domingo, 3 de agosto de 2008

IMAGEN

LO QUE CRISTINA DEBERÍA HACER PARA MEJORAR

LA IMAGEN DE SU ALICAÍDO GOBIERNO.



No hay registros en la historia de nuestro país de un gobierno que se haya desgastado tanto en tan poco tiempo. La popularidad de la presidente ha caído casi verticalmente y está prácticamente por el piso.



Cristina Fernández de Kirchner sin lugar a dudas va por un pésimo camino que no puede menos que terminar en una verdadera tragedia, no solo para ella, sino para todo el país.



Y lo realmente penoso es que una de las primeras medidas que debería adoptar, está prácticamente a la vista de hasta el más distraído de los ciudadanos: renovar su tan polémico gabinete y tomar distancias de aquellos personajes que son la voz extraoficial del gobierno.



Si no se renueva el gabinete será indefectiblemente más de lo mismo. Es casi una fórmula matemática.



Y tomar distancias de todos aquellos que hasta ahora representaban de una u otra manera el pensar del gobierno, pero con su personal y propia impronta, siempre negativa.



Entre estos controvertidos personajes, que producen un rechazo espontáneo e inmediato, podemos mencionar a Moreno, D´Elía, Aníbal Fernández, De Vido, Jaime, Pérsico, Bonafini, Kunkel, entre otros muchos más.



Pero de todos ellos hay uno que se distinguió netamente de todos estos impresentables, verdaderos ejemplos de lo que no se debe ser o hacer en un régimen democrático.



El que más hizo para deslucir, deteriorar, menoscabar, trabar y perjudicar la gestión de la presidente es indudablemente su esposo, el ex presidente Kirchner.



Antes de la asunción de Cristina a la primera magistratura, ya los analistas vaticinaban que este enroque difícilmente iba a funcionar.



No era posible separar exitosamente el contrato matrimonial del contrato político.



En los primeras semanas de su gestión, parecía que Cristina iba imponer un estilo mas democrático, flexible, conciliador y dialoguista. Ella misma lo anunció o lo dejó traslucir en varias ocasiones. Pero no fue así. Su presunta intensión fue neutralizada por su cónyuge. Se sabe que ello originó violentas reacciones y peleas en la intimidad del matrimonio. Cristina no supo o no sabe como solucionar la terquedad, el empecinamiento y la ingerencia de su esposo en sus decisiones. Lo concreto en los hechos, es que Cristina es la fiel continuación del estilo de Kirchner.



El mismo monstruo político con dos caras diferentes.



La editorial de un importante matutino destaca las graves falencias de la personalidad de Kirchner y prácticamente la ausencia de un espíritu democrático en sus razonamientos (ref. 1). Sencillamente es difícil de comprender que una persona de esas características haya conducido los destinos de nuestra Patria.



No sabemos si aún existe la Casa Militar de la Presidencia de la Nación después del desquicio institucional realizado por la gestión de los Kirchner .



Pero de existir, sería no solo conveniente, sino absolutamente necesario, ordenar al Jefe de la Casa Militar, tal como se hizo en la década del 90, que desaloje a su esposo de la residencia presidencial de Olivos, impida su ingreso y se lo exilie a su vivienda en la localidad de Calafate.



Obviamente el párrafo precedente es simplemente una chanza, pero contiene un fondo de verdad incuestionable.



Es absolutamente imprescindible apartar al ex presidente de las decisiones gubernamentales. De no ser así, el éxito de Cristina se vería seriamente comprometido.



Y lamentablemente la suerte de Cristina es la suerte del país.



29-Jul-08

Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL

alfredo@weinstabl. com.ar



NOTAS:


(1) Editorial del diario “La Nación” del 28-07-08

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