lunes, 11 de agosto de 2008

DESVARIO EN EL AIRE

AEROLINEAS ARGENTINAS OTRO DESVARIO


SERVICIO PUBLICO SIN PUBLICO SERVICIO
O LA VUELTA AL ESTATISMO?




El gobierno nacional, inmediatamente después del fracaso de tratar de incrementar a límites desopilantes y confiscatorios los impuestos a la exportación de cereales, se ha planteado un nuevo desafío a la inteligencia y al sentido común, al procurar la estatización de una empresa virtualmente en quiebra como Aerolíneas Argentinas.-

Resulta casi imposible imaginar las razones de semejante despropósito, como no sean motivaciones ocultas y/o espúrias, que determinen hacerse cargo de una deuda de OCHOCIENTOS NOVENTA MILLONES DE DOLARES (U$A 890.000.000) y liberar a los prestadores privados de sus responsabilidades económicas y de las mismas autoridades que hoy proponen la reestatizacion que durante más de 5 años incumplieron sus obligaciones de contralor de la empresa.-

De concretarse la propuesta del “Gobierno Kirchner” se habrá iniciado el retorno al “estado tonto” que compra deudas y, en este caso, chatarra aérea.- De prosperar la iniciativa , implicara hacerse cargo el Estado de 9.200 nuevos empleados públicos agrupados en siete gremios de los cuales cinco de ellos contribuyeron al vaciamiento de los activos de la empresa, apoyando la gestión de Marzans y erosionando el servicio publico aéreo con disputas corporativas que deparo, a alguno de sus dirigentes.- Primero formando parte del directorio de Aerolíneas Argentinas y, más luego, estar sentado en el Congreso como diputado de la Nación para su propio provecho y promover, ahora, la reestatización de una empresa que el mismo personaje ayudó a deteriorar.

Como si esto no fuera suficiente para rechazar la pretensión estatizante, la empresa ha quedado desprestigiada comercialmente y desahuciada de los catálogos de las principales operadoras de turismo y viajes por sus innumerables incumplimientos de horarios y prestaciones, sus huelgas salvajes y sobre venta de pasajes entre otras prácticas para lo cual bueno sería tener presente que: El que pierde el crédito una vez, nada le queda por perder.- (Lucio Séneca).

Desprestigio que resultara, estimo, sumamente improbable pueda ser revertido ya que seria gestionada por los mismos dirigentes corporativos que contribuyeron al estado de deterioro extremo que Aerolíneas Argentinas exhibe hoy. Lo pretenden, bajo excusa de salvar los puestos de trabajo que ellos degradaron bajo la práctica rutinaria del conflicto permanente en una acción funcional a los espurios intereses del grupo empresario que vació de activos la empresa y ahora promueve y pacta la transferencia de su deuda al Estado.-

Hay que admitir que en su momento, durante la década de los ’90, el peor error no se cometió, como sería el haber continuado con los servicios y empresas públicas formando parte del público servicio prestado por el Estado.- Este sistema de prestaciones a cargo del estado, que hoy se quiere “reimponer”, había demostrado ya en 1989, con Alfonsín en el gobierno, que su capacidad operativa era nula, de nulidad absoluta.-

Debido a ello, y a riesgo de asumir que “es mas difícil desengañar que engañar” (1), es aconsejable diferenciar el concepto de “servicio público” que es el conjunto de actividades que tienen por finalidad satisfacer necesidades fundamentales de la sociedad de manera continua, uniforme y en condiciones de igualdad, del nominado “público servicio” que es aquel que desarrolla el Estado o sus entes o empresas descentralizadas pudiendo o no ser un servicio público.- En el primer concepto lo calificante es el servicio, en el segundo el prestador.-

Como consecuencia de las estatizaciones operadas en nuestro país a partir del gobierno de Hipólito Irigoyen se terminó por identificar, erróneamente, ambos conceptos a punto tal que en la posguerra no existía otra posibilidad que los servicios públicos, salvo contadas excepciones, fueron explotados por el Estado. Ello generó una entendible, mas no justificante, confusión de identificar “servicio público” con “público servicio” y, a la cual hoy, el gobierno parece empecinado en profundizar, persistiendo en el error. -

Se sabe, salvo ignorancia supina, que históricamente no fue así.- En efecto, la mayoría de los servicios públicos fundamentales para el desarrollo del país, se implementaron mediante el sistema de concesiones privadas. Por ello, lo que se presenta ahora como una actitud “transgresora” en la década de los ’90, fue el resultado de un análisis de la realidad desprovisto de la dogmatización de los instrumentos, a la que es tan afecta gran parte de la dirigencia argentina y que ve, en el Estado, un botín. Cuanto mas grande mejor!

Si bien el proceso hiperinflacionario terminó por destruir la política del servicio público estatizado, basado en el déficit y la no rentabilidad, la apertura de la Argentina al mercado del mundo plantea, también, la necesidad de incorporar, como requisito exigible del servicio público, la garantía de eficiencia y de calidad en el mismo que el Estado argentino ha dado suficientes muestras de su imposibilidad de poder concretarlo.-

Este nuevo ingrediente, que la sociedad en tanto consumidora exige, tiene sustento en la Constitución reformada en 1994.- Ahí se reconoce en el art. 42, que el derecho al consumo debe darse en “condiciones de trato equitativo y digno”.- Ello hace imperioso que cualquier proyecto sobre explotación de servicio publico garantice, al menos con igual intensidad, que el declarado fin de procurar un “salvataje” (¿?) que deparara, inexorablemente, el incremento de la planta estatal en 9.200 personas a razón de mil ciento cincuenta (1150) por avión teniendo en consideración que a Aerolíneas Argentinas le han quedado solo 8 aviones.

A estas consecuencias del absurdo “salvataje” habrá que sumarle el costo operativo deficitario de la empresa que supera los TREINTA MILLONES DE DOLARES mensuales, más de UN MILLON DE DOLARES diarios, según las estimaciones más optimistas realizadas por los propios funcionarios (Jaime, Basteiro, etc.) corresponsables del vaciamiento y la debacle de Aerolíneas Argentinas.-

En definitiva, el presente demanda perfeccionar y mejorar el sistema de explotación de los servicios públicos mediante las, funcionamiento para utilidad y confort de los usuarios. Esto, salvo mejor opinión, aparece incompatible con el proyecto oficial de comprar millonaria deuda privada en dólares y material aéreo escaso y mayoritariamente deteriorado.-

Aquellas premisas de sana administración, que redundan en beneficio del progreso social y económico del país, están siendo puestas en riesgo por los nostálgicos del estado elefantiásico, inflacionario y prebendario mediante una re-estatización inoportuna e inconveniente.-



Dr. Gustavo Demarchi.-




1.- Napoleón Bonaparte

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