GELMAN Y EL CERVANTES

OTRAS VOCES
Gelman y el Premio Cervantes



A fines de los años 60, un extraño personaje empezó a surcar las redacciones porteñas: Juan Gelman, un poeta suburbano, comunista (recién echado del PC), que repartía un folleto impreso en mimeógrafo titulado "Pekín Informa" , que él mismo escribía y armaba y que pasaba por ser vocero oficioso del maoísmo. China estaba excluida de la ONU y sin embajada en Buenos Aires. Particularidad del folleto es que no empleaba las mayúsculas al encabezar cada oración, porque, según decía Gelman, todas las letras son iguales y ninguna debe tener privilegio sobre las otras.


Más tarde, con otros camaradas, Gelman abordó la empresa de "marxisar" al peronismo, creando la fábula de que Juan Perón, viejo fascista, era en verdad "progresista", reciclado que el Líder aceptó. Después terminaron expulsados por ser aún "imberbes" de Plaza de Mayo y masacrados por la AAA.


En 1969, una elegía dedicada por Gelman al Che Guevara incluía un verso que reza: "¡Qué será de tus hijos, Padre Guevara!". Trágico, porque al propio Gelman, que había iniciado a los suyos en el terrorismo, le mataron dos de ellos en la guerra civil, colgándole a él las palmas del martirio.


Se exilió, pero no en China ni en Cuba, sino en Italia, bajo la protección del senador comunista Bertinotti, y allí ayudó a fundar el Partido Peronista Montonero, cuyos seides se incluyeron más tarde en la "renovación del PJ" de los 80. Gelman, en cambio, luego de un rápido paso por Buenos Aires, se radicó en Méjico, abrevando en las retaguardias estéticas del PRI, aunque publicara allí y aquí, siguiendo la táctica editorial ideada por Julio Cortázar, según quien, estando lejos, las palabras explotan en el país propio "como misiles transatlánticos", mientras que, viviendo en él, quedan sujetas al "ninguneo" patrio.


Todos recuerdan su acercamiento a los Kirchner, en busca de la tumba de la nuera y el paradero de su nieta (que, sin embargo, se negó a acompañarlo a Méjico y vive en Montevideo con la familia adoptiva). Ahora le han dado el Premio Cervantes, una especie de Nobel para las letras hispanas por su obra poética, desairando a escritores más viejos, y quizás mejores, como el catalán Juan Goytisolo o el chileno Nicanor Parra.


Sobre la poesía de Gelman no hemos de opinar, pues tales alturas se nos escapan. Pero no se puede dejar de señalar la preferencia simbólica de la monarquía española, que de eso se trata, pues las academias dependen estrechamente del subsidio oficial. Por cierto, entre un palurdo como Hugo Chávez, que le dice astracanadas al rey, y el pasado romántico de los montoneros, convertidos en dinastía sudaca, que adopta el besamanos y frecuenta el palacio de La Zarzuela, Juan Carlos se decide, en el idioma de la diplomacia, por enviarle este signo de favor a los Kirchner; y entre dos tipos de feudalismos indígenas respalda al argentino. Que para algo ellos cobijaron en Madrid a parte de los montoneros durante los años de plomo. Era para tener hoy con quienes hacer buenos negocios, pues los maoístas de ayer son hoy --que lo diga el embajador Carlos Bettini--, los gatopardos de esta nueva "patria contratista".


Roberto Aizcorbe
LNP