no fue necesaria. El señor Carlotto había sido detenido por error y, pocas horas después, fue dejado en libertad.
Curiosamente la señora de Carlotto omite sistemáticamente mencionar este encuentro con Bignone. Sí alude a otro (supuesto, no confirmado) muy posterior, en el que dice haberle solicitado la entrega del cuerpo de Laura Estela.
Entre fines de noviembre y principios de diciembre de 1977 la señora de Carlotto denuncia la desaparición de su hija Laura Estela (alias Rita). Según las investigaciones realizadas por el juez Bagnasco, la detención de Laura se habría producido alrededor del 26 de noviembre de 1977. ¿Le avisó alguien a la señora de Carlotto de esta circunstancia? El punto nunca fue aclarado.
En el legajo 2085 de la CONADEP la señora de Carlotto señala que "… en abril de 1978, en forma anónima fue informada del embarazo de su hija Laura; que al parto se produciría en junio de 1978 y que había resuelto bautizarlo con el nombre de Guido". Sin embargo, en uno de los llamados Juicios por la Verdad, el 17 de marzo de 1984, la señora de Carlotto declara que "… en abril de 1978, se acercó hasta la fábrica (propiedad de su esposo) una vecina de apellido Campos, que había compartido con Laura el secuestro y que ésta le había pedido que fuera a verlo al papá; que le dijera que estaba bien y que estaba esperando un bebé, que nacería en junio". ¿No es qu el dato le había llegado en forma anónima? En esa misma declaración la señora de Carlotto indica que "… yo ya estaba trabajando, incorporada a las Abuelas de Plaza de Mayo, ya fundadora, desde octubre de 1977".
Para ahorrarle el trabajo de sacar cuentas, estimado lector, se lo aclaro ya: la señora de Carlotto, conforme a sus propias declaraciones, se incorporó a la asociación Abuelas de Plaza de Mayo aproximadamente un mes antes de la detención de su hija Laura Estela y alrededor de un año antes de enterarse del (hipotético) embarazo de la misma.
¿Qué sustento tiene, entonces, el embarazo de Laura Estela? Hipotéticamente en dos versiones. Una, de un tal Vaello, (supuesto militante de la Concertación Nacional Universitaria-CNU) que dijo que el bebé había sido entregado a un médico, del que dio el nombre, demás datos y hasta el domicilio. Vaello nunca ratificó esto ante una instancia judicial; el juez Bagnasco no lo registró en la causa. La segunda versión corresponde a la brindada por Alcira Ríos y su esposo, Luis Córdoba. Ambos señalaron que habían llegado al lugar en que estaba detenida Laura Estela Carlotto un mes después de producido el supuesto parto y que Laura les había contado que "… había tenido un bebé poco antes; que había sido detenida en octubre de 1977". Por lo tanto, ni Ríos ni Córdoba la vieron embarazada ni estuvieron allí cuando debió haberse producido el nacimiento. Por otra parte, la fecha en que, según ellos, Laura dijo haber sido detenida es errónea y cabe suponer que Laura, quizás no pudiese precisar el día exacto, pero no podía ignorar que, hasta mediados de noviembre (exactamente hasta el 16/11/77 por lo menos), había estado en libertad.
El cadáver de Laura Estela le fue entregado a la señora de Carlotto en agosto de 1978. Según su propia declaración "La entrega fue algo inusual. Lo hicieron el mismo día de su muerte". No obstante, en la misma declaración, la señora de Carlotto asegura que "Yo vi a Laura. Vi los huesitos de Laura. Por los huesitos de la pelvis vi que había sido mamá". No hay constancia (ni declaración alguna de parte de la señora de Carlotto) que en ese momento haya solicitado (y obtenido) la autopsia del cuerpo de Laura Estela. ¿Cómo explica que vio "los huesitos" de su hija; que "por los huesitos de la pelvis" supo que había sido madre? ¿Le hizo tomar alguna placa radiográfica acaso? Sin pretender entrar en truculencias, ¿puede alguien ver "los huesitos" de un cadáver fallecido en el mismo día? Lo cierto es que sí hubo una autopsia, pero realizada mucho tiempo después, ordenada por el juez Ortel y llevada a cabo por un científico norteamericano muy prestigioso, Clyde Snow, acompañado por estudiantes de antropología argentinos. El resultado de la misma indicó que no se pudo comprobar la existencia de un embarazo ni de parto.
En consecuencia, es posible que la señora Enriqueta Estela Barnes de Carlotto se sienta un equivalente vernáculo de María, que fue madre de Jesús sin dejar de ser virgen. Ella sería abuela sin que ninguno de sus descendientes haya dado a luz. O sea que se trataría de algo así como de una inmaculada concepción.
¡Hasta la próxima, semejante,… y gracias por su paciencia!
Buenos Aires, enero 3 de 2009

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