domingo, 20 de abril de 2008

RECUERDOS DE UN GRAN ESTADISTA

ARTURO FRONDIZI

Por Carlos J. González Cabral (*)

El día viernes 18 del mes en curso se cumplieron trece años del fallecimiento del ex presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi. Como argentino y su ex secretario Personal y Político, siento la obligación, ante el drama nacional que azota hoy al país en insistir en algunas recordaciones.

Fue “poseedor de una moral intachable, limpio su espíritu de odios y rencores, de vida austera y sencilla y estuvo comprometido hasta el momento de su muerte y hasta el final de sus fuerzas, solo con los altos intereses nacionales”.

Enfatizó el 28/10/1993: “Debemos asumir con grandeza y con conciencia que lo que está en juego en estos tiempos en el país no es la suerte electoral de ningún partido político ni la de los mecanismos constitucionales, sino el destino mismo de la Patria. Al igual que lo expresara mi gran amigo el presidente Kennedy, repito que los pobres no pueden esperar más”. (V.La Nación 19/04/2008).

Permanentemente sentí la obligación de difundir sus ideas y puntos de vista ante la situación del país. El 6 de noviembre de 2000 expresé en el diario La Nación, lo que hoy tiene plena vigencia: “La realidad nos muestra hoy a la Argentina envuelta en la penosa transición de la esperanza al desencanto. Tenemos la visión de un poder errante dadas las renuncias de elegidos y funcionarios y el enroque político a pasado a ser un vicio sumamente peligroso. Se está imponiendo el interés sórdido por lo inmediato a los sagrados e irrenunciables intereses nacionales”.

PREMONICIONES:

Enfaticé entonces: “Ante esta lacerante situación es un deber, en homenaje al estadista desaparecido, recordar y exponer para la reflexión de la dirigencia de todo signo algunas definiciones contenidas en sus mensajes políticos”, los que seguramente hoy repetiría sin borrar una palabra.

Frondizi tuvo una plena preocupación por “las próximas generaciones”. El 27 de marzo de 1962, pocas horas antes de su derrocamiento le prometió al país: “No me suicidaré, no me iré del país, ni cederé. Permaneceré en mi puesto en esta lucha que no es mía ni solo del pueblo argentino. Se está librando en nuestra América…”

En el mes de febrero de 1986 en una declaración pública había anticipado: “La Argentina vive una peligrosa encrucijada de su historia… Los desencuentros entre sus diversos sectores y clases sociales le impiden concentrar toda la fortaleza nacional…”, refrendando así al asumir la presidencia “por encima de los partidos políticos está la unidad de los objetivos nacionales”. En 1989 declaró al diario La Prensa: “nuestra situación actual se debe exclusivamente a la decadencia moral, la ineptitud, la falta de visión y la desmedida ideologización de todas las dirigencias argentinas”.

Debemos recordar que hasta el último minuto de su vida denunció que la estabilidad sin desarrollo sólo estabilizaba la miseria y que el país seguía la política ordenada por las multinacionales. Con respecto al Mercosur anticipó: “nos va a convertir en una provincia económica de Brasil”. (Noticias-05/08/90). Oportunamente enfatizó que “para mejorar la seguridad hay que extirpar las causas económico-sociales que posibilitan la proliferación de los hechos delictivos y dotar a la Justicia y a los cuadros policiales de los elementos necesarios para el cumplimiento de su misión”. (Crónica-04/11/1990). En setiembre de 1990 declaró a un diario de Salta que difundir el problema de la corrupción como el único que padece la sociedad es convertirlo en una cortina de humo para distraernos de los verdaderos originados en la recesión, el achicamiento del país y los inhumanos bolsones de pobreza.

PRESTIGIO INTERNACIONAL:

Durante su gestión presidencial naciones extranjeras le reconocieron a Arturo Frondizi las condiciones de estadista que le negaron diversas expresiones políticas argentinas, calificadas a si mismas de democráticas mientras gastaban los nudillos de sus manos golpeando las puertas de los cuarteles para derrocarlo. Cuando visitó los Estados Unidos de América, Europa y Asia como presidente de la Argentina, los primeros estadistas del mundo lo hicieron objeto de significativas deferencias. Basta con citar la ponderación que de él hizo John Kennedy. Además Charles de Gaulle, siendo presidente de Francia, después de hablar con Frondizi, trasmitió a Adenauer, canciller de la República Federal Alemana, sus impresiones en los siguientes términos: “He escuchado sus opiniones e ideas sobre política internacional y le aseguro que tiene una singular vigencia para nosotros”.(V. Clarín 12/04/1966/ pág. 21).

PACIFICACION:

La declaración de Frondizi del 5 de abril de 1987 cobra en la actualidad una singular y extraordinaria vigencia. Dijo entonces: “En estos días asistimos a los prolegómenos de un verdadero suicidio colectivo. Los enfrentamientos larvados que advertimos entre el poder civil y los militares, a propósito de los juicios a los responsables de la lucha contra la subversión y a sus subordinados más directos, no contribuyen ciertamente a una visión optimista sobre nuestro futuro inmediato.” Insistió en que un país serio no podía continuar debatiéndose entre la ineficacia de sus dirigentes para “resolver los arduos problemas económicos y gastar inútiles energía en resolver un pasado que a todos nos lastima.” Únicamente consideraba idóneo “Nada de violencia, nada de odios; todo en la Constitución y todo en la ley”, para evitar que se pudiera condenar al país y a sus descendientes al letargo definitivo o a su disolución como comunidad organizada.

SIN DESCANSO:

El 7 de abril de 1992 arribó a la ciudad de Río Gallegos para presidir en el Obispado el seminario denominado “Monseñor Miguel Angel Aleman”. El Intendente Municipal de la ciudad, Alfredo Anselmo Martínez (UCR), por medio del decreto Nº 554 lo declaró huésped de honor y procedió a entregarle las llaves de la ciudad. En la ciudad de El Calafate fue agasajado por las autoridades municipales y pronunció una conferencia respecto a la soberanía de los Hielos Continentales y el Lago del Desierto. En su disertación en el Hotel Los Alamos, Frondizi ratificó: “ Soy defensor de la paz que se asienta en el bienestar de los pueblos. Creo en la unidad latinoamericana sobre la base del respeto a las fronteras legítimas y los derechos inalienables de cada una de sus naciones” La visita de Frondizi, que fue nada más ni nada menos que una expresión de soberanía, pasó absolutamente desapercibida para el gobierno de la provincia, cuya titularidad ejercía entonces el actual presidente Kirchner.

OBJETIVOS SUPERIORES:

El gobierno de Frondizi tuvo como objetivos superiores “legalidad para todos, paz social y desarrollo económico” cuya concreción trató de ser impedida –con la complicidad de sindicalistas, políticos y militares- a través de más de treinta intentos de golpe de Estado, todos ellos en connivencia con los holdings importadores. En ese contexto conspirador y antes de ser derrocado hizo realidad en tres años, entre otras cosas, el autoabastecimiento petrolero, triplicó la producción de acero, fortaleció las industrias químicas y automotriz, y aseguró condiciones de pleno empleo en el mercado laboral.

Frondizi insistió reiteradamente: “Deberá prevalecer la unánime decisión de fortalecer la autoridad del Estado con el pleno respeto a la Constitución Nacional y el digno funcionamiento de la Justicia, más la férrea voluntad de impulsar un vigoroso plan de desarrollo económico sobre un fundamento de justicia social y de absoluta vida moral, a la vez que él Gobierno debe reimplantar la tolerancia y la convivencia civilizada para construir una auténtica unidad nacional. Debemos asumir el compromiso irrenunciable de terminar con la Argentina presionada a negociar su dignidad para sobrevivir y con su pueblo sometido a privaciones criminales. Dios y la Patria lo demandan”.

Tengamos la plena seguridad que “Arturo Frondizi descansa merecidamente en la Paz del Señor”. Es saludable reiterar en estos tiempos de frivolidad, corrupción y desmedida vocación de poder, que el ex presidente vivió en total austeridad. Manifestó a sus amigos que su única ambición personal para cuando muriera consistía en tener una lápida en la cual se leyera: “Fue un ser humano y amó a su Patria”.

(*) Especial para Crónica y Análisis por Carlos J. González Cabral. Maestro normal nacional. Se desempeñó como secretario de Gobierno y Hacienda (1958-1961) y como concejal (1963-1966) en la Municipalidad de San Nicolás de los Arroyos (Bs.As.) en representación de la UCRI y del MID, respectivamente. Fue electo diputado provincial por el FREJULI (1973-1976). Entre 1989 y 1995 acompañó al ex presidente Frondizi como secretario político y privado.

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