viernes, 7 de enero de 2011

TESTAMENTO



TESTAMENTO GAUCHO



Bueno m’hijo, según la ley ya semos casi, casi iguales...,

Ya le ha entrega’o el juez el documento que lo acredita como hombre,

De hoy en más lo que haga, lo que piense y lo que sienta

Tendrá que sostentarlo con su nombre, su brazo, su plata y su conciencia

To’ita esa es la fortuna con que a las luchas de la vida d’entra

y usted sabe bien, el empeño que hemos puesto

pa’ que al llegar a mozo las tuviera

mientras nos vamos acercando a casa

a’onde estará su mama como clueca

locas de ganas de abrazar al hombre

con que el cielo al final la recompensa

le vio’a decí m’hijo, las últimas palabras

que le guardó pa’ esta hora mi experiencia

si le estorban las oye y la olvida,

en cambio m’hijo si le sirven

las oye y las recuerda pa’ que en esta forma

le ayuden a encontrar el rumbo en este viaje largo,

bien largo que le espera.

Ser hombre no es creerse más varón que cualesquiera

Ni de andar de reja en reja

en uno dejando fama de borracho

y en otras de manchar honras ajenas.

Las de las cantinas son pa’ por si acaso

Las que hay en la ventana pa’ querencias

Son las que pone dios pa’que resguarden

su propio nombre en la custodia d’ellas.

Ser guapo no es andar golpeando gente

Ni tampoco deshaciendo fiestas

Guapo m’hijo es el domador que ve la muerte sobre el animal que m’uenta

Más valiente es toavía quien junto al arao’ abre una melga.

O se quema en los fríos del invierno, o se abraza en el sol de media siesta.

Cuando le toque ofertar algún servicio que llegue su mano

Antes que su oferta

La palabra y la firma no se niegan

Así le toque soportar la vida en lo más desgracia’o de la pobreza

Ser honra’o m’hijo es el mérito más grande

Como no serlo la mayor vergüenza

Cuando le toque votar atienda bien

Cuando le toque votar tenga presente

que en ese papelito que usted deja

deja lo más sagra’o que tiene un hombre

porque hay deja usted, honor, su libertad y su conciencia.

Y no valla pensa’ que yo lo he cria’o a uste’ pa flojos

no m’hijo, y escuche bien, escuche bien

esta sentencia que fue la condición de sus abuelos

aquel, aquel que no sabe ofender

no almite ni acepta ofensa

nadie muere un día antes según la ley de dios

ni tampoco hay sangre de gallinas en vuestras venas.

pa’ defender la vida es el cuchillo

pa’ castigar agravios la sotera

y si un día un extraño de su tierra

le perdiese el respeto a su bandera

hay sí, d’encha lo varón nunca más homre

nunca más firme el brazo y la conciencia

Americano, Americano, Americano por raza y por orgullo

Americano, a las malas o a las buenas caiga el que caiga

así llamen a su padre pa levantar el mismo su osamenta

¡que el que mata!, ¡el que mata! O perece por su patria

ha cumplido las leyes de su tierra!.



Autor: Claudio Martínez Paiva

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