¿Nace un nuevo líder?
Sin duda alguna el festejo del 25 de Mayo mostró dos Argentinas diferentes, una reclamando la vigencia de las instituciones y la aplicación del federalismo, símbolo de la verdadera libertad y la otra Argentina con miseria que debe rendir pleitesía a los poderosos a cambio de unos pocos pesos que le permita subsistir, mejor dicho que le permita "durar".
Únicamente no entienden quienes no quieren entender que la adhesión de la ciudadanía hacia el sector agropecuario se debe al hartazgo que siente la sociedad hacia una clase dirigente que gobierna el país en forma caprichosa y prepotente. En las retenciones confiscatorias se han visto reflejadas las angustias de otros sectores que sufren males similares.
El "derrame" que se utiliza como bandera solo alcanza a los amigos del poder en gran medida y en menor proporción a los que deben alquilar su dignidad poder subsistir.
Pero no es la prepotencia el único factor de disgusto ya que la mentira, la falsedad y la manipulación de la opinión pública campean por sus respetos.
El ANSES tal vez simboliza el concepto de "reparto" que tiene el gobierno, una institución que manifiesta tener "superávit" mientras los jubilados no se recuperan de las enormes devaluaciones y mucho menos aún de los efectos que produce la inflación que con poca habilidad intenta esconder el IndeK. De reparto es pero. ¿Entre quien reparte?.
Pero en el el Universo todo tiene su contrapartida, el efecto de acción y reacción siempre se hace presente y es por ello que en medio de una sociedad que descree de su clase política nace un líder natural, de esos que hablan "como uno", que representa la firmeza sin ira y la convicción sin enojo, que no pierde esa sonrisa sincera que no trasunta burla, sino paz interior. Tal vez ideológicamente muchos no comulgarán con sus ideas, pero aún así no dejarán de estar de acuerdo con sus planteos y con sus objetivos.
Se trata de Alfredo Deangeli un chacarero de buena cepa cuyo discurso lleno de objetivos comunes a toda la ciudadanía republicana dolió más que las palabras de otros dirigentes que pudieron ser más agresivas. Es evidente que tendrá que soportar las furias de quienes se sienten afectados. Esos mismos que con mil culpas sobre sus conciencias destruyeron la imagen de un buen hombre, Juan carlos Blumberg, por una pequeña debilidad, tolerar que lo trataran de ingeniero sin serlo. Sus acusadores en muchos casos carecerían de condiciones morales pero les sobraba poder y dinero, eso fue suficiente. Si se aplicara el mismo criterio a todos por igual, habría que exigir los certificados correspondientes a todos los funcionarios y tal vez alguno o alguna deberían renunciar.
¿Que historia le inventarán a Don Alfredo? ¿Tal vez que es el socio de Mandinga?. Gran problemas para los K, un "mansito" les resultó un "chúcaro redomón"
Pero el problema es grave el conflicto agropecuario estaría generando daños colaterales que se irán manifestando, tal vez no en lo inmediato, pero se harán sentir,a no muy largo plazo, a no dudarlo, mientras tanto, los verdaderos responsables de tanto desquicio se conforman mirando las recaudaciones que crecen a la sombra de la inflación y bajo el paraguas de un INDEK mentiroso.
Tal vez el ejemplo Deangeli cunda y muchos dirigentes honestos se animen a seguir el ejemplo, hablar claro con el corazón en la mano y con las manos limpias, un requisito difícil en un país con impunidad asegurada; la esperanza reside en que si esto sucediese de nada valdrán los esfuerzos de las corporaciones juramentadas para seguir expoliando un país e impidiendole su desarrollo
Horacio Guido Dupuy
Para suscribir a La Gaceta "pegar" en su casilla de correos: argentinos_a_ las_cosas- subscribe@ gruposyahoo. com.ar
miércoles, 28 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario