sábado, 11 de septiembre de 2010

MUEREN POR BUENOS AIRES


LA BATALLA POR BUENOS AIRES DEVORA AL PERONISMO

Kirchner vs Scioli, De Narváez vs Duhalde: Las cuentas no le cierran a ninguno


Por Carlos Tórtora para el Informador Público

Ayer Néstor Kirchner estuvo más cerca de alcanzar su sueño de ganar las elecciones en primera vuelta. Si el Peronismo Federal profundizaba su crisis, el kirchnerismo tendría luz verde para recuperar a muchos dirigentes díscolos a los que el ex presidente espera con los brazos abiertos y su caudal de votos crecería significativamente. En una operación contra reloj, Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá, Miguel Ángel Toma y Graciela Camaño consiguieron que Mario Das Neves, Alberto Rodríguez Saá y Felipe Solá se sacaran una nueva foto con Duhalde. En el caso de Solá, la persuasión no fue sencilla; Camaño terminó amenazándolo con romper el bloque de diputados si no asistía a la cumbre de presidenciables. La ausencia de Francisco De Narváez es una fractura expuesta. Éste sigue convencido de que no debe fotografiarse con Duhalde cueste lo que cueste. Curiosamente, la guerra interna del peronismo es simétrica. Los candidatos a gobernador de ambos bandos están en pésimas relaciones con los candidatos a presidente. En otras palabras, Scioli hoy parece estar más lejos de Kirchner que de Duhalde y De Narváez a la inversa.



Matar o morir

Kirchner sabe que su única oportunidad está en ganar en primera vuelta, porque en la segunda la ola antikirchnerista puede taparlo. Para alcanzar el 40% necesita recuperar por lo menos parte del voto peronista que se fue con los disidentes.

Y esto sólo puede lograrlo si la dirigencia bonaerense llega a la conclusión de que el Peronismo Federal no puede alcanzar la segunda vuelta, o sea, que quedará tercero. Hoy la mayor parte de los encuestadores sostiene que la UCR, el kirchnerismo y el Peronismo Federal están entre 20 y 30 puntos cada uno. Este esquema condena a los Kirchner a un inviable ballotage. Por su parte, Duhalde también es consciente de que si se produce el alejamiento de De Narváez, la sangría de votos sería muy importante. La candidatura a gobernador de Sergio Massa sería un paliativo.

En este panorama, las dos figuras estratégicas son De Narváez y Scioli. Lo que hagan puede inclinar la balanza de la elección en un sentido u otro. Kirchner reconoce esta realidad e intenta atraer al empresario mientras somete al gobernador quitándole toda posibilidad de manejo. Hugo Moyano es su brazo armado para disciplinar al esquivo peronismo bonaerense. Pero el camionero es un arma de doble filo. La dirigencia peronista recuerda los viejos tiempos de sometimiento a la voluntad de las 62 y Lorenzo Miguel y no quiere volver a ese pasado.

Esta semana, la rebeldía de De Narváez y las discordancias de Duhalde con Solá y Das Neves entusiasmaron en Olivos. Pero las definiciones todavía están lejos.

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