jueves, 30 de septiembre de 2010

MEAN FUERA DEL TARRO


LOS KIRCHNER COMETEN UN GRAVÍSIMO ERROR Y EQUIVOCAN EL CAMINO
Nuevamente el matrimonio presidencial persiste en repetir por milésima vez, un grave error, llevando al país a una encrucijada de impredecibles y peligrosas consecuencias.
Nuevamente equivocan el camino para el logro de sus objetivos, olvidándose que el escenario político ha cambiado el 28 de junio del año pasado.
Ese día los Kirchner perdieron el poder hegemónico sin límites que gozaban desde ya varias décadas y entraron a un clima político de pseudo democracia. Una democracia que nació en el año 1983 y que fue afirmándose a lo largo de varios gobiernos desde ese año y que la actual gestión gubernamental, no solo no supo continuar, sino que empezó a involucionar.
En su desesperación de ver limitado y controlado su poder, emplean métodos y procedimientos absolutamente reñidos con un sistema democrático. Es el temor al futuro, que cada vez se hace más evidente a medida que van perdiendo el poder omnímodo y discrecionalidad en sus acciones. Saben que su porvenir es más que negro cuando dejen sus cargos y pierdan sus fueros.
Su objetivo es mantenerse y aferrarse al poder a cualquier costo.
Para ello no hesitan en atentar contra la República al arremeter contra uno de los Poderes del Estado. Ven que el Poder Judicial no los acompaña en sus disparates gubernamentales y en la sucesión cada vez más numerosos de sus gruesos errores.
El ataque que se inició en diciembre del año pasado, fue incrementándose progresivamente, primero con violencia y descalificaciones verbales, hasta desembocar en la presente semana en la cual la Corte Suprema de Justicia denuncia públicamente, un recorte de los fondos en su ya magro presupuesto anual, hasta la movilización de militantes kirchneristas para ejercer presión directa frente el palacio de los Tribunales.
Esta movilización que reunió del orden de 20.000 militantes del oficialismo, en la cual estuvieron presentes varios funcionarios estatales, representantes de organizaciones sociales y artistas, fue encabezada por una de las figuras más controvertidas y repudiadas por la mayoría del pueblo argentino: la impresentable presidente de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Le cupo el “privilegio” de pronunciar el discurso de cierre del acto, desde un gigantesco escenario montado a tal efecto en la plaza Lavalle.
No es necesario hacer la presentación de la Sra. Bonafini. Simplemente recordar que fue la madre de dos guerrilleros revolucionarios que desaparecieron durante el gobierno militar. Lo llamativo de esta madre es que reconoce que sus hijos fueron guerrilleros que buscaban mediante el uso de las armas y la violencia, derribar el gobierno y que se ufana, reivindica e insta a utilizar ese proceder.
Pero lo más insólito y llamativo de ese acto fue el discurso de esta Sra. Con un lenguaje soez, absolutamente irreproducible por los insultos e improperios expresados, constituyó lisa y llanamente un “escrache” multitudinario contra la CSJ y el Poder Judicial en general, con amenazas concretas e incitación a la violencia.
En su mensaje lleno de odio y rencor, arengó descontroladamente a los manifestantes a tomar el Palacio de los Tribunales si la Ley de Medios no fuera aprobada por la CSJ.
El hecho constituyó un hecho gravísimo y absolutamente insólito, pese a que de Bonafini podía esperarse cualquier cosa. Una verdadera instigación a la violencia física que constituyó claramente una apología al delito.
Un grave retroceso en nuestra débil democracia.
Ninguna voz oficial se escuchó parta repudiar los hechos. No hubo ningún pronunciamiento oficial. Silencio total en la Casa Rosada.
“Nuestra” siempre verborrágica, locuaz y dicharachera presidente, que siempre habla cuando no tiene que hablar, en esta ocasión evitó el tema. Inclusive el sumiso y adulón Jefe de Gabinete, el defensor oficial de las cosas indefendibles, no se animó a dar la cara.
Pero los argentinos no debemos equivocarnos, la Bonafini, Moreno, DÉlía, Milagros Salas son solo algunos de los personajes que representan las convicciones y el sentir de la pareja presidencial. Estos personajes impresentables encarnan a los Kirchner.
Estos son los que nos hacen conocidos y tristemente “famosos” en el exterior.
Afortunadamente los argentinos ya los conocen perfectamente y este nuevo gravísimo desatino del gobierno de Cristina, recibió un repudio generalizado de todos los sectores del quehacer nacional. El rechazo al ataque de Bonafini fue unánime.
Los Kirchner vuelven a cometer un gravísimo error y vuelven a equivocar el camino. Estos procedimientos no son en absoluto democráticos. La ciudadanía está cada vez más lejos de los delirios y torpezas del desquiciado matrimonio.
Ello es bueno para la democracia y para el país. Pero lamentablemente no aleja el peligro de futuros estallidos de violencia y enfrentamientos de argentinos contra argentinos.

30-Sep-10 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

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