lunes, 27 de septiembre de 2010

UN GRAMO DE PELOTA


LE CUENTO…SI NO NOS HACEMOS UNA TRANSFUSIÓN DE SANGRE, NO NOS VAN A DAR UN GRAMO DE PELOTA.

Y no darnos un gramo de pelota, implica lisa y llanamente que nada van a hacer para evitar que nos sigan (sic) “matando como a moscas” (sabias palabras pronunciadas por una mujer durante los honores fúnebres al Capitán Garrido, San Isidro, Pcia. de Buenos Aires, Febrero 2009). Desde que nos encargamos como sociedad organizada de defenestrar a Juan Carlos Blumberg, un papá al que la mano criminal mató a su único hijo, no volvimos a formar parte de alguna de esas manifestaciones multitudinarias que le tenían como referente. ¿Por qué?. Simplemente porque Juan Carlos Blumberg se burló de todos nosotros al NO NEGAR su condición de ingeniero. Y digo no negar, porque jamás le escuché adjudicarse la misma. De una u otra manera, ¿era tan importante?...¿acaso hasta hace tan poco tiempo éramos tan extremadamente susceptibles, y hoy permitimos que nos saquen la lengua, nos toquen el culo y nos metan a todos dentro de la misma bolsa?. Si no entiende lo que le digo, se jode… nada va a cambiar para Ud., “sujeto al que se la pasan jodiendo”.

Ahondar en consideraciones que ya han sido abordadas largamente, no tiene sentido. Recibo correos electrónicos a rolete, convocándome para tal o cual día, en tal o cual lugar, para reclamar por tal o cual cosa. El 25 de Setiembre a la hora 19, TODOS AL OBELISCO!!!!!! . ¡Minga todos al Obelisco!...le cuento que con toda la furia, debo haber contado quinientas personas. Le confieso que estuve diez minutos y me las tomé. Tenía ganas de ponerme a llorar y para peor, sé que con esas mismas ganas, los cretinos de siempre se cagan de risa, ¿de quién?...de Ud., de mí y hasta de aquellos que levantaban esas pancartas con la foto de ese ser amado que ya no tienen a su lado; esos que viven teniendo como principal aliado ese dolor que no se puede dimensionar, intransferible, injusto. ¡Si, como lo lee!; también digo injusto, porque no me parecería injusto que mataran a esas bestias humanas que se han encargado, se encargan y se encargarán de convertir nuestros días en un verdadero infierno. ¿Acaso quiere que le mienta?. ¿Acaso no cree en la muerte justa?...pues yo sí creo en la muerte justa, tanto como detesto la muerte injusta, la que lloran esas personas que estaban concentradas alrededor del Obelisco y a las que Ud. siquiera se dignó acompañar. Por eso lo del título, ¿entiende?. Hace poco y solo casualmente le cité al Pato Donald. Me parece que la sangre de pato es la que nutre la mayoría de las arterias, venas y capilares de los argentinos. De otro modo, resultaría imposible asistir a semejante grado de desprecio, por el que se supone debería ser el valor más preciado, la vida.

Hace unos pocos días, los Ministros Jefe de Gabinete y de Justicia del Gobierno Nacional, nos aseguraban que el delito criminal había disminuido. Hace dos días, el mismísimo Gobierno Nacional, reconoció que el delito criminal se ha incrementado. ¿Y si se van a cagar?. ¿Esto no le da acaso, una medida de la seriedad con la que se toman la cosa?.

Propongo entonces, una transfusión masiva de sangre. ¡No le dé pelota al grupo y factor; solo asegúrese que se trate de sangre caliente!.

PD) que esta misiva, no ofenda a quien con la mejor onda y buena voluntad, me haya hecho llegar un correo convocando para tal día, en tal lugar y para tal cosa. Ocurre que creo, deberíamos cambiar el método. Gracias.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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