domingo, 11 de abril de 2010

BANDA DE PELOTUDOS


DE TODAS LAS BANDAS… ¡LA PEOR!



Las bandas de las mafias, las bandas de los piratas del asfalto, las bandas de los moto chorros, las bandas de los levanta coches, las bandas de los trapitos, las bandas de los punteros políticos, las bandas de los funcionarios corruptos, las bandas de los jueces permisivos, las bandas de los pedófilos, las bandas de los tratantes de blancas, las bandas de los encapuchados, las bandas, las bandas…las bandas. ¿Se dá cuenta que todos formamos parte de una enorme BANDAAAAAA. Se lo digo porque también hay una banda… la más grande de todas, de la que formamos parte, Ud. y yo… la banda de los pelotudos, no menos peligrosa que las otras. Y si me pongo a hacer un análisis minucioso, hasta puede que sea capaz de llegar a la conclusión que sea “la madre” de todas las bandas.

Ocurre que soy un convencido que los monstruos, y los hombres que se comen a los hombres crudos, excepción hecha de algún accidente aéreo, son un invento de los pelotudos. ¡Sí!, tiene razón; también de los mal paridos. Pero para que haya un mal parido, debe haber un montón de pelotudos que se lo consientan. Piense y se va a dar cuenta que finalmente, todo conduce al ¡pelotudo!; ya sea de atrás hacia delante como delante hacia atrás.

¡Me pregunta si estoy enojado! ¡VIVO ENOJADO!... ¡¿cómo carajo suponía que pueda vivir!? Me dice que Ud. no se enoja nunca. Y bueno, es Ud. un pelotudo que todavía no ha tomado conciencia de serlo… ¡ni lo admiro, ni lo envidio!... somos simplemente, dos especies distintas dentro del reino de los pelotudos.

Pero dentro del reino, hay una tercera clase de pelotudos…¡la más jodida!, le diría. Se trata de la especie del pelotudo que se supone “vivo”, “piola”. ¡Esa es terrible!. ¡Pasa tan desapercibida como la suya y la mía, con una diferencia sustancial…¡vive para joder al otro!, como si poco tuviéramos con los de las otras bandas que le mencioné. ¿Ud. me entiende?

Veo que le cuesta entenderme, tanto como le cuesta a todo “pelotudo”. ¿No le molesta que le trate de pelotudo, verdad? ¡Ah!, cierto, ya me había dicho que nunca se enoja, que nunca se molesta, obviamente. Le agradezco y le confieso que lo que me dice me da mucha tranquilidad, no querría que termináramos a las trompadas como dos pelotudos. ¡Bué…no podríamos terminar de otra manera, si se diera el caso.

Ud. debe tener más o menos mi misma edad. Somos dos pelotudos contemporáneos. Siendo así, debe recordar tan bien como yo, cuando de pibes, íbamos al Puerto, alertados que estaba a punto de arribar un BARCOOOOOOOOO, lleno de Norteamericanos… Alemanes. ¿Y recuerda para que íbamos?. ¡Exactamente!, simplemente para verles la cara de pelotudos que tenían. Y nos cagábamos de risa; éramos felices y les pedíamos que nos sacaran fotos con una extraña maquinita que portaban. ¡Me acuerdo que pulsaban un botoncito y mágicamente aparecía la cara de “piola” de alguno de nosotros. ¡Cómo olvidarlo! ¿Se acuerda que se reían de cualquier cosa?... ¡les sacábamos la lengua y se reían!...¡les hacíamos una “morisqueta” y también se reían!

Pero… ahora que somos grandes y pelotudos, ¿reparó en cómo viven ellos y en cómo vivimos nosotros? Me dice que no reparó… me dice que Ud. vive bien. ¡Perdone!, porque quizá lo confunda… ¿Ud. es el señor que vive a dos puertas de mi casa?. Me dice que sí. ¿Y a qué le llama vivir bien?... porque si es el que vive a dos puertas de la mía, me consta que vive “con la soga al cuello”; que a veces no tiene con qué pagar el alquiler; que el otro día lo asaltaron los de alguna de las otras bandas; que cada vez que va a cobrar su magra jubilación, el sistema del Banco “se cae”; que la semana pasada, estando Ud. con su nietita en la esquina, pasó un micro colmado de barras bravas y le arrojaron una piedra que casi le parte la cabeza; que cada día que abre la puerta de calle, debe barrer tres o cuatro preservativos evidentemente usados que le dejaron de “regalito” los mal denominados “travestis” que, dicho sea de paso, también integran otra banda; que para sacarse sangre estuvo desde las tres de la mañana haciendo cola en un hospital; que a fin del mes que viene se le vence el contrato de alquiler, le pidieron la casa y no sabe a dónde carajo va a ir a parar, con su hija y la hija de su hija, que es su nieta; que lo más atrevido que hace, es rajarse al boliche de la esquina para jugarse unas “rayas” al billar; que las vacaciones más largas que se tomó, fueron aprovechando un fin de semana largo y porque lo invitaron; que anda siempre con la misma “pilcha” cuando no se le da por salir a la calle en pijama, ofreciendo una obra maestra del ridículo; que su señora se le rajó con otro, en fin… le confieso que es todo lo que sé… apenas eso.

Ud. me dice ahora que de mí no sabe nada. Que solo me conoce “de vista”. ¡Quédese bien tranquilo como siempre!; si se llegara a enterar, es probable que debamos asistir al nacimiento de una nueva especie de ¡pelotudos!, y le puedo asegurar que con las existentes, ¡alcanza y sobra!

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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