jueves, 2 de septiembre de 2010

CONGRESO


EL KIRCHNERISMO A 90 DÍAS DE CONSEGUIR SU OBJETIVO

El default del Congreso le ahorra los vetos al gobierno

Por Carlos Tórtora para el Informador Público

Frustrando la sesión de ayer en la Cámara de Diputados, el kirchnerismo dio un paso más hacia su objetivo. Quedan apenas doce semanas para la finalización del período ordinario de sesiones y los Kirchner se proponen llegar a diciembre sin que la oposición consiga sancionar una sola ley que obligue a la presidente a vetarla. Hasta ahora, difiriendo el tratamiento en las comisiones, el oficialismo viene consiguiendo que Diputados no ponga fecha para la media sanción faltante de la reforma del INDEC votada por el Senado. Y, con las mismas herramientas, también continúa atrasando la media sanción por el Senado de la reforma del Consejo de la Magistratura y de la derogación de las facultades del Jefe de Gabinete para reasignar partidas, ya aprobadas por Diputados. Claro está que el creciente desorden opositor colabora con este resultado.



Los obstáculos que quedan

Ahora, la operación dilatoria tiene un nuevo objetivo, que es evitar que el 82% móvil se debata en el Senado. El tema está agendado para el 15 de octubre, pero Miguel Ángel Pichetto está maniobrando para que, citando a audiencias públicas, se lo pueda postergar a hasta noviembre. Algunos senadores radicales también pensarían que la sanción de esta ley no le convendría a la UCR, porque si bien entusiasmaría a los jubilados todo terminaría con un veto presidencial y la oposición, en definitiva, no capitalizaría electoralmente nada.

Técnicamente, al haber caído el pasado 24 las facultades delegadas en el Ejecutivo, éste se vería obligado a negociar con la oposición en todas las materias de las leyes cuyas delegaciones cayeron. Sin embargo, la Casa Rosada está dispuesta a no negociar, para evitar una imagen de debilidad política. Y mucho menos todavía en materia de retenciones agropecuarias.

La idea es ignorar al Congreso y utilizar algunos DNU para salir del paso, contando con que se podrá luego diferir por largo tiempo el tratamiento de los mismos en el Congreso.

Como telón de fondo está la inminente controversia por el presupuesto 2011. Si no hay acuerdo, el kirchnerismo culparía a la oposición por boicotear la sanción de la ley de presupuesto y recurriría a más DNU. Para empezar, este año el excedente rondaría los $50.000 millones. Bastante más de lo que cuestan, juntos, el 82% para los jubilados y el ajuste de los haberes determinado por los fallos judiciales.

La herramienta para disponer del excedente fiscal se conoce de sobra: es el decreto de necesidad y urgencia. Ahora vendrá un DNU por los $50.000 millones: se agregará a los dos de 2008 y 2009, que sumaron $ 61.000 millones. Así, quedará de nuevo claro que la Presidente cuestionaba esa práctica sólo en sus tiempos de legisladora.

La anulación del Congreso ya no sería un problema a partir de marzo. La inminente campaña electoral y los pocos meses que restarán para finalizar el mandato facilitarían la utilización de nuevos DNU ante las dos cámaras semiparalizadas por la lucha electoral.

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