jueves, 30 de septiembre de 2010

BRUTOS


Zannini y Bonafini: la honestidad brutal del kirchnerismo

Por Guillermo Cherashny para el Informador Público

Los sectores más racionales del país se sorprendieron cuando Carlos Zannini, Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, declaró: “a esta Corte la pusimos para otra cosa”. Y mucho mayor fue la sorpresa cuando el martes pasado Hebe de Bonafini, en una impecable oratoria, denostó con todo tipo de calificativos despectivos a todos los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Fue aplaudida por las 10.000 personas que fueron llevadas y otras que concurrieron voluntariamente para reclamar contra la suspensión por la justicia del artículo 161 de la Ley de Medios. La misma beneficia tanto al grupo Clarín como al Grupo Uno de Daniel Vila y José Luis Manzano. Clarín informó que seis de los siete miembros de la Corte firmaron un proyecto de sentencia que mantendría la vigencia de la suspensión dictada sobre el artículo 161. Sólo falta la firma del supremo Zaffaroni para que el citado fallo vea la luz.



Giro de 180 grados

El kirchnerismo, a través de la presidente, su esposo, Zannini y Bonafini, están apretando a la Corte para que levante los obstáculos para el artículo 161. No se sabe qué hará el tribunal supremo del país, que en muchos casos no se ha definido en estos seis años desde que fue nominada por Kirchner.

No faltó a la verdad Zannini cuando dijo hace poco su frase famosa. En realidad, quiso decir “pusimos esta Corte para juzgar a los militares con retroactividad a los hechos cometidos en una abierta contradicción de uno de los principios rectores del derecho penal”. Además, diría Zannini, “durante siete años emitimos DNU pasando por encima del Congreso, por no haber hecho lugar a la inconstitucional a muchas leyes aprobadas por la mayoría kirchnerista, como los superpoderes, la modificación del Consejo de la Magistratura y muchas tropelías más”. Se podría agregar a esta lista la negativa, a pedido de las empresas, de impugnar los balances que no permitían los ajustes por inflación. En fin, salvo el caso Badaro, la Corte, en más de siete años, nunca contrarió al kirchnerismo. Por eso, después del fallo que permite la extradición del terrorista Galvarino Apablaza y de la denuncia por la desobediencia de gobernador Daniel Peralta al no reponer al ex Fiscal de Estado Eduardo Sosa, se produjo el vuelco de la postura de la Casa Rosada.

En conclusión, no les falta razón a Zannini y Bonafini en sus quejas contra la Corte. Desde la oposición al kirchnerismo se podría decir que nunca hubo una Corte Suprema tan sumisa a un Poder Ejecutivo.

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