jueves, 1 de abril de 2010

IMPUNES


La táctica del gobierno es no reconocer la inflación para no inflar expectativas

Por Guillermo Cherashny

Todo el ambiente político se pregunta por la obstinación del gobierno en negar la inflación y la respuesta es que el oficialismo piensa que las expectativas son un ingrediente nocivo en un proceso inflacionario. Pero ignoran que la alta inflación que vivimos es totalmente real y puede superar el 30% anual y generar entonces una expectativa mayor, aunque el gobierno lo niegue y les prohíba a los funcionarios hablar sobre ello. El reciente convenio salarial firmado por los bancarios para un aumento de 23,5% en el año genera expectativas alimentadas por el gobierno, cuando el ministro de Trabajo Carlos Tomada dice que en la negociación salarial no hay pisos ni techos.

En el día de ayer se dio la curiosidad de que Hugo Moyano citara a los ejecutivos de las cerealeras más importantes para cerrar un acuerdo con una cooperativa de aceiteros, changarines y transportistas, que finalmente terminó en un aumento del 27%, que sea tenido en cuenta para el año próximo. De este modo se levantó el paro de 10 días en el puerto de Rosario.

Justo ayer, la Cámara de Comercio China instó a otros países a no comprar el aceite de soja argentino, cuyas exportaciones totalizan cerca de los U$S 2.000 millones, por las medidas antidumping de productos chinos que impusieron la Ministra de Producción, Débora Giorgi, y el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a pedido de industriales locales y brasileños. Esto se suma al reciente plantón -cercano al absurdo- de la Presidente al primer ministro chino al suspender aquélla una visita de estado por miedo a un "golpe" de Julio Cobos. Mientras tanto, la tonelada de soja en Chicago bajaba a U$S 341 y con tendencia a bajar aún más por las cosechas record en nuestro país, Brasil y los Estados Unidos. Como dijimos, el gobierno quiere mantener clavado el dólar para que haya menos inflación y al productor sojero se le viene entonces encima otra oportunidad que puede perderse.

Como se ve, este gobierno es un campeón en oportunidades perdidas, como fue la reciente prohibición de exportar carne, que no bajó el precio, pero motivó una protesta del gobierno alemán por falta de entrega de la carne exportada. Una vergüenza.

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