¿La verdad?, Ver a la dirigencia del agro en primerísima fila no gustó.
La política de los últimos cuatro meses ha sido en verdad nefasta hacia los sectores productivos del país y se ha atacado al agro de manera recurrente, alevosa y desmedida.
Por Luz García Hamilton
Anoche la noticia de la renuncia de Martín Lousteau pasada la medianoche “convulsionó” a los argentinos. Hubo esperanzados y escépticos, vivas y lamentos. En menos de lo que canta un gallo ya tenía sucesor y era una persona del riñón kirchnerista. En el juramento del nuevo ministro pudo verse a dirigentes agropecuarios con la sonrisa a flor de piel muy cerca de Hugo Moyano y no gustó. Parecían no haber escuchado las gravísimas acusaciones que hizo ayer Kirchner al sector que lideran. Queremos la paz, pero nos gustaría que exijan que se los respete. Valoramos la actitud dialoguista de la dirigencia agropecuaria pero creemos que las críticas desorbitadas son inadmisibles. La dignidad no tiene precio.
"Yo no sé por qué nos llenaron de humo y nos queman los campos, por qué nos desabastecieron", vociferó Néstor Kirchner ayer dirigiéndose a los agricultores en un acto en el que más que el flamante presidente del PJ parecía el presidente de “algunos” argentinos. Se sentía sin lugar a dudas con la autoridad de poder decir todo lo que le viniera a la cabeza con el agravante, que, para colmo, es lo que le sale del corazón y por eso los “otros argentinos” temblamos ante tanta incitación a la violencia, ante tanto empeño por dividir al país a fuerza de rencores y de odios disfrazados tras un último mensaje que según él dijo “conmovido” hacía desde el “amor”.
Escuchar ayer a un enfervorizado “Presidente” que se llena la boca hablando de democracia pero que gobierna con autoritarismo, que se siente el abanderado de los Derechos Humanos pero no tiene piedad con los familiares de víctimas de la subversión mientras premia a las madres y abuelas de desaparecidos con subsidios y “honorables” cargos, que habla de igualdad en la distribución de la riqueza pero para ello fomenta que a los productores agropecuarios les metan las manos en los bolsillos para “quitarles” lo que legítimamente les corresponde, que llama a la pacificación pero dice "El pueblo tiene que reaccionar" cuando se refiere al conflicto del agro y que asegura frente a la multitud "Sé que tengo que estar en el frente de batalla para defender los derechos, la justicia y la igualdad de los argentinos", no puede menos que causar pánico a una gran parte de la sociedad que se pregunta si tiene que ceder ante la presión ó mantenerse firme defendiendo sus derechos y también sus valores y cómo hacerlo sin perjudicar al resto y sobre todo dejando muy en claro que no existe voluntad golpista ni ánimo alguno de atentar contra el sistema democrático como suelen ver algunos sino todo lo contrario.
La política de los últimos cuatro meses ha sido en verdad nefasta hacia los sectores productivos del país y se ha atacado al agro de manera recurrente, alevosa y desmedida. Por eso fue que desde diferentes sectores de la sociedad, la gente salió masiva Y ESPONTÁNEAMENTE (no como cuando van a los actos organizados llevados por intendentes o punteros políticos) a apoyar las medidas tomadas por quienes durante años movieron la economía del país y permitieron el crecimiento de la misma aún en momentos de crisis. El marido de la Presidenta fue más lejos todavía ayer en Ezeiza cuando frente a las cámaras de todo el país dijo que los productores "Quieren vender todo al exterior porque el dinero afuera está carísimo. Por eso no quieren vender en la Argentina. No les importa el estómago de los argentinos. Les importa lo de ellos, nomás".
Quizás las palabras dichas ayer por Néstor Kirchner hayan quedado “tapadas” por la sorpresiva renuncia de Martín Lousteau quien nunca llegó a ejercer verdaderamente el cargo y que cumplió un triste papel en su paso por la cartera de Economía. Lousteau traía bajo su toga un jugoso currículum y varios diplomas que junto a su juventud y aparente desparpajo hicieron ilusionar a los argentinos. Sin embargo una vez sentado en su sillón del ministerio, sólo pareció una sombra y no sabemos si por inexperiencia política ó por asfixiante presión, jamás fue el protagonista principal del área ni el artífice directo de las polémicas medidas si bien estampaba su firma y ponía su cara para recibir todas las críticas y cachetazos con un costo altísimo para su imagen que le costará años remontar.
Anoche como decíamos, su renuncia sacudió al país. Poco después de la medianoche ya los titulados de ALERTA y trascendidos de renuncia ganaron las pantallas de los noticieros y el alejamiento de Martín Lousteau tuvo un tratamiento inusual. La verdad que ver en la Casa Rosada a periodistas y funcionarios a las 3 de la mañana en vivo, intranquilizó a todos y se presagió una crisis mayor. Por supuesto que a lo largo del día hubo todo tipo de especulaciones y las más diversas versiones. Algunos aseguran que Cristina le pidió la renuncia porque “había cumplido su ciclo” mientras otros dicen que Lousteau pegó un portazo y que con los tapones de punta después escuchar a Kirchner que sin nombrarlo lo criticaba duramente decidió mandarse a mudar. Sea como fuere la decisión de reemplazarlo fue festejada y hasta trajo cierto alivio en medio de una semana de altísimo voltaje político y muchas tensiones generadas por el conflicto entre el gobierno y el agro.
Sin embargo hoy durante todo el día las declaraciones de funcionarios, allegados y de hasta el propio ministro Fernández, dejaron en claro que apoyaba la política actual y que acompañaría las decisiones del gobierno. Carlos Fernández aseguró sentirse muy cómodo con los Kirchner y orgulloso de trabajar con ellos. Esto indicaría que en principios no habría marcha atrás en las medidas anunciadas para el agro.
A todo esto y poco antes del acto en el que la President”A” radiante y sonriente como pocas veces le tomaría juramento a Fernández que fue calurosamente aplaudido por el kirchnerato y “moyanato” presentes otra vez Kirchner, quien habló al “pueblo” por segundo día consecutivo insistió: "Me cuesta entender tanta agresividad de alguna dirigencia que se levantó gracias al esfuerzo de los argentinos. Me cuesta creer que digan que están armados... ¿Armados contra quien? Me cuesta creer que trabajen para que los productos suban. Vamos a dar una batalla nacional contra aquellos que quieren encarecer los productos", remarcó en referencia a los agricultores para luego agregar "No nos vamos a dejar atropellar, que atropellen nuestras ideas".
Néstor Kirchner ha demostrado en los últimos días la gran influencia que tiene sobre Cristina y su gabinete y de que manera maneja gobernadores, intendentes y punteros. Nos guste ó no nos guste, Kirchner es hoy mucho más fuerte que la President”A” y por lo tanto mucho más peligroso en cuanto a las decisiones a tomar. Sus discursos han sido más virulentos que los que usaba desde el atril de la Casa Rosada y habla desde el corazón dejando en evidencia el verdadero sentir Kirchnerista y mostrando sin pelos en la lengua, hasta donde es capaz de llegar cuando está convencido de algo.
Por eso llamó poderosamente la atención ver esta tarde a los dirigentes rurales llegar a la Casa Rosada sonrientes para sentarse en primerísima fila como avalando la asunción del nuevo Ministro. Separados por unas pocas sillas de Hugo Moyano, se mostraron distendidos y optimistas como si Néstor Kirchner y la propia Cristina hubiesen acusado a otra gente que nada tuviera que ver con ellos. Cierto es que los dirigentes agropecuarios “robaron” cámaras y micrófonos convirtiéndose en las “vedetts” del acto lo que seguramente habrá fastidiado al oficialismo reinante que quedó en segundo plano.
No queremos con este comentario desmerecer la actitud generosa y pacifista de quienes hoy representan a miles de agricultores y en quienes están puestas todas las miradas del país ya que el conflicto desatado a partir del anuncio de la implementación de retenciones móviles y desmesuradas a la soja preocupa sobremanera. Es loable que mantengan la calma y deseamos que se logre el consenso que garantice la paz para todos los argentinos. Pero hay cosas que no se pueden admitir como las graves acusaciones de las que han sido víctimas especialmente en los últimos días, mucho menos teniendo en cuenta que quien las dijo es el ex Presidente de la Nación y el marido de la actual President”A”.
Aplaudimos el ánimo pacifista de los dirigentes que tienen la terrible responsabilidad de dialogar y buscar consenso. Pero les pedimos con todo el respeto que nos merecen que no se dejen atropellar y que no hagan oídos sordos cuando las palabras hieren a miles de personas a las que representan. El Estado quiere arrebatarles toneladas de soja ó su equivalente en plata bajo la figura de retenciones móviles. Consideramos que no corresponde pero con todo eso se puede lograr acuerdos y Dios quiera que lo logren. La dignidad en cambio no tiene precio y con los valores no se negocia. No hace falta ser violentos, todo lo contrario, como caballeros que son demuestren que “lo cortés no quita lo valiente” y con la firmeza y serenidad que han venido actuando, no permitan que los acusen de hechos que jamás cometieron ni que confundan a la gente haciéndola creer que los productores del campo son insensibles o no se preocupan por los demás cuando todos sabemos lo que muchos de ellos arriesgan para generar fuentes de trabajo y dignificar a las personas.
Estimados amigos del campo...busquemos la paz y trabajemos para lograrla, pero de ningún modo aceptemos que se siembre odio y resentimiento buscando dividir para reinar.
Luz García Hamilton
Periodista - Licenciada En Comunicación Social
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Contáctenos politicaydesarrollo@gmail.com
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