2 de agosto de 2008, Cristina Fernandez
PERIODISTA.- Buenas tardes. Señora Presidenta: quería saber, dada la intervención de área que hace el Banco Central en el mercado cambiario, ¿qué ideal de banda de valor de la moneda argentina está manejando usted y el Gobierno oficialmente? ¿Dónde quiere que esté el valor de la moneda? Y hacia delante, este año, la política de usted para fomentar la inversión en el país ve una tendencia hacia DEPRECIACIÓN O APRECIACIÓN, cuál es lo ideal para las exportaciones y los sectores de exportadores en el país?
PRESIDENTA.- SI YO PUDIERA MANEJAR LA MONEDA ARGENTINA y cualquier otra moneda del mundo, LE ASEGURO QUE NO ESTARÍA ACÁ, en Olivos, estaría en algún otro lugar. Realmente usted conoce de la autonomía del Banco Central [..] Así que, en realidad, la respuesta es que esto es un régimen administrado por el Banco Central y con PLENA AUTONOMIA y que, por lo tanto, no hay un tipo de cambio presidencial, no hay un tipo de cambio que le guste o le deje de gustar a la Presidenta. Me parece que debe seguir manejándose en la forma en que se ha venido haciendo que ha permitido, reitero, acumulación de reservas más que importantes en nuestro Banco Central y solidez a todo el sistema financiero nacional. Gracias.
1 de mayo de 1952, Juan Domingo Perón
Pero, en el orden interno, la economía social de nuestra doctrina establece que LA MONEDA ES UN SERVICIO PUBLICO que crece o decrece, se valoriza o desvaloriza en razón directa de la riqueza que produce el trabajo de la nación. El dinero tiene para nosotros un solo respaldo eficaz y real: la riqueza que se crea por el trabajo. [...] El peso no vale -como ninguna otra moneda- por el oro que se adquiere con él, sino por la cantidad de bienestar que pueden comprar con él los hombres que trabajan. [...]ni el oro ni el dólar engendran la riqueza. En términos de economía social, es necesario establecerlo definitivamente: la única moneda que vale para nosotros es el trabajo y son los bienes de producción que nacen del trabajo. La valorización peronista de la moneda no tiene como efecto final el incremento de los capitales, sino el aumento del poder adquisitivo de los salarios. Los salarios tienen mayor poder adquisitivo no en la medida del valor del peso sino en la medida en que el trabajo que se paga con aquellos salarios produce bienes útiles a la comunidad.
Para realizar todo esto, la República Argentina ha tomado plena posesión de su moneda convirtiéndola en un SIMPLE SERVICIO PUBLICO y, aun cuando a algunas mentalidades capitalistas esto les suene a desplante de herejía, podemos decir lisa y llanamente que LOS ARGENTINOS HACEMOS LO QUE QUEREMOS CON NUESTRA MONEDA, supeditando su valor al bienestar de nuestro pueblo. [...] Nosotros DESVALORIZAMOS EL PESO ARGENTINO Y ASI COMPRAMOS TODO LO QUE ERA NUESTRO y todos los capitales que ahora producen y sustentan nuestro bienestar [...] La prueba que da valor a nuestra reforma monetaria está en las cifras de nuestra situación. Desde diciembre de 1946 a diciembre de 1951 nuestra circulación monetaria aumentó, mientras que LAS RESERVAS DE ORO Y DIVISAS DISMINUYERON; pero, en cambio, REPATRIAMOS NUESTRA DEUDA EXTERNA, NACIONALIZAMOS EMPRESAS Y SERVICIOS PÚBLICOS, AMPLIAMOS EL TONELAJE DE NUESTRA FLOTA MERCANTE poniéndola entre las primeras del mundo; crearnos nuestra FLOTA COMERCIAL AÉREA; INDUSTRIALIZAMOS EL PAÍS CON MÁS DE 20. 000 INDUSTRIAS NUEVAS; la renta nacional aumentó, y todo esto es riqueza auténtica y son valores materiales que siguen produciendo la riqueza que después SE DISTRIBUYE EN EL PUEBLO por los caminos abiertos de la justicia social.
martes, 5 de agosto de 2008
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