EXPLOTA EL UNIVERSO K

Cambio de rumbo y peligro de explosión en el universo K

Acercamiento a la ortodoxia peronista, alejamiento de Hugo Moyano y la Transversalidad, y la búsqueda de un final de mandato de Cristina sin complicaciones en lo económico y social, es lo que reina por estos días en el horizonte K. Por qué la Jefa de Estado eligió cambiar el rumbo elegido por Néstor, y la posibilidad de que si no se logra controlar a su tropa, el universo K estalle por el aire

La Argentina ya no es la misma de hace 45 días atrás, la muerte de Néstor Kirchner transformó completamente el escenario político local, haciendo que lo que hasta antes del fallecimiento del ex presidente parecía imposible, que es que el oficialismo tenga todas las de ganar para el 2011, ahora esté más que nunca al acceso de la mano.

El cambio de rumbo que ha tenido el gobierno kirchnerista luego de la muerte de su líder y principal mentor político ha sido drástica. De ser enemigos desde el discurso del Fondo Monetario Internacional (FMI), se ha pasado ahora a una alianza estratégica para el control del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que tiene como objetivo central volver a entrar en el contexto internacional para entonces tomar más créditos, que no harán otra cosa que incrementar la ya desorbitante deuda externa argentina.

Ya se ve el cambio del gobierno tendiente a dejar el pseudoprogresismo que se viene manteniendo desde el 2003 a la fecha, para pasar lisa y llanamente a militar en un sector político, que se podría definir claramente como de derecha. Todo esto pudo verse en acciones como las de la represión a los Tobas en Formosa, cuando los principales referentes del oficialismo no salieron a criticar la matanza de indígenas por parte del gobierno del ultra K Gildo Insfrán, sino que por el contrario, han salido a avalar este tipo de metodologías y a instalar la figura de Insfrán como candidato a la reelección en 2011.

En otro de los hechos en los que se pudo ver este retroceso en el pensamiento oficial, está en lo sucedido el pasado martes en el barrio porteño de Villa Soldati, donde la Policía federal, que depende del gobierno nacional, reprimió salvajemente a los habitantes que habían ocupado un predio de la ciudad, ocasionando dos muertes y un e scándalo político por solucionar ahora los disturbios sociales con represión, balas y muerte.

Todas estas cosas que se vienen tratando en diversos artículos desde la Agencia de Noticias CNA, es algo que se viene analizando en las distintas mesas de debate en la que participan los más destacados analistas políticos de la Argentina. Según estos hombres que vienen acertando completamente sus pronósticos desde el regreso de la democracia a hoy, la presidenta Cristina Fernández no tendría en su cabeza por estas horas ser la candidata del oficialismo a las presidenciales del año que viene, y es por eso que se estarían pensando en otros nombres para encabezar la fórmula K.

A pesar del crecimiento que mostró la Jefa de Estado en los sondeos de opinión luego de la muerte de su esposo, se comenta por lo bajo en lo más alto del poder, que Cristina no tendría el ánimo suficiente para seguir gobernando más allá de diciembre del año que viene, y de ahí sobresale la intención del gobierno de intentar despejar el camino para el que lo sustituya, y una de las acciones más notables es el cambio de rumbo en el discurso y metodología K.

Cuentan los que recorren los pasillos intrincados de Olivos, que los nombres que con más insistencia son nombrados en boca de altos funcionarios nacionales para pelear la presidencia por el kirchnerismo, son en estos momentos dos: el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli; y el ex gobernador y actual senador nacional por la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann.

Entre los motivos que llevan a pensar en estas dos personas, dos de los políticos que mejor imagen pública tienen ante la sociedad, están las de su capacidad de gestión y diálogo, algo que siempre se le ha criticado al kirchnerismo. Scioli además, tiene la estoica imagen de la lealtad al proyecto iniciado en el 2003, donde soportó las mayores humillaciones públicas por parte del matrimonio Kirchner, así como también la posibilidad de contener a distintos sectores del Justicialismo detrás de su candidatura, ya que es un hombre que cae bien en todas las corrientes del pensamiento peronista.

El mandatario bonaerense además, ha tomado en los últimos días mayor notoriedad al interior del propio Partido Justicialista, ya que se apareció de improvisto en la reunión del Consejo del PJ provincial que comanda el camionero Hugo Moyano, manejando la reunión junto a los intendentes del conurbano, mostrándole al titular de la CGT quienes son los que mandan verdaderamente dentro del PJ, no aceptando la intromisión de extraños, como consideran a los hombres del gremialismo. Todo esto, se hizo con la venia de la presidencia de la Nación, que siguió todos estos pasos gozosamente, y que más allá de las fotos de ocasión, no consentiría mayor acercamiento con el sindicalismo cegetista.

A Reutemann lo que se le indilga es su capacidad de razonamiento y de manejo de situaciones difíciles, el haber ganado el año pasado en tierras santafesinas cuanto todo hacía pensar en un triunfo Socialista, y por sobre todas las cosas la división de aguas que causó en el Peronismo Federal con su rompimiento por las fuertes declaraciones públicas de este espacio político a la presidenta Cristina Fernández luego de la muerte de su esposo, y su acercamiento a las políticas oficiales con vistas a octubre del año que viene.

Pero sin duda, una de las cosas que ha llevado a la presidenta a reclinar sus esperanzas de ser candidata en 2011, está lo que los analistas llaman el “rompimiento de la burbuja económica”, que muchos estudiosos de la economía definen como la caída de este “veranito económico” que vive el país desde principios de este año, y que auguran que a más tardaren el tercer trimestre del año que viene, se caería con serias consecuen cias para la Argentina.

Por la mente de la Jefa de Estado, no pasa el ser la candidata de un espacio que propicie un ajuste económico, así como tampoco el quedar como una presidenta que recortó los planes sociales que ella misma propició durante su mandato. La caída de la economía argentina según los analistas, traería aparejado una gran retracción en la economía local, con fuerte recesión, que ocasionaría un aumento en la desocupación y peores condiciones sociales.

Es por eso que el cambio de rumbo de Cristina estaría como condicionante para dejarle el camino libre a un gobierno “Justicialista” el año que viene, y de ahí habría acordado con diversos sectores del peronismo ser la encargada de hacer el trabajo sucio dentro del propio oficialismo, que sería sacarse de encima a los personajes que molestan a lo más ortodoxo del partido fundado por Juan Perón, como son las organizaciones sociales (llámese D,Elía, Pérsico, De petris, entre otros), a Hugo Moyano y su corte de sindicalistas adictos y pensar más en los Gordos y los sindicatos con buenas relaciones con el PJ, y a los transversales que cayeron en el kirchnerismo como parte del acercamiento de Kirchner con una gran parte del pensamiento progresista argentino.

De ahí que tal como adelantó esta agencia de noticias, que Cristina esté escuchando más los consejos del principal operador político del kirchnerismo, como lo es Juan Carlos “Chueco” Mazzón, dejando de lado los planteamientos de otro de sus consejeros, el Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, agarrándose de lleno al PJ y en querer tender todos los lazos posibles para conseguir terminar el gobierno en paz.

La posibilidad de que este giro totalmente a la derecha que vive el gobierno hoy en día lleve a un descalabro interno dentro de la propia tropa K, es muy grande, lo que hace temblar el armado político del o ficialismo por lo bajo. Es que han sido justamente las organizaciones sociales las que han tenido un alto poder de fuego y de acción directa bajo el kirchnerismo, y no estarían dispuestas a aceptar una derrota interna frente a la ortodoxia peronista así porque sí, de ahí que se a la propia presidenta la que esté hablando con ellos para explicarles la nueva situación en la que está sumergido el país y las pocas salidas que se tiene ante este panorama.

Uno de los sectores que estaría totalmente incómodos, como ya remarcamos con anterioridad, es el sindicalismo seguidor de Moyano, que después de la muerte de Kirchner, ve disminuir su poderío al interior del PJ, además de encontrarse perseguido judicialmente por la causa de medicamentos truchos que sigue la Justicia Federal, por la cual Juan José Zanola está preso en la actualidad, y que según remarcan muchos, podría continuar con vastos dirigentes y jerarcas sindicales ligados a los intereses del líd er camionero.

A estos sectores, se les sumaría los organismos defensores de los derechos humanos que han hecho gala de acompañamiento del gobierno desde el año 2003, aunque los mismos estarían desprestigiados ante la sociedad por su silencio ante diversos hechos, como por ejemplo la muerte de Mariano Ferreyra a manos de las patotas sindicales ligadas a la CGT oficial, así como también su silencio ante el asesinato de Tobas en Formosa y la actitud asumida por Madres de Plaza de Mayo esta semana, de salir a criticar a quienes tomaban terrenos en el Parque Indoamericano, en una acción que se vio como una venia al accionar represivo de la Policía Federal.

Panorama complicado el que vive el oficialismo hoy en día, con gran cantidad de contradicciones internas que amenazan con hacer explotar al kirchnerismo por el aire, disminuyendo su capacidad de gestión y provocando escozores que tendrán acciones totalmente imprevistas, y que marca un futuro, a pesar de que el gobierno lo niegue sistemáticamente, totalmente impredecible de cara a las elecciones presidenciales del año que viene.
cna