martes, 1 de abril de 2008

LA PUTA OLIGARQUIA

LAS GRIETAS POR LAS QUE



ESCAPAN LAS CONTRADICCIONES DEL GOBIERNO







A medida que la crisis se prolonga, la “puta oligarquía” va produciendo una grieta que está haciendo estallar las contradicciones de la política oficial del gobierno, grieta esta por donde, si quieren, pueden escuchar la algarada de la discordia social.



La crisis que se ha agudizado en estos tiempos, es siempre disociación entre economía y política, entre intereses privados y voluntad popular.



El malhumor actual por las “retenciones al agro” está provocando una manifiesta disminución en los niveles de tolerancia hacia una dirigencia de la cual no perciben señales de estar decidida a cumplir mínimamente con las promesas oportunamente expresadas. Esas imprecisiones junto a una cadena de desaciertos lograron unir a sectores muy dispares del campo (SRA, CRA, FAA y Coninagro) históricamente distanciados.



Desde la óptica psicosociológica, es posible advertir, mediante la observación directa, la desintegració n y desadaptación social imperante.



El fenómeno de desintegració n, incrementa por dualidad de valores, el individualismo, el hedonismo y la amoralización o desmoralizació n de la conducta de los individuos, como así también la de los distintos grupos sociales sin tener, por el momento, una base u origen político ideológico. La protesta del campo, en particular, debe considerársela como una prueba de fuerza y de esfuerzos en contra de las distintas trabas que desde el gobierno les han impuesto.



La anomia existente en el cuerpo social, así como la movilidad social vertical descendente causada por la inflación que afecta prevalentemente a la clase media, esta provocando un marcado cambio de status en el espacio social argentino, que se traduce en ansiedad, tensión, desorganizació n de las relaciones del grupo primario, junto a una marcada y manifiesta frustración.



La democracia argentina comienza a enfrentar ahora nuevos desafíos: A la pobreza extrema, el desencanto ciudadano, la inseguridad y la falta de proyectos comunes, débesele agregar una situación explosiva y, por el momento sin control, situación esta que provoca una creciente inquietud en los hombres de la Iglesia –al igual que sucede en la población en general- no tan solo por la relación del Gobierno con el campo, sino por la violencia social existente caracterizada por secuestros, robos, “aprietes” y cortes de rutas en demanda de reclamos sociales.



Uno de los datos más notables de la crisis que padecemos, es la proliferación de la pobreza y dentro de ella, la aparición de múltiples pobrezas, como ser: pobreza de subsistencia, pobreza de protección, pobreza de participación, pobreza de comprensión de la realidad, etc.



Ante una situación psicosocial como la descripta, la burocracia sindical ha optado, tanto en sus estructuras gremiales como en sus relaciones con el gobierno, por la componenda sin contrapartida.



En orden a las conductas, sobresalen las reacciones de defensa cada vez menos aisladas, con acentuadas perturbaciones locales, ante las derivaciones actuales y previsibles de la crisis.



La soberbia instalada en el gobierno nos va dirigiendo hacia un inevitable escenario de confrontación y violencia social.



Conclusión:



Sin un proyecto nacional adecuado a la realidad y al mundo, que termine con la cultura prebendaria y clientelística, no tendremos futuro.



Si verdaderamente queremos salir de esta historia y olvidarnos de este largo y lento martirio, lo que debe venir, son reformas estructurales profundas, acompañadas de cirugías cruentas en el marco de la estructura gerencial (burocrática) del Estado, junto a la reformulación de todas sus instituciones



Algunas frases para recordar y confrontar con nuestra realidad


- “Hasta aquí, el peor enemigo de la riqueza del país ha sido la riqueza del fisco” (Juan Bautista Alberdi).



- “Ningún país puede competir internacionalmente si no cuenta con sus recursos humanos bien preparados desde edades tempranas” (UNICEF).



“UNA SOCIEDAD ES EXITOSA CUANDO CRECE CON EQUIDAD” (Roberto Lavagna).

¿Nuestra sociedad, puede ser exitosa?.



“Cuando una sociedad basa el reparto de los bienes no en el trabajo sino en la dádiva o en los privilegios pierde el sentido de su dignidad y rápidamente se vuelve injusta la distribución de los bienes, y las personas son transformadas en esclavos o clientes” (cardenal Jorge Bergoglio)





En azul y blanco, HUGO CESAR RENÉS

No hay comentarios: