miércoles, 28 de mayo de 2008

LA HORA DE LAS RATAS

¿SERA VERDAD? ...

La hora de las ratas ha llegado
La luz de alerta roja se encendió en el tablero de la clase política argentina.

La extensión de la protesta agraria por cinco días más y la organización de un acto masivo en la ciudad de Rosario programado para el próximo domingo 25 de mayo marcan inexorablemente los tiempos políticos.

Los sectores más ortodoxos de la clase dirigente (los gobernadores Juan Schiaretti y Hermes Binner acompañados por el Obispo de San Isidro Jorge Casaretto.) intimaron a los huelguistas a que depongan su actitud. Desde La Plata sorprendió el duro comentario del gobernador bonaerense Daniel Scioli quién aseguró que el campo 'está tirando mucho de la cuerda'. Fue la primera vez que el motonauta amenaza con tomar represalias sobre un sector social de la ciudadanía.

La reacción de la oligarquía política es comprensible, puesto que la protesta agraria se expande a todos los rincones del país y la adhesión se ha hecho fuerte en los sectores urbanos. Me gustaría saber que haría Scioli si el pueblo llegara a cortar violentamente esa imaginaria cuerda. Seguramente saldría expulsado de la vida política del país.


Ante la previsible debacle del kirchnerismo, el gobernador bonaerense Daniel Scioli está negociando su inmunidad con el ex-presidente Eduardo Duhalde. Decenas de funcionarios y jueces pasan por las oficinas del caudillo bonaerense con la ilusión de sobrevivir al desastre kirchnerista.

Desde hace algunos días se incrementaron las visitas de nuestra clase política a la sede del 'Movimiento Productivo Argentino'. Esta entidad se encuentra situada a pocos metros de la sede del Congreso Nacional (Hipólito Yrigoyen 1628 piso 11) y tiene su despacho el ex-presidente Eduardo 'Papá Porro' Duhalde.

En esas oficinas se está operando en forma intensa contra el régimen kirchnerista. Muchos políticos, funcionarios y jueces se acercan para pedir una entrevista con Eduardo Duhalde y expían sus pecados kirchneristas.
El mensaje que reciben desde el MPA es directo y concreto:

a) Cuando caiga el kirchnerismo se organizará un juicio de Nuremberg para la clase dirigente y todo el Poder Judicial.

b) Cada dirigente, funcionario o juez deberá dar cuenta de sus actos y seguramente enfrenten duras penas de prisión o el revanchismo de la justicia popular que el kirchnerismo supo fomentar.

c) Deberán colaborar con las investigaciones judiciales que se llevarán a cabo sobre todos los delitos cometidos por el kirchnerismo. Este aporte será tomado como 'atenuante' para la supervivencia o el fín de la carrera política o judicial del 'arrepentido'.

No menos de 150 dirigentes, funcionarios y jueces pasaron por las oficinas de Eduardo Duhalde. La gran mayoría de ellos aceptaron sus exigencias sin ningún tipo de condicionamiento. Los que le pidieron audiencia a 'Papá Porro' saben que se arriesgan a sufrir represalias por parte de los grupos de choque del kirchnerismo o pueden ser víctimas de una persecución judicial sin límites y en el peor de los casos que la gente se autoconvoque en sus domicilios particulares para lincharlos.

Para Eduardo Duhalde, el 'Nuremberg kirchnerista' sería pagar una cuenta pendiente con la sociedad y convertirse nuevamente en el 'árbitro' de la política argentina. Encima su 'resurrección' política haría inevitable su aproximación hacia la Casa Rosada. Es evidente que estas 'casualidades' que pasan en la vida del caudillo bonaerense son la consecuencia directa de ser un eterno 'condenado al éxito'.

Uno termina pensando que la senadora Hilda González de Duhalde es una mártir que un día va a recibir al ex-presidente en su hogar y éste le va a decir '...Chiche, ¿sabés lo que me pasó?...me llamaron a la oficina y me tuve que hacer cargo del gobierno...soy un condenado al sillón de Rivadavia'.

El régimen kirchnerista sabe de esta maniobra y en forma desordenada prepara una grave denuncia pública contra Eduardo Duhalde. En los próximos días se 'descubriría' una 'conspiración' liderada por el caudillo bonaerense para desestabilizar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Esta imaginaria asonada 'pondría en peligro a la estabilidad democrática' y puede ser la excusa ideal para la restricción en las libertades públicas.

Los peligrosos conspiradores son los mismos que ya aparecieron en las listas negras del diario oficialista Página/12. Desde el propio oficialismo le atribuyen a los miembros de la 'lista negra' una ilimitada capacidad de destrucción y de conspiración. Imaginan a los rebeldes como los superhéroes de la derecha argentina cuando en la gran mayoría de los casos son personas pacíficas, sobrias y educadas.

Como buen ajedrecista de la política, desde el propio duhaldismo se filtraron algunos de los nombres de los 'desertores' que han negociado su 'salvoconducto' con el ex-presidente. Uno de los primeros en prestar toda su 'colaboración' es el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli.

El motonauta Daniel Scioli intenta sobrevivir a la debacle kirchnerista y siguiendo el camino del jefe de gabinete Alberto Fernández canjean la continuidad de su carrera política a cambio de convertirse en testigos de cargo privilegiados contra la barbarie del régimen. Desde sus oficinas ponen a disposición de Eduardo Duhalde toda la información que circula por la administración pública nacional y provincial. En la práctica, el legendario caudillo bonaerense analiza cada documento a la luz de su experiencia como gobernante todos los actos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Esta información es volcada a los archivos que el 'Movimiento Productivo Argentino' lleva en sus oficinas. A cargo de la decodificación de toda la información se encuentran dos especialistas que han sabido ocupar importantes cargos durante las gestiones duhaldistas: el ex-intendente de San Martín Carlos Brown y el ex-agente secreto Juan José Alvarez (alguna vez conocido como el misterioso 'Alzaga').


El saludo entre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y la canciller alemana Angela Merkel durante la cumbre presidencial entre los mandatarios de América Latina y de la Unión Europea.

Mientras tanto, el gobierno kirchnerista ha bajado su perfil desde la debacle en la cancha de Almagro. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajó a la cumbre de mandatarios llevada a cabo en Lima, Perú. En esas reuniones, se sondeó la posibilidad de pedir asilo y protección a algún país extranjero ante la posibilidad de que estalle la situación política y económica en nuestro país. Para la familia Kirchner la decisión ya está tomada: si tienen que abandonar el poder no se quedarán un minuto en territorio argentino.

Les temen a las manifestaciones populares y al revanchismo de sus enemigos políticos. Los Kirchner le tienen miedo a todo aquello que fomentaron durante sus dos mandatos presidenciales.

Estos sondeos comenzaron hace algún tiempo y encontraron eco en el gobierno de Hugo Chávez. Venezuela les aseguró su protección y desde hace unos días se encuentra alojado en el Bauen Hotel de Buenos Aires un grupo de veinte comandos de élite que tienen como función proteger la integridad física de la familia presidencial argentina en el caso de una convulsión social.

La operación militar bolivariana en territorio argentino sería transportar a sangre y fuego al matrimonio Kirchner hacia Caracas. Para apoyar esta huida, se ha determinado que los planes de vuelo de las aeronaves afectadas a Presidencia de la Nación permanezcan en un absoluto secreto. Igualmente, desde Caracas se han tomado las previsiones para acompañar con dos jets ejecutivos la eventual huída del matrimonio Kirchner.

En Caracas estarían seguros, pero como el ex-presidente Néstor Kirchner sabe que el gobierno de Hugo Chávez puede llegar a desbarrancarse si se perturba el frágil equilibrio de poder entre Caracas y Washington. Por eso, durante esta cumbre de mandatarios se sondeó la posibilidad de que la familia Kirchner se pudiera llegar a asilar en Alemania.

Durante el encuentro con la canciller alemana Angela Merkel solo obtuvieron una sonrisa y no quedó ningún compromiso firme. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner le recordó todos los favores que el gobierno nacional argentino le hizo a la empresa automotriz alemana Volkswagen. La canciller le recordó a la mandataria argentina que las empresas permanecen y los gobiernos no. De hecho, Volkswagen fue creada por el gobierno de Adolf Hitler y de alguna manera transitó por toda la convulsionada historia europea de la postguerra hasta llegar a ser el coloso industrial que fabrica y comercializa a nivel mundial a una prestigiosa gama de automóviles.

Lo que queda bien en claro es el destino trágico de los cientos de militantes kirchneristas que serán abandonados a su suerte cuando el matrimonio presidencial decida desertar. Allí van a sufrir en carne propia todo el odio y el revanchismo que han sembrado durante los mandatos de Néstor Carlos Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner.

La hora de las ratas ha llegado.

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