viernes, 24 de septiembre de 2010

ESTANCIERO EN SOLEDAD


EL PORTAZO DE DAHER

Moyano tiene cada vez más enemigos y menos aliados


Por Guillermo Cherashny para el Informador Público

En los últimos tiempos, Hugo Moyano no cesa de sumar enemigos. En el campo político, lo enfrentan Eduardo Duhalde, Elisa Carrió y casi todos los intendentes del conurbano y del interior de la Provincia de Buenos Aires, que no lo aceptan en la presidencia del PJ bonaerense. En el campo empresarial es odiado por empezar con SIDERAR (grupo Techint) que sufrió el bloqueo de sus plantas por las exigencias de pagar las contribuciones de las empresas tercerizadas, cosa que finalmente logró y que genera mayor costo en dólares, ya que el tipo de cambio está congelado. A esto debe añadirse el proyecto de ley que impulsa Héctor Recalde de participación de los obreros y empleados en las ganancias de las empresas, que puso en pie de guerra a todas las cámaras empresarias. En vez de combatir el empleo en negro se lo propicia con este proyecto inoportuno que no tiene chances de conseguir la sanción del Congreso.

El bloqueo de SIDERAR ya se cerró, pero Moyano amenaza con terminar con la tercerización -también llamada outsorcing- que utilizan las empresas para ahorrar costos con un tipo de cambio congelado hasta finales del año que viene. Así es que la solución del conflicto con Techint le dio carta blanca a Moyano para avanzar sobre otros grupos empresarios ahora también amenazados por el proyecto de participación en las ganancias de las empresas.



El frente interno

En el campo gremial, Moyano ya cuenta con la cerrada oposición de las 62 que comanda Gerónimo “Momo” Venegas, la CGT Azul y Blanca que lidera Luis Barrionuevo y también “los gordos” como Armando Cavalieri, Carlos West Ocampo y Oscar Lezcano. Estos hace rato no quieren saber nada con el camionero, en momentos en que éste prepara su gigantesco acto masivo en River para el 15 de octubre. Allí quiere demostrar su poder de movilización frente a todos los que lo cuestionan. A tal efecto, concurrió días pasados a la sede del SUTIAGA (Sindicato de Aguas Gaseosas) para pedirles que participen con banderas en el acto del 15. Allí dijo: “No puedo llenar River sólo con banderas verdes de los camioneros, porque no quiero quedar aislado; además, si hay banderas verdes nada más, me van a asociar a Bin Laden”.

Pero la sorpresa se produjo ayer, cuando el Sindicato de la Alimentación, a través de su Secretario General, Rodolfo Daher, anunció que abandonará la CGT por el intento del sindicato de camioneros de quedarse con afiliados de las empresas de catering. Por otra parte, el aliado de siempre de Moyano, la UTA (Unión Tranviarios Automotor), está sumamente molesto porque la justicia admitió que las comisiones internas del subte formen un sindicato propio. Es que la mayoría de los aliados de Moyano perciben que el todavía Secretario General de la CGT solamente utiliza su capacidad de presión en beneficio de su gremio y sus familiares.

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