miércoles, 13 de julio de 2011
EL MUERTO DEL TUERTO
EL MUERTO QUE CARGA EL TUERTO
Elisa Carrió declaró en el juicio oral por la muerte de Raúl Espinosa y apuntan a empresarios de Conarpesa
Con el turbio telón de fondo del submundo de las empresas pesqueras en el escenario, Elisa Carrió pasó por el juicio que trata de dilucidar quién y por qué mató al empresario Raúl Espinosa.
(OPI Chubut) – Elisa Carrió llegó a Chubut con una fuerte custodia para dar su testimonio en el juicio oral que se lleva adelante por décimo día, por la muerte de Raúl Espinosa, asesinato que la legisladora del ARI había cargado a la mafia pesquera, a Conarpesa y su vinculación con Néstor Kirchner. Tal como lo relata muy bien el portal Rawsonline hoy, su testimonio, dijeron fuentes de la querella que representa a Lorena Gabarrús, esposa de espinosa, es “determinante” para solicitar la convocatoria de Héctor Antonio y de Juan Alvarez Cornejo y Fernando Alvarez Castellano, medida que podría pedirse al Tribunal durante los alegatos finales del proceso.
Dos de los hijos del asesinado hombre de la pesca, cargaron dudas sobre la actuación de los ex-socios de Espinosa en la pesquera “San Isidro” y otros dos testigos se desdijeron y quedaron a un paso de ser imputados por falso testimonio.
Carrió llegó con una extensa comitiva y declaró durante 50 minutos. En su exposición, pletórica de alusiones sobre su persona, primero; y sobre Néstor Kirchner, después, la actual diputada nacional y candidata a Presidente por la Coalición Cívica, definió a Espinosa como “un personaje de película”, que se habría comprometido a “enviar pruebas” sobre las acusaciones que derramó la víctima en la entrevista que mantuvieron alrededor de los procesos de entrega de licencias de permisos de pesca en Chubut y Santa Cruz, como asimismo sobre las prácticas depredatorias de la merluza hubbsi, asociada a la captura del calamar.
Para Carrió, el posible móvil del crimen es la disputa alrededor de los permisos de pesca que poseía “San Isidro” y en ese contexto detalló la posterior compra de los derechos que poseían la primera esposa del empresario, Alicia Martínez y los hijos que Espinosa tuvo con ella, por parte de “Confin”, una empresa con la que vinculó a Héctor Antonio.
La legisladora sostuvo en un tramo de sus declaraciones frente al Tribunal que “en Puerto Madryn todo el mundo sabe” lo que sucedió en el asesinato de Espinosa. Detalló también -después de un largo repaso por sus desdichas personales relacionadas con la actividad política, que leyó “todo el expediente” antes de entrevistar a Lorena Gabarrús, una conversación que “tengo grabada”, precisó. “También tengo grabados mensajes que dejó Juan Alvarez Castellano, en un (teléfono con) fax que tenía en mi casa, donde decía que su padre había mandado matar a Espinosa”, agregó.
Según la dirigente, Gabarrús le dijo también que Espinosa había aportado “60 mil dólares para la campaña de Néstor Kirchner” y que el extinto había mantenido una conversación con el hoy ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, sobre las actividades de Conarpesa. “Ella creía que esa información la usó De Vido para sacar más plata a Conarpesa”, indicó luego.
“Creí que el pueblo de Chubut merecía justicia, por que si no cualquiera puede matar a cualquiera a través de sicarios, sin que pase nada”, subrayó al explicar los motivos por los que se involucró a fondo en la investigación, a la cual “nunca quise politizar”, por que “había un muerto y con los muertos no se hace política”, afirmó.
Repasó Carrió en extenso y en detalle su conversación con Espinosa, que “fue pública” y en las instalaciones de San Isidro. “Parecía un capitán de barco, gesticulaba, era muy simpático, gritaba y se enojaba”, dijo al describir la expansiva personalidad de la víctima. “Me dijo: ´este país chorrea para afuera´” al responderle a una consulta sobre “la droga” vinculada a las actividades pesqueras.
En aquella conversación, Espinosa habló además de la existencia “de coimas en los permisos de pesca en Chubut y en Santa Cruz”. Contó también que se llevó, aparte de la información, “dos cajas de langostinos” obsequiadas por Espinosa. “Los comimos esa misma noche y estaban riquísimos”, dijo para envidia del Tribunal y de los cronistas, que a esa hora comenzaban a sentir los efectos de la larga mañana en sus estómagos.
La encargada de colectar las pruebas que había ofrecido el empresario, “era Graciela Ocaña” quien “después se fue con el Gobierno”. Pero esas pruebas nunca llegarían. “No sé en qué lugar estaba haciendo campaña y aparecí en una foto del diario Clarín, saliendo de San Isidro con Espinosa. Quedé conmovida porque Espinosa debía aportarnos las pruebas y eso pesó sobre mi conciencia de una manera terrible”, recordó al hablar acerca del modo en el que se enteró del asesinato de aquel “capitán de barco” que parecía “sacado de las películas”.
Más allá de su afán evidentísimo por colocar a Néstor Kirchner y al kirchnerismo en el marco de la investigación, para los abogados querellantes el
testimonio de la candidata a Presidente de la Coalición Cívica, refuerza “indicios y probabilidades” que ameritan la convocatoria de los empresarios Héctor Antonio, Juan Alvarez Cornejo y Fernando Alvarez Castellano. “Por lo menos, que vengan a juicio y digan que no lo hicieron”, precisó uno de los letrados en un diálogo exclusivo con Rawsonline. (Agencia OPI Chubut)
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