sábado, 31 de mayo de 2008

TARJETA ROJA

NÉSTOR SACÓ LA TARJETA ROJA
QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DE LA MOVIDA JUDICIAL CONTRA EL CAMPO
Por Christian Sanz


El 7 de mayo de 2008, Tribuna de periodistas anticipó las movidas del kirchnerismo en relación al conflicto del campo y adelantó antes que nadie la movida judicial sucedida en las últimas horas contra ocho productores agropecuarios de la localidad de San Pedro, a los que se acusó por supuesta "quema de pastizales".
En ese momento, este periódico advirtió que la falta de acuerdo con el campo era algo que "en el bunker de Puerto Madero se festeja en este mismo momento".
Se predijo en la misma nota: "Era el escenario que imaginaba y anhelaba el ex Presidente: el de la confrontación. El campo será a partir de ahora el eje de todos los males argentinos, desde el desabastecimiento general, hasta la creciente inflación (...) los 'protestantes' serán fuertemente infiltrados y controlados por el kirchnerismo. Es una de las tantas baterías de medidas que planea el oficialismo para 'poner de rodillas' a los ruralistas, tal cual quiere el supremo jefe K.
Otra de las medidas que se prevé, es la de generar incidentes y endilgarle la responsabilidad a los que protestan. Son los manotazos de ahogado de un gobierno que agoniza y que sabe que no podrá resistir mucho más la coyuntura actual" (1).
Eso mismo es lo que sucedió en las últimas horas, en el marco de la detención de los ocho productores por supuesta quema de pastizales, acusación que se suma a la imputación por el mismo delito de dos personalidades de la política, Margarita Stolbizer y la ex diputada María del Carmen Alarcón. Asimismo, ha habido una certera embestida contra los líderes ruralistas Mario Llambías, de Confederaciones Rurales Argentinas, y Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, por cortar la Ruta 9 el 19 de marzo próximo pasado.
Aunque finalmente la Justicia decidió echarse atrás en algunas de estas medidas, no deja de ser interesante la trama que se esconde detrás de lo sucedido.


La trama y el revés

Hace un par de semanas, el Consejo de la Magistratura hizo un interesante requerimiento a varios jueces federales: que informaran si habían tomado alguna medida puntual para que fueran levantados los cortes de rutas. Acto seguido, el kirchnerismo tanteó a una docena de magistrados y fiscales para ver si se podía iniciar alguna causa "de oficio" contra productores del campo. Inexplicablemente para el oficialismo, todos se negaron a avanzar en medidas de ese tipo, a sabiendas de que en el corto/mediano plazo esto se volvería un búmeran contra ellos mismos.
El gobierno fue aún más allá: inició nuevos incendios de pastizales y volvió a hablar con los mismos funcionarios. Tampoco aceptaron.
Sólo hubo dos personas dispuestas a avanzar contra los ruralistas, un juez con pesados antecedentes y un fiscal afín al oficialismo. El primero es Carlos Villafuerte Ruzo, megadenunciado por su desempeño en dos escandalosas causas, la muerte del hijo de Carlos Menem y el robo al Banco Nación de Ramallo; el segundo es Juan Murray, un inexperto abogado puesto a dedo en el Juzgado Federal de San Nicolás luego de que paradójicamente se excusara de investigar a su actual jefe, Villafuerte Ruzo (2).
Murray fue quien pidió la detención de los productores en el día de ayer, con el respaldo del kirchnerismo y la promesa de que ninguna causa contra él ni contra Villafuerte Ruzo prosperaría en el kirchnerista Consejo de la Magistratura. También fue quien citó a declarar a Stolbizer y Alarcon.
Fue un golpe de efecto para atemorizar a otros ruralistas, a los funcionarios díscolos y a la sociedad en general. El mensaje es claro: cualquiera que se solidarice con el campo será llevado a la Justicia. Si hay que inventar justificaciones se hará.
No es la primera vez que el oficialismo inventa hechos de conmoción para acusar falsamente a diversos enemigos K. Independientemente de los falsos secuestros de Luis Gerez y Juan Puthod, los recientes incendios de abril de este año fueron provocados por el kirchnerismo, tal cual demostró este periódico oportunamente (3).


La Gestapo K

Pocos saben que la estrategia kirchnerista tiene una infaltable pata represiva, relacionada a un grupo de Tareas santacruceño que el propio oficialismo denomina en ámbitos privados D2.
Es que, a pesar de que las fuerzas de seguridad nacionales están a cargo del incombustible ministro de Justicia, Aníbal Fernández, el oficialismo desconfía de la mayoría de sus integrantes y por ello ha conformado este grupo, cuya tarea consta de hacer tareas de Inteligencia y está preparada para actuar -en el peor de los escenarios- como fuerza de choque y represión.
El D2 está encabezado por Wilfredo Roque, ex jefe de Policía de Santa Cruz y hombre de confianza del matrimonio presidencial -no es menor el hecho de que ha hecho y sigue haciendo tareas de Inteligencia para ambos-, separado de su cargo luego de un par de violentas represiones a manifestantes santacruceños.



A este acompañan los siguientes efectivos de la policía de Santa Cruz: Miguel Coronel, Martha Ciurca, Emiliano Garzini y Jaime Gareca, a los que se suman agentes de la Brigada de Investigaciones Zona Centro de Río Gallegos y Brigada Zona Caleta Olivia.
Si es desconocida la existencia del D2, mucho más lo es su operatoria. En las últimas semanas, ha comenzado a trabajar, elaborando partes de Inteligencia y evaluando cómo se movilizará en caso de supuesta "conmoción interior".
Sus partes son recibidos sólo por cinco funcionarios del oficialismo, entre los cuales se incluye a Néstor Kirchner, verdadero ejecutor, no sólo de las medidas gubernamentales de su esposa, sino de la operación que castigará a los opositores K.


Concluyendo

Aunque sigan apostando por "cansar" a los ruralistas e intentar enojar a la sociedad con estos, Néstor Kirchner y su esposa han resultado ser los más perjudicados desde que empezó el conflicto con el campo. El intento de "desgaste" contra el campo ha demostrado no funcionar y sólo parece abrir una brecha que cada día se hace más grande.
Lejos de ser rechazados, los productores han sido reivindicados por la sociedad y los golpes del oficialismo han conseguido lo que nadie más pudo. Se unieron cuatro entidades del campo que han tenido diferencias históricamente irreconciliables, y a estas se ha unido la Sociedad Rural Argentina y las bases agrarias, algo inédito.
A su vez, la debilitada oposición ha cobrado inusitada fuerza y se han unido entre sí dirigentes que otrora tenían abismales divergencias de pensamiento. Lo más insólito es que la sociedad se acerca cada vez más a estos y se aleja del pensamiento oficial.
Por caso, en las últimas horas, se conoció un estudio realizado por la consultora Telemática, que muestra una notable disminución en la imagen del matrimonio presidencial y de los gobernadores que defendieron la postura de la Casa Rosada frente a las retenciones. En proporción inversa, los gobernadores de Córdoba y Santa Fé, Juan Schiaretti y Hermes Binner, han crecido en el marco de su apoyo al campo.
La situación del oficialismo es tan pero tan mala, que hasta el dirigente Alfredo De Angeli es mejor visto por la sociedad que Néstor Kirchner.
Toda una postal de los días que se viven.

Christian Sanz

(1) Ver http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3806

(2) Juan Murray es el mismo que en 2005 pidió la captura, a pedido del kirchnerismo, de Luis Patti por haber participado supuestamente en el secuestro y asesinato de Gastón Gonçalves, en 1976. No casualmente Patti era candidato a diputado nacional.

(3) Ver http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3751



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