LA PLAZA PARA DIVIDIR

Una Plaza que sólo aporta a la división de los argentinos y otro ataque a la libertad de prensa

Discurso previsible de Cristina de Kirchner ante el coro estable del populismo demagógico convocado a Plaza de Mayo. No coincide con la Argentina esplenderosa que la Presidenta presentó y para la que deberá esforzarse bastante más. Sorprendió sí la obsesión de Cristina con la prensa, no asumiendo el fondo del formidble revés mediático de los últimos 20 días.


POR EDGAR MAINHARD | 01/04/2008 | 18:47


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Cristina de Kirchner habló por 3ra. vez en 1 semana acerca del paro agropecuario. Con esa reiteración corroboró que se encuentra debilitada. Ningún mandatario poderoso comete semejante abuso del discurso. Luego, ella insiste en su enfoque de politizar un conflicto sectorial, y en vincularlo con el lock-out patronal de febrero de 1976 contra María Estela Martínez de Perón.

En esta oportunidad, Cristina de Kirchner hizo un agregado: Ella dijo que "Esta vez no han venido acompañados de tanques, sino de generales multimediáticos que han hecho lockout a la información, cambiando, tergiversando y mostrando una sola cara".


Obvia referencia a Grupo Clarín, cuya línea editorial parece disgustar por estos días a los Kirchner, aunque han sido aliados muy estrechos y el Gobierno hasta le concedió la fusión concentradora de Multicanal y CableVisión, probablemente porque los Kirchner esperaban una defensa 'cerrada' del Gobierno contra los paros agropecuarios, "porque ellos nacieron con el desarrollismo", dijo un funcionario desinformado. La Argentina no puede ser encasillada en dicotomías estúpidas como industria vs. campo, y el propio Grupo Clarín tiene intereses vinculados a los productores agropecuarios, al igual que otros grupos de comunicación social.

Cristina de Kirchner, además, hizo referencia a una caricatura de Hermenegildo Sábat. Probablemente desde que Leopoldo Fortunato Galtieri se enojo con Sábat por aquella caricatura donde el dictador estaba sentado al revés sobre un caballo y con un vaso de whisky en una mano, no hubo otras referencias de mandatarios a una ilustración. Es evidente que el ego de Cristina camina delante de ella.

A la vez, que la dominga la tilinguería de ambicionar tener a todos los medios de comunicación 'encolumnados', y la enoja cuando esto no ocurre. Pobre Presidenta, no entiende las claves de la comunicación hoy día. Ella puede aún controlar a Grupo Clarín, hipotéticamente (o avalar ese trasnochado intento de un par de 'pillos' que insisten en que pueden comprar S.A. La Nación), y aún así no podrían controlar a la opinión pública. Existe la internet, el poderoso medio de comunicación del siglo 21, que ella no puede controlar.

¿Qué le sumó a Cristina de Kirchner la Plaza del martes 1º de abril de 2008? Nada. La gente que llegó a la Plaza de Mayo es la que habitualmente suman los Kirchner en sus concentraciones. En su mayoría, es clientelismo prebendario. En todos los casos, es populismo demagógico. Más o menos igual que la que llevaron a la Plaza el 25 de mayo de 2007.

Si no hubiesen ingresado Luis D'Elía y sus 'batatas' a la Plaza, en la noche del martes 25 de marzo, los 'caceroleros' hubiesen reunido igual cantidad de gente y sin pagar ni un ómnibus ni destinar recursos fiscales a 'incentivar' la asistencia.

Entonces, ¿cuál es el mérito de llenar la Plaza en esas condiciones? No le suma a los Kirchner, y los confronta con su enorme fracaso: luego de 5 años en el poder no han logrado ni 1 movilización genuina ni 1 celebración con la clase media urbana que tanto les fascina, y los intimida.

Pero no se trata de estimar con un ábaco a los presentes porque los argumentos no son más fiables porque los respalden más personas. Las mayorías también se equivocan, y mucho.

El problema de Cristina de Kirchner es pretender imaginar que porque organiza una manifestación con una leva exitosa en el conurbano, su administración es "nacional y popular", y que esa masa, nada transparente en sus inquietudes, entiende de qué trata cuando ella les pide actuar "en defensa propia, de sus conquistas y esperanzas".

Cabe preguntarse si una expresión similar no podría aplicarse a los productores agropecuarios. Ellos han salido también en defensa propia, de sus conquistas y esperanzas. ¿O realmente Cristina cree la propia mentira de que ellos salieron porque traman una conspiración política?

¿Es violencia? ¿Es pelearse con los piquetes de productores agropecuarios? ¿Es protestar en los supermercados si no hay mercadería? ¿Es cuestionar a Alfredo Di Angelis, el presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos?

Los Kirchner se encuentran furiosos con los dirigentes de la Federación Agraria Argentina en general y con Di Angelis en particular. En el caso de la FAA en general, no entienden que es una organización donde funciona el debate en sus bases, no es un sindicato donde los secretarios generales controlan que nadie opine con mucha libertad. En el caso de Di Angelis, es obvio que ha nacido un nuevo dirigente social, que no controlan, y al que intentarán destruir tal como hicieron con Juan Carlos Blumberg o como lo intentaron con Raúl Castells o Joaquín Piña.

Cristina de Kirchner insiste en que su modelo es el de la inclusión social y la mejora en la distribución del ingreso; ella cree que practica una socialdemocracia y no un populismo chabacano. Pero, ¿cómo podría ella explicar las formidables compras de campos ocurridas en Santa Cruz de parte de personajes vinculados a los 12 años de Néstor Kirchner en la Gobernación? ¿Cómo podría ella sostener su afirmación ante la feroz compra de hectáreas de los sindicalistas más favorecidos por los Kirchner desde la Nación?

Por cierto que el discurso de Cristina pudo haber sido peor. Sin embargo, logró no caer en la tentación de regresar al martes 'negro' del 25 de marzo. Buscó victimizarse convocando "a todos, aún a quienes me agravian e insultan" para que despejen las rutas y "dejen pasar a los camiones con alimentos para los comercios y equipos para las industrias". A decir verdad, a los productores agropecuarios les interesa, más que agraviar o insultar a la Presidenta, regresar a sus campos a trabajar como siempre, de sol a sol; no les provoca satisfacción continuar en las rutas.

También hubo cuestionamientos para la prensa hacia el final, cuando Cristina solicitó que los periodistas no diferencien el color de la piel (¿no fue Luis D'Elía el que habló de negros y blancos?), que no dividan a los argentinos (?) y no provoquen antagonismos. En definitiva, Cristina revela que tiene 'mentón frágil' ante las críticas de la prensa. Le falta poco para hablar de 'terrorismo mediático' como su amigo, Hugo Chávez Frías.

Cristina lució casi menemista cuando dijo "No los voy a traicionar" que pareció "No los voy a defraudar"; y terminó convocando para una movilización el 25 de mayo (¡otra más!) a 2 años del Bicentenario, para convertir a la fecha en una "bisagra de la historia y dejar atrás 200 años de fracasos y desencuentros".

Ocurre que la imagen pública de los Kirchner se encuentra muy deteriorada y quieren una contraofensiva pero quienes diseñan el marketing político no encuentran otra idea mejor que repetir con las convocatorias de sindicatos, organizaciones sociales y Madres de Plaza de Mayo (Hebe de Bonafini aprovecha tanto el uso de su imagen que hacen los Kirchner que ha devenido en anciana próspera como pocos). Esas convocatorias no entusiasman a quienes los Kirchner deben recuperar. Es Partido Justicialismo más algunas periferias, y con eso no ganarán los comicios de 2009.