domingo, 3 de agosto de 2008

PLAN DE ESKAPE

PLAN DE ESCAPE Por Carlos Manuel Acuña En sectores sindicales del máximo nivel y en un selecto grupo de funcionarios privilegiados por su proximidad al poder, se especula desde hace algunos días y con más intensidad desde fines de la semana pasada, con la posibilidad de una salida apresurada del gobierno por parte del matrimonio que está a cargo de los destinos del País. Esta actitud eventualmente conjunta pese a las hondas diferencias que han surgido entre la presidente Cristina Fernández de Kirchner y su marido Néstor - diferencias que hasta llegaron a violentas exteriorizaciones como sucedió durante la madrugada en que el Senado rechazó las retenciones móviles - habrían sido conversadas con bastante detalle entre dos personajes representativos de la Guerra Revolucionaria de los años setenta: el ahora diputado nacional Kunkel y el agente de inteligencia Horacio Verbitsky, quienes habrían sostenido que Néstor no quiere ni debe irse sin dejar un hondo recuerdo en la sociedad argentina, recuerdo que le serviría, entre otras cosas, para justificar el estruendoso fracaso de su "modelo". La concepción del proceso que pondrían en marcha coincidiría, además, con su ya reconocida alteración psicológica que no admite la derrota ni acepta las más mínima disidiencia respecto de su ideologizada y excluyente forma de lo que deben ser los actos de gobierno. En tal sentido, algunos de los personajes del oficialismo que con lógica reserva no ocultan su creciente preocupación, sostienen que una de las variantes del proyecto de "escape" consiste en instalarse en la residencia que los Kirchner poseen en El Calafate, a la espera de que el desborde de los acontecimientos les ofrezca la oportunidad de maniobrar con miras a una "operación retorno" que luego pueda aceptarse como mal menor frente a un estado de generalizada anarquía. La otra variante - tal vez la más realista - consiste en un alejamiento liso y llano hacia un tercer país del continente que podría ser Venezuela, Brasil o en última instancia, saltar a Europa y pedir asilo en España, pero siempre en medio de una situación caótica y violenta que sirva como justificatorio telón de fondo. La creación de un gobierno en el exilio, ayudaría al proyecto que posee ciertas facetas todavía ocultas. Quienes conocen estas intimidades aseguran que en determinados países ya se hicieron exploraciones bastante profundas respecto de este paso que modificaría profundamente el escenario político e institucional de la Argentina y que la conversación entre el influyente Verbitsky y el también montonero Kunkel habría girado sobre ciertas alternativas juzgadas por quienes llegaron a conocerlas, como extremadamente riesgosas e inéditas en situaciones parecidas que ocurrieron en el pasado en distintas épocas, latitudes y regímenes. Esto sería así pues como parte de un proyecto más amplio cuyos primeros pasos ocurrieron hace unas horas en la ciudad de Córdoba donde se desarrollaron "planes de ensayo" fogoneados por jóvenes kirchneristas que nada tienen que ver con los jubilados, hoy la Casa Rosada estudia la posibilidad que el "plan de escape" coincida con la puesta en libertad de miles de presos comunes condenados por delitos diversos pero caracterizados por su alta peligrosidad. En la actualidad, los delincuentes seleccionados cumplen sus condenas tanto en cárceles federales o provinciales pero ubicadas en las cercanías de centros urbanos de importancia como Olmos, en La Plata, Batán, a minutos del centro de Mar del Plata, Las Rosas, en la provincia de Santa Fe e institutos próximos a Rosario y otras ciudades, con lo cual el problema que se generaría se extendería a lo largo y lo ancho de todo el país pero con mayor intensidad en centros considerados estratégicos para poder coordinar acciones posteriores cuyos alcances se desconocen. Lo concreto sería que el plan apuntaría a distraer la acción de las fuerzas de Seguridad y Policiales, atento que las Fuerzas Armadas están impedidas de actuar por ley. Además, por aquello de que elmal ejemplo siempre cunde, surgirían rebeliones en otros liugares de detención que mantendrían aferradas a las Fuerzas. Quienes conocen con una mayor profundidad este asunto sostienen, con razón, que la idea puede vincularse con la vocación "garantista" que el kirchnerismo puso de manifiesto desde un principio con la reforma de los Códigos - especialmente el Penal y de Procedimientos - que privilegia a los delincuentes, limita la tarea policial y es una de las causas del crecimiento de la inseguridad que está instalada en todos los rincones. Si este proyecto llegara a prosperar tal como ha sido conversado, explicaría la intención nunca abandonada de prohibir la tenencia de armas por parte de los civiles, la entrega de armas y autorizaciones para su portación a piqueteros fieles al gobierno y a organizaciones de izquierda y a sectores especializados en este tipo de tareas. Todo lo que dejamos mencionado está más allá de las simples versiones o rumores y los trascendidos que alimentan esta posibilidad se deben a que personas más sensatas pese a su inclusión en el kirchnerismo, se percatan de las graves consecuencias que se derivarían de este "plan de escape" que, sin duda, sería histórico, lo complicaría severamente y le daría la razón a aquellos especialistas que sostienen que "Kirchner, lo que no puede dominar, lo incendia". Entre tanto, otros rumores con idéntica capacidad de acerto, hablan de una próxima insistencia gubernamental en favor de volver a las retenciones que ya dejaron de ser un problema sectorial y a la objetiva realidad indicativa de que el gobierno, empecinado en contener las exportaciones para acumular bienes de consumo cuya salida a la plaza disminuya los precios internos, se quedará sin recursos para atender los subsidios que ya deja de pagar, de fondos para atender a amplios sectores que los reciben para integrar el clientelismo político y que obviamente, reaccionarán cuando no les llegue los dineros a los que están acostumbrados. __._,_.___

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