lunes, 13 de septiembre de 2010

TRES CLAVES


Las 3 claves políticas que dejó el fin de semana sin Néstor K

Una nueva intervención realizada al ex presidente Néstor Kirchner por un problema (¿crónico?) arterial, disparó las alarmas políticas del poder central y sentó decisiones casi irrevocables para lo que viene. He aquí las 3 claves políticas que se demarcaron este fin de semana:

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Luego de que el ex presidente Néstor Kirchner ingresara en la clínica De los Arcos de Palermo para un "chequeo médico" a raíz de una afección en la arteria carótida derecha, y terminara con una nueva operación coronaria de la que ahora se recupera, vuelven a abrirse varios interrogantes.

Es que comenzó a preocupar dentro del círculo kirchnerista, no sólo su salud sino también lo que se viene electoralmente hablando.

Recordemos que el 7 de febrero pasado Kirchner había sido internado de urgencia en la clínica Los Arcos e intervenido quirúrgicamente luego de haber sufrido una descompensación producto de una afección vascular.

En aquella oportunidad, la Unidad Médica Presidencial informó que el ex presidente "presentó un cuadro clínico causado por una patología de su arteria carótida derecha que requirió tratamiento quirúrgico".

No fue el único episodio de salud que sufrió Kirchner en los últimos años: en abril de 2004, el entonces mandatario nacional debió ser internado por seis días en el hospital Regional de Río Gallegos, como consecuencia de una gastroduodenitis aguda con hemorragia.

Un año más tarde, en febrero, fue internado nuevamente en el hospital Argerich para un chequeo y en enero de 2006 volvieron los rumores sobre el estado de Kirchner, luego de que sufriera otra descompensación gástrica.

Así es como a sus reiteradas dificultades físicas, se suma el abanico de obstáculos que se abren políticamente, por los cuales los Kirchner pasarán de padecer serias incógnicas médicas a serias incógnitas políticas, que arrastrarían más su vida, toda su dinastía...

Pues hay 3 claves que quedan en el tintero tras los sucesos ocurridos el fin de semana mientras Néstor se entregaba en manos médicas.

La primera clave parte de un interrogante que va más allá de dilucidar si Kirchner, luego de lo sucedido, estaría en condiciones de ser el candidato oficialista en el 2011. Pues lo hará. Quedó bien demostrado que luego de lo ocurrido en febrero, en vez de reducir su actividad, la aumentó, siguió como siempre centímetro a centímetro la gestión de su esposa, asumió la Secretaria General de la UNASUR, diseñó la ofensiva a los medios de comunicación, coordinó y coordina con Hugo Moyano la presión contra las empresas, entre otras menos conocidas como ejercer la coordinación total de los medios K. Y esta última no es menos que la segunda clave política: pues, internado Néstor, medios como la agencia estatal de noticias 'Télam', siquiera pudieron adentrarse en algún lineamiento para comunicar el hecho que estallaba en la prensa en general, justamente porque no había y no hay otro que el propio Kirchner para impartir órdenes semejantes.

Quedó demostrado una vez más el personalismo al extremo que ejerce el matrimonio K en la política, en sus medios, en el poder y la administración.

Tanto así que además de los medios oficialistas, se desordenaron los voluntades del partido puertas adentro. Y es que no es más ni menos que el propio ex presidente quien homogeiniza, verticaliza y unifica a estos personajes que solo responden a la cabeza del poder. Por ende, otra clave, la tercera, ¿cuánto tiempo puede estar Néstor Kirchner fuera de la escena pública? Si bien mañana el acto del Luna Park será presidido por Cristina, no quedan muchas dudas de que el pingüino no tardará hasta el viernes en aparecer.

Y lo dicen los médicos: un accidente en la carótida puede ser circunstancial, pero lo circunstancial puede convertirse en crónico mediante la reiteración de los episodios. Y en el caso particular de Néstor Kirchner ya suma más de uno.

De aquí que este fin de semana se le presentó al presidente una fórmula irrevocable para 2011: la fórmula K-K. ¿Quién sino podría ser su segundo cuando él no esté, en el mejor de los casos, por algún problema de días? El fantasma Balestrini lo acecha. Pues si el matrimonio no es capaz de delegar un ápice de poder, menos aún podrá delegar siquiera momentáneamente el sillón presidencial.

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