sábado, 19 de abril de 2008

LO QUE OCULTA EL HUMO

Lo que oculta el humo


Producto de la quemazón de pastizales en islas del Delta de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires, la humareda ha tapado la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense en su zona norte y se extiende a velocidad de deuda externa por repúblicas y ciudades bolivarianas vecinas. Como era de suponer, la Presidente y sus principales ministros miraron para otro lado y en medio de una ardua negociación con la cúpula agropecuaria de final incierto, echaron culpas a la irresponsabilidad de los productores agrícolas que han provocado incendios que abarcan setenta mil hectáreas. Rápidos para los mandados, los dirigentes aludidos no se dieron por aludidos y retrucaron que en medio de las negociaciones que se llevan a cabo después de veintiún días de paro, semejante acusación conlleva la idea de forzar a la dirigencia para que se levante de la mesa de discusión haciéndola responsable ante la opinión pública de haber roto el diálogo.

Más allá de quién tiene la culpa de los incendios preocupa una vez más la inacción del Estado nacional y sus pares provinciales en sofocar un fuego cuyas consecuencias tiene a mal traer a millones de personas y hace perder vidas en accidentes automovilísticos producto del humo que impide la visión en las rutas. En efecto, el día tres de abril se habían advertido cuatro focos de incendio que pudieron haber sido controlados si las autoridades, tan prestas a endilgar culpas a otros, hubiesen dejado de lado inútiles conferencias de prensa y hubieran puesto manos a la obra. Quince días después se tiene lo que se tiene.

De esa manera, otra vez un hecho fortuito salva al kirchnerismo de poner su atención en la dura realidad (como si setenta mil hectáreas incendiadas no lo fueran). Un Congreso obsecuente, convertido en campeón moral de la decencia, intenta por segunda vez impedir la jura de un legislador que obtuvo cuatrocientos mil votos y que fue recientemente ratificado por la Corte Suprema. Que la mayoría automática que responde a Néstor Kirchner hable de la “inhabilidad moral” de un diputado electo llama a risa porque es el mismo sector que traicionando a sus electores, la Constitución y a la historia misma del Parlamento mundial desde 1215, ha depositado en manos del matrimonio presidencial la suma del poder público.

Oculto por el humo ha quedado el ataque gubernamental y paragubernamental contra el Grupo CLARÍN, al que se sumó en las ultimas horas Jorge Lanata con su nuevo diario mediante un análisis a la manera de la inglesa Greenpeace contra la contaminación de la papelera y pastera Papel Prensa perteneciente al Grupo. Con problemas más acuciantes que resolver, el mediático periodista no quiere darse por enterado que tiene dos sentencias desfavorables en juzgados comerciales que le impiden usar el nombre CRÏTICA al que, tarde o temprano deberá decir un lánguido adiós. Quizá ése sea el motivo y no otro del porqué ahora acepta las cartas que reparte la Casa Rosada para jugar contra CLARÍN.

A pesar de la humareda, los juicios de la izquierda contra los militares continúan viento en popa. Ahora es el turno de ministros como José Alfredo Martínez de Hoz. Después le tocará a otros. Más tarde serán empresarios y sindicalistas. Y después María Estela Martínez de Perón que ya tiene un pie en la escalerilla del avión que puede traerla a Argentina para ser atosigada. Y por fin, después de los despueces, para culminar la monumental obra, será el turno del general que fuera tres veces Presidente de los argentinos, el que, según el ministerio de Educación de Filmus y Tedesco, insultó a los guerrilleros en la Plaza de Mayo. Para ese tiempo, las empresas privadas habrán sido argentinizadas en su totalidad y el Sheraton Hotel converttido en Hospital de Niños. La revolución habrá triunfado.

Pero primero habrá que ver en qué termina el diálogo entre el Gobierno y la dirigencia agropecuaria. Si es cierto que en el lock out patronal de marzo, las bases desbordaron a las cúpulas de las cuatro entidades, nada asegura que las actuales negociaciones sean aceptadas por los inferiores. Pareciera que un bando se está preparando para algo más. Y está esperando a DElía.
SALINAS BOHIL
CORREO DE BS AS

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