miércoles, 2 de abril de 2008

NO ES SOLO LA SOJA....

¡No es sólo la soja, estúpido/a! (*)

Por el Lic. Luis Parodi (Pte. Ateneo Alberdi) 1-4-2008

La revolución en lo que luego fueron los Estados Unidos de América se originó cuándo la corona inglesa estableció abusivos impuestos al té. El “Grito de Marzo de 2008” del campo argentino, se produce en una circunstancia parecida, las retenciones confiscatorias a los productores agropecuarios.

El Gobierno pretende seguir con este sistema cortesano de “palos y miel” para tener sojuzgado a uno de los pocos sectores que hasta ahora no pudo doblegar con subsidios cruzados y que contribuye de manera significativa y determinante al ingreso de divisas por exportaciones. Palos con impuestos confiscatorios, y supuesta miel con “reintegros” que se cobrarán vaya a saber cuándo y por supuesto pagando el “peaje” al funcionario o “gestor” de turno. ¡Se trata de lograr la mayor concentración de poder en un grupo de no más de cinco personas, carentes de todo control, que haya visto la historia Argentina!

Señora Presidente, no mate a la “gallina de los huevos de oro” que eso es precisamente lo que hoy es el complejo agroindustrial de la República Argentina. La agroindustria aportó en 2007 u$s 30.000 millones de los u$s 56.000 millones de exportaciones, es decir el 53,6% del total, de los cuales u$s 12.800 millones provienen del complejo sojero. En la zona geográfica del complejo agroindustrial argentino viven 13.000.000 de personas. La agroindustria genera entre el 36% y el 40% de la mano de obra del país, y la Argentina es líder mundial en exportaciones con “valor agregado” de harina y aceite de soja. ¿Otra vez vamos a ir para atrás? ¡En vez de ver como “agrandamos la torta” quebrando nuevamente la frontera de mayores volúmenes de producción con la mayor ocupación y los crecientes ingresos por impuestos que ello produciría!

Hoy la principal preocupación de los argentinos es la ya altísima inflación comparada con niveles internacionales que erosiona en forma permanente y letal el bolsillo de todos, especialmente de los que menos tienen. La otra gran preocupación es la seguridad, por la cual se hace poco y nada mientras el Ministro del Interior, que debería ocuparse de ella, deja “zona liberada” en la Plaza de Mayo para los grupos de choque que luego ocupan los estrados detrás de la Señora Presidente en sus discursos.

Démonos cuenta que lo que se está produciendo es una revolución civil no violenta de campo y ciudad, en dónde los gobernados le exigen a sus mandados, ¡basta de derroche y transparencia en las cuentas públicas! ¡La fiesta de la expansión del gasto público del 2007 (47%) realizada para ganar las elecciones, no se puede pagar a costa de desincentivar la producción de nuestro principal complejo agroindustrial!

¡Apoyemos al campo! ¡Nos estamos jugando la democracia republicana, con su división de poderes y límites a los actos discrecionales de los gobernantes de turno!

(*) Parafraseando el principal eslogan de la campaña de Bill Clinton en 1992: ¡Es la economía, estúpido!


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