domingo, 5 de septiembre de 2010

ABANDONO DE PERSONA



“Los verdaderos héroes de la historia son las personas comunes”
Jules Michelet

Por Malú Kikuchi (5/9/10)



De acuerdo al código penal , capítulo I, De los delitos contra la vida, artículo 106: “El que pusiere en peligro la vida o la salud del otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona […] será reprimido con prisión de 6 meses a 3 años.”

Continúa, “La pena será de prisión o reclusión de 3 a 6 años, si a consecuencia del abandono resultare un grave daño en el cuerpo o en la salud de la víctima. Si ocurriere la muerte, la pena será de 3 a 10 años de reclusión o prisión”.

¿Qué pena de prisión merecen los que nos dejan abandonados, heridos, incluso muertos? No me refiero a los delincuentes sino a los que permiten la delincuencia. En este caso a los 3 poderes del estado, que en diferentes medidas, son responsables de la inseguridad.

El 1/9/10, se debía tratar en la cámara de diputados el tema de la inseguridad con respecto a las salideras bancarias, que tanta muerte, heridas y disgustos nos han dado y nos seguirán dando. No se pudo.

¿Por qué, si el arco opositor es mayoritario y estaba de acuerdo con el oficialismo para tratarlo? Los del FPV, temiendo que de refilón también se colaron otros temas que no les convenían, una vez más, y ya van demasiadas, madrugaron a los opositores. A ver si entre todos los que no votamos K, hacemos una vaquita y les compramos un enorme y sonoro despertador.

¿Qué pasó? Algunos diputados de la oposición, bien intencionados, pero ingenuos, estaban en una comisión de turismo (¿todavía no aprendieron que con los K la ingenuidad es un pecado mortal?), otros, vanidosos, hacían notas con los medios y llegaron 5 minutos tarde a la sesión. Otros, por el clima, no pudieron viajar.

Desde que el oficialismo es minoría (10/12/09) se apega estrictamente a las reglas y en particular al reloj. En concreto, se levantó la sesión y no se trató la salidera bancaria. Resultado: la gente que se jorobe. Isidro Buzali, murió en vano.

Nos toman el pelo, se burlan, se ríen de nosotros, les importamos sólo cuando se acercan las elecciones. El resto del tiempo están preocupados y ocupados en cosas fundamentales para la patria: viajes, Twitter, invento de causas, cambiar la historia, insultar a casi todos, el lujoso vestuario presidencial, interminables e incomprensibles discursos por cadena nacional (eso si, sin leer) y otros hechos igualmente imprescindibles.

¿Y nosotros? Los sufridos ciudadanos que los mantenemos con nuestros impuestos (que despilfarran), y nosotros, ¿qué? La especialidad del gobierno K, el plato de la casa, diría un restaurante, es el abandono de persona. Los argentinos hemos sido abandonados.

Por supuesto que la inseguridad tiene múltiples razones y muy difíciles de erradicar. Pero todas esas razones dependen del gobierno. La pobreza, la corrupción, la droga, la marginalidad, la educación deficiente, el desempleo, todos estos temas dependen del gobierno.

Este gobierno no puede echarle la culpa a “la pesada herencia recibida”, hace 7 años que están en el poder y la situación en todas las áreas antes mencionadas ha empeorado. Desde el 25/5/03, hay K. Y con K hay menos ricos, pero mucho más ricos y hay muchos más pobres, muy pobres. Y mucha más inseguridad, a pesar de Aníbal Fernández.

El gobierno K, adalid de los DDHH parece que no ha leído lo que dice la Comisión Interamericana de DDHH, sobre la seguridad individual y los DDHH, artículo 35: “Obligación de respetar, proteger, asegurar y promover el derecho a la seguridad”.

Tampoco han leído y Argentina forma parte, las obligaciones de los Estados que conforman la Convención Americana que “protege los derechos a la vida (artículo 4), a la integridad física (artículo 5), y a la libertad (artículo 7).

Como dijo el hermano de Matías Píparo (tío del bebé Isidro asesinado en una salidera bancaria): “la inseguridad no está en la agenda de los políticos”. Es dolorosamente cierto. La gente no muere por el tema Papel Prensa, ni por la guerra entre K y Magnetto, la gente muere por culpa de la violencia y contra eso no hacen nada.

A tal punto no hacen anda que dice Buzali, el padre de Isidro (el bebé asesinado que sólo vivió una semana), que el gobernador de la provincia más poderosa del país, la más grande, la más poblada, le confesó que en materia “seguridad, tiene las manos atadas”.

¡Que se las desate! Este es un país federal. Las provincias deben ser autónomas. Y si las tiene atadas, cuénteselo a la gente, la gente lo va a apoyar. Lo que no puede permitir es que nos sigan asesinando, secuestrando, robando, asaltando, violando, aterrorizando. No puede escudarse en que no lo dejan, Su obligación es cuidarnos y protegernos.

Al gobierno K le fascinan los 70. Como adolescentes que se niegan a crecer, tardíos y poco agraciados Peter Pan, usan la década terrible a su antojo. Del horror de los 70 deberían rescatar una frase que popularizaron los terroristas: “la violencia de arriba engendra la violencia de abajo”. Los K son violentos, los argentinos sufrimos esa violencia.

Si los K y todos aquellos que conforman y usan en beneficio propio al FPV, no hacen algo YA, serio y eficiente con respecto a la inseguridad que padecemos los que habitamos este desdichado país en franca decadencia, hagamos una formal demanda judicial.

El pueblo argentino acusa al gobierno de la nación, a los gobiernos provinciales y a los gobiernos municipales, del delito de “abandono de persona”. Están todos ellos encuadrados en el artículo 106 del código penal. Hemos sido abandonados y estamos en estado de indefensión.

Los delincuentes son dueños de la calle, de nuestras viviendas, de nuestros autos, de nuestras zapatillas, ¡hasta de una bolsa de pan! Ayer asaltaron a una anciana y después de fracturarle el malar con la culata de un arma, le robaron $20 y una bolsa de pan. ¡Argentina K!

Los delincuentes son dueños de nuestras vidas. El gobierno lo permite, cuenta con la ayuda de jueces mal enseñados y peor aprendidos, enganchados en una demencial teoría abolicionista del código penal. Mientras, a nosotros, nos matan.

Si llegamos con vida a las primarias, 14/8/11, y si somos en serio muy afortunados y seguimos vivos en octubre 2011, recuerde que hay presidenciales. Nosotros podemos cambiar Argentina. ¡Hagámoslo!

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