jueves, 17 de abril de 2008

ANTES QUE SEA TARDE

Este mensaje alude directamente a lo que debe ser el comportamiento de los legisladores nacionales que deberían trabajar en el Congreso. De hecho, el gobierno central y los caprichos del matrimonio presidencial señalan, según las mejores fuentes consultadas anoche y esta mañana, que los Kirchner - el verdadero presidente es Néstor - están dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias frente al arbitrario conflicto que desataron con el campo. Para que nuestros lectores tengan una idea aproximada del escenario que crece peligrosamente en el país, diremos que el estilo, el pensamiento y la ideología concreta del montonerismo encaramado en el poder después de haber sido derrotado en los años setenta por las Fuerzas Armadas y de Seguridad, ahora, con los resortes políticos en sus manos, ese montonerismo está decidido a no ceder ni negociar una salida al complejo entramado que construyeron, del que sobresalen dos factores principales: 1) el fracaso del plan económico todavía disfrazado por la capacidad de gasto que posee un sector importante de la población y 2) la destrucción de todas las instituciones que deberían funcionar en una emergencia como la que afecta a la República Argentina de manera integral.

A estos dos componentes y para una mejor comprensión de lo que ocurre, deben agregarse otros significativos para la vida cotidiana, a saber: la inseguridad que no se combate, el autoacuartelamiento de las policías, comenzado en Corrientes y que seguramente será seguido en otra provincias, especialmente la de Buenos Aires, el estado de anarquía que representan éstos y otros acontecimientos en gestación, la falta de dinero líquido para mantener a los sectores sociales que hasta ahora vivieron de los recursos públicos surgidos de los aportes privados - cómo las retenciones, por ejemplo - , la posibilidad de reacciones ante la falta de medios para subsistir y, en definitiva, la quebradura política que avanza dentro del gobierno y la falta de respuesta por los partidos que han dejado de representar los intereses de quienes los votaron.

Pensar en las Fuerzas Armadas como último recurso, es imposible habida cuenta su acatamiento a la ley que lo impide, su disminuida capacidad operativa por propia decisión del gobierno y un cuadro de dificultades regionales que cada vez son más significativos y del que forman parte otros dos factores importantes: el energético que dejará sin gas a la población este invierno y los combustibles cuyo faltante tendrá consecuencias múltiples que van desde lo más elemental para el transporte hasta las necesidades agropecuarias, básicas para la economía del país que, cómo si esto fuera poco, soporta la fuga de capitales de lo que nada dice la prensa controlada.

El horizonte se muestra cada vez más negro. Desde la Casa Rosada y Puerto Madero se hecha más leña al fuego y se fomenta el desencuentro social inversamente a las necesidades del momento - de todos los momentos, digamos - por lo que utilizamos el título para esta breve introducción a un presente que amenaza ingresar a la etapa posterior a la anarquía: el caos.

De allí que también estamos obligados a tomar en cuenta el comportamiento de otro Poder que es, nada más y nada menos, que el Judicial y que reiteramos el comentado informe que sigue a estas líneas sin tocarle una sola coma y que, en definitiva resume lo que ya es una última línea de trinchera: resucitar el federalismo, llamar a los gobernadores para colaborar en la emergencia en defensa de sus propios representados, exigir el cambio del Poder Ejecutivo y estar dispuestos a apoyar abiertamente a quienes no quieren que les saquen lo suyo y hace al futuro del País y, finalmente, que giren las miradas hacia el gobierno central para exigir una rectificación del rumbo suicida en el que se mantiene.

Carlos Manuel Acuña

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