Ejemplo
La presidenta hizo alusión ayer a las Madres de Plaza de Mayo como un ejemplo digno de destacar y aprovechó la ocasión para enderezar una crítica velada contra los hombres del campo. Según su lógica, aquéllas siempre habían hecho sus reclamos en paz, algo que no se podía decir de estos últimos.
Lo que debería saber la señora Cristina Fernández es que los miles y miles de trabajadores del campo nunca han enarbolado banderas de odio ni han reivindicado, públicamente, a delincuentes terroristas. Cosa que hace, en cuanta oportunidad tiene, Hebe de Bonafini, quien no sólo respaldó la voladura de las Torres Gemelas de Nueva York, sino que no se cansa de exaltar las acciones de sus hijos, confesos terroristas de la década del '70.
LNP
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