miércoles, 8 de septiembre de 2010

JUGANDO AL TUTE CABRERO


OPERACIONES CRUZADAS

Kirchner quiere vaciar el peronismo federal y Duhalde responde hablando con Scioli


Por Carlos Tórtora para el Informador Público

La tensión en el Peronismo Federal entre Francisco De Narváez y Eduardo Duhalde y la posibilidad de una crisis en este sector entusiasma a Néstor Kirchner. Aprovechando el actual escenario de confusión en las filas del peronismo opositor, el kirchnerismo está preparándose para avanzar sobre todo en Buenos Aires. La reciente designación de Santiago Montoya como titular del Grupo BAPRO y el papel ascendente de Juan José Álvarez como asesor en las sombras de Daniel Scioli serían claves para este plan. Tanto como la reincorporación de los intendentes de La Plata y Tigre, Pablo Bruera y Sergio Massa, al selecto grupo de los elegidos de Olivos.

Álvarez y Montoya tendrían expresas instrucciones de arrimar a la dirigencia peronista enemistada con Kirchner y el BAPRO proveería la caja para apoyar económicamente la operación. La oferta oficialista sería concreta: a los disidentes se les ofrecería la amnistía completa, es decir, volver al PJ, recibir apoyo económico e integrar las listas para legisladores nacionales y provinciales. La idea es vaciar el Peronismo Federal en el distrito que suma el 40% del electorado nacional. Y las crecientes disidencias entre De Narváez y Duhalde facilitarían la operación. Obviamente, el premio mayor sería que finalmente De Narváez acepte competir en la interna del PJ, lo que certificaría la crisis del peronismo opositor. También el duhaldismo viene intentando vaciar el kirchnerismo, pero éste cuenta con la ventaja que da pulsar los timbres del poder. La multiplicidad de líneas internas que Kirchner impulsa en la provincia es funcional a esta estrategia que conduce personalmente sin la participación de Daniel Scioli. Si la expansión oficialista funciona, ésta es una razón más para que el gobernador tenga un papel simbólico y que todo se decida en Olivos. Hace 48 horas, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, que preside la FAM (Federación Argentina de Municipios), inauguró una nueva línea K en Buenos Aires. Uno de los aliados de Pereyra explicó crudamente el proyecto: “Éste es un espacio superador a Scioli -dijo- toda vez que el máximo referente es Néstor Kirchner”. Las otras nuevas líneas lideradas por Hugo Moyano, Alicia Kirchner y Amado Boudou tienen la misma filosofía.



Lógica pura

Este cuadro -en pleno movimiento- está produciendo un efecto casi matemático. Duhalde, golpeado por las discusiones con sus aliados, y Scioli, avasallado por Kirchner, están conversando nuevamente. Como anticipara informadorpublico.com la semana pasada, uno de los puentes sería el empresario Aldrey Iglesias. El gobernador soportó a pie firme el severo castigo de Kirchner por lo menos en tres etapas. En el 2004, éste lo aisló en su despacho del Senado y despidió sistemáticamente a los funcionarios sciolistas, sobre todo en la Secretaría de Deportes. Pero luego, en el 2006, lo convocó para gobernar Buenos Aires, cuando el ex motonauta se preparaba para disputarle a Mauricio Macri la Jefatura de Gobierno. El año pasado estalló la segunda crisis. Luego de su derrota el 28-j, Kirchner decidió que Scioli no lo había apoyado lo suficiente y lo castigó. La presión fue tan grande que el gobernador estuvo a punto de asumir la banca de diputado nacional que había ganado en su candidatura testimonial. Pero a fin de año hubo un nuevo perdón y aquél volvió a ser la principal pieza electoral para el 2011. Pero ahora, una vez más, volvió el castigo. Kirchner no soporta la idea de que su subordinado mida mejor que él y que pueda terminar siendo el liquidador del kirchnerismo.

La única solución para esto es que Scioli no sea candidato a gobernador. Acorralado, éste se enfrenta nuevamente a una opción difícil: bajar la cabeza una vez más y aceptar lo que resuelva el ex presidente, o desafiarlo, aun cuando las consecuencias puedan ser graves.

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