jueves, 30 de septiembre de 2010
ECUADOR
CRECE LA CONFUSIÓN
EN EL ECUADOR
Grupos de manifestantes simpatizantes del gobierno "chavista"· del presidente Correa, se reunieron en la Plaza de Armas de la capital de la República del Ecuador donde escucharon una arenga del Canciller quien convocó a rescatarlo del Hospital de la Policía Nacional donde estaría interesado. También hablaron una ministro y otros voceros del oficialismo, que comenzaron a lanzar consignas propias de los grupos de izquierda pero se reconoció que Correa estaría privado de su libertad.
Los voceros ponderaron el apoyo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y de Una Sur, el organismo que preside su marido Néstor Kirchner, quien se apresuró a definir que lo que ocurre en El Ecuador se debe a los "intereses corporativos" y consignó a su vez el apoyo regional a las autoridades "chavista", pese a que al cierre de este despacho no hubo expresiones de apoyo por parte de otros gobiernos.
Entre tanto, desde la Casa de Gobierno se solicita que la Policía Nacional deponga su actitud, lo que es un reconocimiento explícito a que Correa está detenido. Elementos oficialistas convocaron a los manifestantes gubernamentales a concurrir al rescate de Correa que permance en el Hospital de la Policía Nacional, pero poco después las indicaciones se modificaron parcialmente para solicitar que los "correistas" se distribuyan en los alrededores de las unidades militares y policiales para expresr el apoyo al Gobierno. Pasadas las 15 de hoy, vía Twiter, el presidente venezolano Hugo Chávez manifestó su repudio a los hechos y solicitó el respaldo de los países de UnaSur, pese a que Néstor Kirchner ya lo había hecho. Al cierre de este despacho surgieron las primeras noticias de enfrentamientos al conocerse que había un Policía muerto y existen indicios de un eventual crecimiento de los desórdenes.
En nuestro país, los medios oficiales, especialmente los televisivos, realizan comentarios contrarios a lo que ocurre y poyan expresamente a Correa. Reproducen expresiones como "democracia contra corporaciones" y asignan al proceso un contenido no político sino a un reclamo por lo que, aseguran, es un recorte material a ciertas prerrogativas clásicas de las Fuerzas.
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