domingo, 12 de septiembre de 2010

BUENA FORTUNA


QUE BUENA FORTUNA LA DE LOS KIRCHNER!
La palabra “fortuna” tiene varias acepciones previstas en el diccionario de la Real Academia Española. Entre ellas quiero destacar dos de estas: aquel que tiene riqueza o éxito y la otra, la buena suerte.
Al matrimonio presidencial le comprenden las dos acepciones.
Nadie puede negar la inmensa capacidad de los Kirchner para multiplicar hasta cifras casi siderales, su patrimonio personal en solo un poco más de siete años en desde su asunción a la primera magistratura del país: en el año 2003 cuando llegaron a la Casa Rosada reconocieron poseer un patrimonio de $ 6.851.810.-
Este año la presidenta Cristina Kirchner entregó su última declaración correspondiente al 2009 y juró tener $ 55.537.290.-
En el último año crecieron en un 158% y desde que llegaron al poder presidencial su patrimonio creció la friolera de 710%.
Al trascender a la opinión pública estos datos provocaron asombro en la ciudadanía que generó un escándalo público y una causa judicial que fue rápidamente cerrada por el juez Norberto Oyarbide. Otros dos expedientes anteriores por enriquecimiento ilícito corrieron la misma suerte.
La forma en que este tema tan delicado, fuertemente sospechado de corrupción, fue tratado en los estrados judiciales causó una justa indignación por el tiempo record en que se cerraron los expedientes sin mayores trámites.
Pero el enriquecimiento de Kirchner comenzó mucho antes, prácticamente en el año 1976 en que se radicó definitivamente en la provincia de Santa Cruz y el estudio jurídico que montó, encontró rápidamente la veta adecuada para hacer dinero: adquirir las propiedades por precios ínfimos, de los pr0pietarios que por efecto de la circular 1050 del Banco Central, no podían afrontar las cuotas de sus hipotecas.
Obviamente el tan proclamado progresismo aún no había calado en los sentimientos o en la forma de pensar de los Kirchner.
En el año 1987 fue intendente de la ciudad de Rio Gallegos y luego en dos oportunidades gobernador de la provincia de Santa Cruz para luego terminar en la presidencia de la Nación.
No cabe ninguna duda que Kirchner es un hombre de “fortuna” en todas las acepciones del significado de la palabra.
Pero ese hecho no era casual ni se puede considerar como fortuito. La situación tanto patrimonial como la de su carrera política, no se realizó precisamente dentro de las de la corrección y la honestidad. Muy por el contrario, se utilizaron malas artes y prácticas reñidas con la ética política, la moral pública y frecuentemente trasgrediendo las leyes y la Constitución.
Es más, varios ex colaboradores del ex presidente manifiestan sin ninguna duda que todo el patrimonio de la pareja real es dinero mal habido. “El patrimonio de los Kirchner es todo robado” afirma Eduardo Arnold, ex vice gobernador de Santa Cruz.
Pensemos solamente en el denominado “el caso de corrupción más grande en la historia del país”: los 550 millones de dólares que Kirchner sacó del país cuando era gobernador y del cual aún no se sabe a ciencia cierta, la operatoria, el destino, intereses y otros detalles relacionados.
La gran mayoría de los argentinos piensan como Arnold. Gran parte de la ciudadanía está convencida del enorme grado de corrupción existente. Del famoso “capitalismo de amigos” que impuso la pareja de mandatarios “progresistas” entre sus allegados a su postura política..
Pero dando el beneficio de la duda a la realeza, tal vez estemos equivocados y es solo una “sensación colectiva” de un despojo y vaciamiento sistemático de los ahorros de los argentinos.
Pero de una manera u otra, es innegable que la “fortuna” en la acepción de “riqueza y éxito”, y “la buena suerte” aumentaron en forma pareja en la vida de los Kirchner.
Pero debo mencionar que los gobernantes que defraudan o engañan a sus pueblos suelen terminar mal. Ya lo dijo en su oportunidad “el Gran Corruptor”: “cuando los pueblos se enojan suelen hacer tronar el escarmiento”.
Pero inclusive en este punto la pareja reinante tiene buena suerte. A continuación unos sencillos ejemplos de la “Buena suerte” que seguramente tendrá este irracional matrimonio:

· De haber nacido en Cusco en el año 1781, los Kirchner podrían haber sido condenados y ejecutados mediante descuartizamiento similar al suplicio sufrido por el líder indígena Tupac Amarú.
· De haber vivido en Francia en los años 1778 hubieran sido ejecutados a través de la guillotina de manera similar a la del Rey Luis XVI y Maria Antonieta.
· De haber vivido en el año 1842, en el NO argentino, hubieran sido decapitados y sus cabezas exhibidas en picas en lugares públicos durante varios días, como fue la triste suerte de “Chacho” Peñaloza.
· De vivir actualmente en China hubieran sido condenados a la muerte en la horca.
· De vivir actualmente en Irán hubieran sido enterrados hasta los hombros y lapidados hasta la muerte.
· De haber vivido en Rumania en el año 1989, hubieran sido fusilados por la plebe enardecida, tal como lo fue el dictador Ceacescu y su esposa.
· De haber vivido en Italia a fines de la IIGM, hubieran sido fusilados y colgados cabeza abajo en una plaza pública, tal como lo fue Mussolini y su amante.

¿Por qué “buena suerte” la de los Kirchner? Porque estamos en la Argentina y llegado el momento, cuando ya estén en el llano, sin fueros oficiales, después de ser juzgados por un tribunal competente, con todas las garantías de un juicio justo e imparcial, el máximo castigo que podrían recibir es una larga estadía en una cárcel estatal.

11-Sep-10 Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl.com.ar

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