miércoles, 4 de febrero de 2009

AZAFATO QUIERE SER ETERNO


CATO Institute - 04-Feb-09
http://www.elcato.org/node/4018

Chávez busca otra vez un mandato de por vida

por Mary Anastasia O'Grady
Editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.
La última vez que el presidente venezolano, Hugo Chávez, llevó a cabo un referendo para otorgarse un mandato de por vida, los votantes lo rechazaron. Eso fue hace sólo 13 meses. Ahora lo intentará de nuevo, con un referendo el 15 de febrero, y esta vez está mucho más desesperado.

Las reservas del Tesoro están disminuyendo, los cortes de electricidad se están volviendo más frecuentes, la seguridad pública se está deteriorando y las finanzas del monopolio petrolero estatal, PdVSA, están aparentemente desordenadas. Hay pocas razones para pensar que el declive será revertido pronto.

Si Chávez espera continuar gobernando bajo el disfraz de democracia después de 2013, cuando se acaba su mandato, debe cambiar la constitución ahora. Hacer trampa en las urnas, como ha hecho en el pasado, es una cosa. Sin embargo, estaría rompiendo la ley de forma mucho más obvia si tratara de postularse de vuelta violando la actual prohibición constitucional. Otra derrota en el referendo sería devastadora, motivo por el cual sus partidarios están haciendo todo lo posible para evitarla, incluyendo un marcado aumento en el uso de la violencia política a lo largo del país.

Cuando los venezolanos emitan sus votos el 15 de febrero, estarán contestando a una pregunta: ¿aprueba enmendar cinco artículos de la constitución para permitir la indefinida reelección del presidente, los legisladores, los gobernadores y los alcaldes?

La pregunta del referendo originalmente no incluía a legisladores, gobernadores ni alcaldes. Sin embargo, cuando una propuesta anterior solicitó la reelección indefinida sólo para el presidente, se topó con un amplio escepticismo. Por lo tanto, Chávez decidió ampliar el campo con la esperanza de obtener más apoyo. Aun así, todos saben que este es un referendo sobre el presidente.

El problema para Chávez quizás sea que la mayoría de los votantes ya ha tenido suficiente de él, y esta votación les da la oportunidad de expresarlo. Las actuales condiciones económicas y financieras no favorecen al presidente en ejercicio.

Venezuela importa casi todo lo que consume. La cuenta se paga con divisas extranjeras obtenidas mediante las exportaciones de petróleo. No obstante, los precios del crudo venezolano se encuentran actualmente por debajo de US$40 el barril, y hace poco le pidieron al banco central que entregara US$12.000 millones a un fondo gubernamental de desarrollo. La posición de reservas internacionales del banco ahora es de un poco menos de US$30.000 millones, si se puede confiar en las cifras del gobierno.

La posición del banco todavía no está en crisis, pero la tasa a la que las reservas están disminuyendo es preocupante. Si esto continúa, Venezuela podría tener problemas para pagar por sus alimentos. Chávez también ha utilizado al banco como su propio fondo político para usos ilícitos. Su supervivencia "democrática" depende en gran parte de la generosidad para las masas pobres y los sobornos para los partidarios no tan pobres.

PdVSA domina la economía del país, y sus problemas no dejan de derramarse a otros sectores. Hace dos semanas, Raúl Gallegos de Dow Jones Newswires reportó que la petrolera estatal en septiembre les debía a sus proveedores cerca de US$7.860 millones. Desde entonces, la situación sólo ha empeorado. El servicio Noticias Financieras informó el jueves que el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y de Minería de Venezuela dice que 200 compañías se ven perjudicadas por la falta de pago de las empresas estatales a sus proveedores y que, de no resolverse el problema, podría afectar a entre 25.000 y 30.000 empleos.

Humberto Calderón Berti, un ex ministro de Energía de Venezuela, identificó la fuente de las dificultades en una entrevista con la agencia mexicana de noticias Notimex la semana pasada: "la deuda de PdVSA pasó (en 10 años) de US$2.000 millones a US$20.000 millones, su producción cayó de 3,2 a 2,4 millones de barriles diarios y las refinerías están atravesando por problemas operacionales".

PdVSA no es más que un símbolo del deterioro de la competitividad de Venezuela bajo Chávez, y los venezolanos ya están sintiendo las dificultades económicas que impone este declive. En el referendo de diciembre de 2007 parece que se abstuvieron muchos votantes que encajaban en la demografía chavista, lo que sugiere una desilusión con respecto a la revolución bolivariana. Para combatir este malestar, el Partido Socialista Unido de Venezuela de Chávez está haciendo campaña de manera frenética. El partido ha indicado que sus trabajadores irán de "puerta en puerta", organizarán foros y ocuparán las salidas del metro de Caracas para movilizar el voto. Esta es una adición al uso de Chávez del púlpito de la provocación y la amenaza en televisión.

Sin embargo, todo indica que Chávez no piensa que esto será suficiente. A su lista de "herramientas" ha agregado la intimidación.

En el último mes, los matones de Chávez han estado atacando a grupos estudiantiles que están tratando de movilizar a los venezolanos a votar por el "no". Gas lacrimógeno y balas de goma han producido heridas físicas y crecientes temores de violencia a lo largo del país. Esto podría afectar el índice de participación de los votantes. También genera dudas sobre si suficientes observadores de la oposición podrán ser movilizados para supervisar el sufragio en la noche de la elección. Si no, y Chávez "gana", la situación probablemente se volverá mucho más aterradora.

Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 2 de febrero de 2009.

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