jueves, 3 de abril de 2008

VIVA YO

Yo la mártir, yo la “hermana”, yo la conciliadora, yo la difamada, yo la corajuda, yo la que peco por ser mujer, yo la todopoderosa. VIVA YO.
No me ha sido fácil callar, se los aseguro y me disculpo también por ello ya que he recibido mails de nuestros lectores pidiendo un editorial. Pero el país necesitaba calma y yo lamentablemente no podía dársela por lo que preferí esperar y rezar por la paz.

Por Luz García Hamilton

Por momentos rozando la cursilería al referirse una y otra vez a “sus hermanas y hermanos” lo que contrastaba con la violencia de otros párrafos, Kristina acaba de hablar al país por cuarta vez en 10 días. Una puesta en escena formidable con 150.000 personas la mayoría “arriada” hasta Plaza de Mayo posiblemente para que agiten banderas y le muestren al país que patotas, sindicatos, obsekuentes, ciudadanos que son llevados a cambio de algún premio ó mísero bolsón y seguidores del régimen autoritario del matrimonio K, son capaces de congregarse porque sí haciendo gala de su obediencia debida. Convocó a toda la sociedad luego de rememorar el golpe de 1976 y compararlo con las protestas del agro. De el ejemplo presidenta y gobierne para todos respetando los derechos de cada uno.


En los últimos días he preferido guardar silencio al sólo efecto de no echar leña al fuego en un momento del país que requiere de todos un poco de cordura, mucho de tolerancia y un gran esfuerzo para lograr que la serenidad le gane a la sin razón y que la paz por sobre todas las cosas, impida que una Nación estalle en pedazos y que la violencia, ésa que todos detestamos en cualquiera de sus formas, se apodere de nosotros.

No me ha sido fácil callar, se los aseguro y me disculpo también por ello ya que he recibido mails de nuestros lectores pidiendo un editorial. Pero el país necesitaba calma y yo lamentablemente no podía dársela por lo que preferí esperar y rezar por la paz. Pero antes de seguir escribiendo y porque es el estilo de Periodismo de Verdad dar su punto de vista, expresamos desde acá nuestro total apoyo al sector agropecuario, a los pequeños, a los medianos y a los grandes productores porque consideramos que ellos son una pieza fundamental en la economía del país y que lo que han ganado con el sudor de sus frentes, es de ellos y nadie puede invadirlos así, arbitrariamente para “robarles sus ganancias”. Esas ganancias gracias a las cuales se crean miles y miles de puestos de trabajo a lo largo y a lo ancho del país y se invierten generando un movimiento inusual en todas las otras actividades que no dependen del campo directamente pero que significan crecimiento en cualquier lugar del mundo.

Los cambios de tono de Kristina

A la Presidenta se le puede criticar muchas cosas, pero que tiene una capacidad formidable para hablar frente a la gente y la habilidad de poder hacerlo sin siquiera leer un “memo” es innegable. Sin embargo a veces esa verborrea puede convertirse en su propio enemigo ya que no mide el impacto de sus palabras y de sus frases especialmente teniendo en cuenta que es la presidenta de TODOS los argentinos y que le habla al país en un momento de máxima tensión en la que el menor desliz puede tener un efecto tremendo.

Arrancó el martes pasado con un discurso de barricadas, atacando directamente al agro y a la sociedad, sin medir las consecuencias. Ni bien terminó de hablar y espontáneamente, miles de “argentinos y argentinas” (como ella repite a cada rato) salieron indignados a la calle con sus cacerolas para protestar pacíficamente contra el gobierno y su intolerancia. Fue un llamado de atención en cada provincia de la Argentina, aunque la mayoría de sus gobernantes haya mirado a un costado – aterrado por las represalias que suelen traducirse en la suspensión del envío de fondos - y aunque el gobierno nacional en la más desafortunada de las decisiones tomadas en estos 100 días de gobierno, haya decidido mandar a la patota de D’ Elía a ocupar violentamente la plaza. ESPELUZNANTE.

El segundo discurso de Cristina Kirchner fue el jueves de la semana pasada en Parque Norte y escoltada por D’Elía, el camionero Moyano, Carlotto y Hebe de Bonafini. Todo un símbolo de lo que quería decir en un lugar que nada tenía que ver con el formalismo que requiere el discurso de una presidenta de la Nación frente a una crisis política y social que amenazaba a la sociedad toda. Esa tarde Cristina llegó acompañada de Kirchner, su marido, y “pasó revista” por el palco central al mejor estilo de un General revisando su tropa aunque despotrique contra ellos y ante las cámaras ignoró a algunos gobernadores obedientemente presentes como el caso del tucumano José Alperovich por ejemplo que sólo se abrazó con su amigo Néstor mientras quedó mirando en posición incómoda y sorprendida a Cristina, a quien no logra seducir de ninguna forma.

En Parque Norte la presidenta suavizó el tono de su voz y les pidió “por favor” a los agricultores que se acerquen a dialogar. Sin embargo para los analistas políticos y para todos aquellos que entendían a fondo el problema, la Primera Dama, en un tono por momentos suave y conciliador, parecía destilar resentimiento por sus poros. Fue lamentable, ofensivo y doloroso escuchar a la presidenta DE TODOS LOS ARGENTINOS, hablar de genocidas, de piqueteros rubios y piqueteros negros, de productores grandes que les mienten a los pequeños productores, de oligarcas y de señoras paquetas de barrio norte. Honestamente y con el mayor de los respetos, para mí ese discurso disimulado en el cambio de tono de Cristina Kirchner, fue una afronta a esos “hermanos y hermanas”, “argentinos y argentinas” a los que a cada rato invoca.

Ayer por la tarde habló otra vez al país y como cada vez que lo hace logra, eso es cierto, paralizar a la sociedad que con las narices pegadas a la TV no quiere perderse una palabra de su discurso. Lo que la Presidenta no sabe es que si bien todos admiran su capacidad discursiva, el motivo no es verla a ella en actuación sino la situación del país que tiene en vilo a millones de argentinos a los que les preocupa la paz social, la libertad y el respeto y que ruegan que al país le vaya bien para lo cuál, aunque no quieran creerlo y se sientan “perseguidos”, es necesario que le vaya bien al Gobierno, nos guste ó no nos guste porque repito como en todas mis notas, los argentinos queremos vivir en democracia con todo lo que eso significa.

En la Casa Rosada ayer el marco fue el adecuado para un discurso presidencial si bien otra vez Hugo Moyano estaba en primerísimo fila así como los gobernadores que a gusto y a disgusto – hubo de los dos - dijeron presentes. Primero fue el turno del joven ministro de Economía Martín Lousteau quien no pudo ocultar sus nervios al rendir semejante examen pero que contaba con la mirada cómplice y hasta llena de admiración de la Presidenta que luego incluso tomó frases y cifras textuales dadas por Lousteau a quien llamaba simplemente “Martín”. Cuando Cristina habló ayer fue de verdad una “lady” y evitó referirse a “genocidas ni señoras paquetas como así tampoco mencionó a rubios y negros” algo que resultó tan desagradable. Sin embargo y desde un análisis profundo, demostró que a pesar de haber dado marcha atrás no pensaba decirlo y que seguía empecinada con los grandes productores como si fuera pecado tener tierras para producir y generar crecimiento en toda la economía del país. Pero también Cristina dejó en evidencia que no conoce como se trabajan los campos sojeros al hablar despectivamente de “un yuyo que crece solo” lo cual fue motivo de bromas, de ironías y de indignación por parte de quienes trabajan con seriedad sus tierras y gastan fortunas en fertilizantes para que sus granos sean de primerísimo nivel.

A pesar de todos los vaivenes en los discursos de la presidente Fernández de Kirchner que parecía la mejor alumna de algún profesor de teatro y oratoria que le fue enseñando a suavizando la voz y sus gestos, eliminando frases dolorosas que sólo parecían destinadas a dividir a una sociedad que se mostraba unida y a enfrentar a los pequeños y grandes agricultores, muchos, muchísimos argentinos, no quedaron conformes con sus palabras y mucho menos con sus propuestas que en esencia seguían siendo arbitrarias y cargadas de parcialidad.

Pero así y todo los dirigentes agropecuarios que mostraban signos de agotamiento, de desesperanza, de impotencia, de fastidio, tuvieron la grandeza enorme de los hombres de campo que por sobre todo tienen sus manos sucias de tierra pero sus almas limpias y sus corazones abiertos dando la primera muestra de madurez al expresar anoche mismo y todavía golpeados que flexibilizarían el paso de mercadería porque reconocían el apoyo enorme que la sociedad les había dado y no querían de ningún modo perjudicar a ningún argentino ni provocar desabastecimiento. Tenían que hablar con sus bases antes de tomar decisiones, todos ellos los apoyaron y respaldaron, pero existía en la mayoría la voluntad de encontrar una forma protestar y manifestar su rechazo a las retenciones, sin invadir los derechos de los demás.

Kristina se fue a dormir sintiéndose ganadora mientras su marido ultimaba detalles para el gran acto, gran circo ó como quieran denominar a esta absurda fiesta que al país le costó millones y que seguramente pagarán con las retenciones del agro, con la que le demostrarían al país lo fuerte que son. Nada más reconfortante para la señora presidenta que bajó radiante del helicóptero con su pollera floreada al viento y de la mano de su marido que el aplauso mentiroso de 150.000 personas la mayoría de las cuales fue llevada por gobernadores, intendentes, funcionarios y punteros políticos con la consigna de gritar y aplaudir pero debidamente identificadas porque los “favores se pagan”. Al fin y al cabo no importaba si el aplauso era espontáneo ó no, lo importante era la cantidad y no la calidad, obviamente y con respeto por los allí presentes, especialmente por ésa pobre gente que con tal de recibir alguna mercadería son capaces de viajar horas amontonados con tal de llevarles a sus hijos algo para comer. PATÉTICO.

Pero otra vez se le cayó el antifaz y apareció el indio

Claro que es sólo una forma de decir o de graficar una situación, nada más. Porque hoy Cristina arrancó con su habitual “argentinas y argentinos”…”hermanas y hermanas” y rozando la cursilería parecía a punto de llorar de “emoción” mientras con su mano en el pecho cantaba el Himno Nacional en un gesto que no va con el protocolo argentino pero que ella ha adoptado como suyo y comenzó a hablar con la habitual lluvia de papelitos.

En el palco de honor por supuesto su gabinete, con funcionarios y gobernadores que en mangas de camisa y tomando agua de la botella como si fueran dueños del mundo y no representantes del pueblo que estaban de cara frente al país y al mundo, compartían amigablemente el estrado con Hugo Moyano, el nuevo personaje de confianza de los Kirchner y con Luis D’ Elía el hombre que violentamente se adueñó de la plaza sembrando miedo entre los presentes, al que se premia invitando a todos los actos en calidad de VIP y las infaltables abuelas con sus pañuelitos blancos, las referentes máximas de Kristina.

Esta vez, respaldada por su séquito, los sindicatos, las abuelas, los organismos de DDHH, Cristina fue otra vez ella misma y utilizó sus habituales muletillas como referirse al golpe militar del 1976 y decir que la misma gente que hizo el golpe de estado más aterrante de la historia argentina, era la que con sus protestas había querido hacer otro golpe y terminar con la democracia. Perdón ¿democracia dijo señora?. Cristina tuvo la osadía de comparar el paro rural con el lock out patronal del 76, antes del golpe de manera de recordarle a la sociedad una y otra vez la década del 70 desde SU punto de vista manifestando y pretendiendo confundir a la gente al decir que se buscaba “dividir a la sociedad”….¿qué tenía que ver por ventura el golpe militar del 76 con las retenciones del agro?, ¿puede ser que la presidenta de ¿todos? los argentinos no pueda dejar de mirar por el espejo retrovisor y siga engañando a los argentinos?. Bueno, quizás tenga algo en común porque al golpe del 76 – no a los excesos no se confundan! - lo festejaron todos los que se cansaron del caos y de la anarquía de la misma forma que salieron con las cacerolas dispuestos a defender sus derechos y a repudiar la violencia emanada de un discurso arbitrario, pero defendiendo siempre la democracia, esa democracia que el gobierno no parece practicar habitualmente.

Otra vez aludiendo al género que al parecer la obsesiona porque es un tema recurrente en sus discursos ó cada vez que habla ante una audiencia sea en el país o fuera de él dijo que uno de sus pecados era el haber sido elegida en elecciones libres, democráticas y populares y que el otro pecado era el ser mujer, pero que ella se sentía orgullosa y que detrás de su “aparente fragilidad” (¿Alguien dijo que es frágil?) tenía el coraje para llevar adelante mandato que el pueblo le confió y por sobre cumplir con sus deseos de lograr una justa división de la riqueza y seguir adelante con la política de Derechos Humanos por sobre todas las cosas. Pero porque siempre alude a su condición de mujer?, al contrario y como mujer, creo que se corre con privilegios y que la gente es más tolerante y comprensiva incluso.

Cristina hoy fue sincera y usó su discurso habitual. Por momentos parecía actuar pero no se alejó de lo que predica a diario convencida de que el periodismo la difama y que la sociedad la calumnia. Abusó al criticar a la prensa que muestra una sola cara de la realidad (Se dio cuenta?, habrá ahora libertad de prensa?), dijo que había mujeres que habían logrado lo que ningún hombre pudo hacer….confieso que pensé que nombraría a la Madre Teresa de Calcuta ó cuando me di cuenta que era imposible, cuanto menos a Evita a quien busca parecerse con aínco, pero no, sus ejemplos de mujer eran “las señoras de pañuelo blanco” que la acompañaban en el acto. Reitero, con el respeto enorme al dolor de esas madres y abuelas que perdieron algún hijo, para ejemplos de mujer cuando se habla frente a un país creo que no fue el más acertado. Pero fue ella misma. Esa es Cristina Kirchner, la presidenta de ¿todos? Los argentinos.

Al final convocó a todos, “argentinos y argentinas”, “hermanos y hermanas” para que creen el acuerdo del bicentenario y la “ayuden” a seguir luchando por la Justicia, por el trabajo, por conformar empresarios con “valor agregado”, por la Ecuación porque ella necesita “la fuerza del pueblo” y porque sabe que los argentinos no quieren volver al infierno.

Señora presidenta, con el respeto que su investidura merece queremos decirle desde “Periodismo de Verdad” que tiene usted razón, NINGÚN ARGENTINO QUIERE VIVIR EN EL INFIERNO, pero es usted la máxima autoridad de la República y para eso ha sido elegida democráticamente, estamos de acuerdo. Entonces señora razone y no divida usted a los argentinos ni permita que algunos funcionarios lo hagan. Rinda el mismo homenaje a todos los muertos por la Patria, de uno y otro bando, haga un museo de la memoria con la verdad, de uno y otro lado, si quiere que los militares sean juzgados otra vez, que con la misma vara se lo haga con ex guerrilleros, si acepta que ex montoneros ocupen cargos públicos permita que también quienes han sido funcionarios durante el proceso puedan hacerlo, si los familiares de guerrilleros asesinados o desaparecidos son subsidiados, el mismo derecho tienen los familiares de víctimas de la subversión, si los productores agropecuarios tienen la suerte de un dólar favorable y de cosechas abundantes, celébrelo y sepa que ellos con el rinde de sus cosechas no sólo dan trabajo y mueven gran parte de la economía del país sino que además y desde el anonimato , ayudan a muchísima gente a alimentarse, a estudiar, a ser alguien. Acá nomás en Tucumán son los productores agropecuarios quienes cada año aportan un porcentaje de sus cosechas para que el Banco de Alimentos de comer a 12.000 personas sin recibir ayuda estatal aunque ellos por modestia no lo cuenten.

Usted es la presidenta de todos los argentinos como lo ha reiterado. Pues bien tenga la seguridad de que todos los habitantes de esta Nación que son gente de bien y simpaticen con el color político que sea, quieren para usted lo mejor, porque están convencidos de que si a la Presidenta le va bien, al país le va bien y que para que la democracia funcione usted deberá cumplir sus cuatro años en el cargo, respetando y haciendo respetar la Constitución Nacional.

Al cierre de esta edición todo indica que los productores agropecuarios aún dolidos y en desacuerdo con las retenciones anunciadas levantarán el paro para no entorpecer la pacificación de los argentinos. Otro gesto de grandeza de ellos que son hoy los grandes perjudicados. Usted tiene la oportunidad en sus manos, cuando terminó su discurso, hasta el cielo lloró…quizás fue un ruego llegado desde arriba que clamaba por la tan ansiada paz.

No deje pasar esta oportunidad y sea usted la artífice del cambio. De el ejemplo y respete a todos y a cada uno de los argentinos, queremos una Nación libre y soberana Cristina.


(*) Periodista, Licenciada en Comunicación Social
Directora de www.periodismodeverdad.com.ar

No hay comentarios: