domingo, 12 de diciembre de 2010

NEGRO EL SEIS ( EL PERRO)


CON LOS NUEVOS ASCENSOS, EL KIRCHNERISMO SE ASEGURA UNA CÚPULA INCONDICIONAL

Garré deja a Milani para que controle la caja del Ejército

Por Alexis Di Capo para el Informador Público

Nilda Garré deja el Ministerio de Defensa para pasar a la flamante cartera de seguridad, pero sus últimas maniobras le asegurarían a su amigo, el Director de Inteligencia, General César Milani, continuar en el control del Ejército, durante la futura gestión de la ex senadora Margarita Perceval.

Se está cumpliendo a todo esto exitosamente la operación dirigida por Horacio Verbitsky, jefe político de Garré, para eliminar de la carrera militar a los oficiales que tengan un simple parentesco con algún militar cuestionado o procesado por actos en la década del 70. A modo de ejemplo, el mes pasado, la Ministro firmó la resolución pasando a retiro obligatorio a 18 oficiales jefes del Ejército y otros tantos de la Armada y Fuerza Aérea, que se encuentran en la situación descripta.



La herencia de Garré

El operador del plan de Verbitsky es Milani, que tiene a su cargo todas las escuchas de teléfonos y abrir los mails de aquellos “no confiables”, informando detalladamente y muchas veces con algunos “agregados” sobre el personal que interesa a la Ministro y a él en particular. Es que su objetivo es alcanzar la Jefatura de Estado Mayor antes de que el kirchnerismo pierda el poder.



¿Acordaron los senadores?

El Poder Ejecutivo anunció que convocaría a sesiones extraordinarias para tratar los ascensos militares. Días atrás Garré habría informado a Milani y su grupo de acólitos que los ascensos propuestos por Defensa ya habrían sido negociados exitosamente con la Comisión de Acuerdos del Senado que preside Marcelo Guinle (FPV-Chubut).

El interés de Garré-Milani pasa por asegurarse que asciendan a generales cuatro coroneles de inteligencia que integran el núcleo de incondicionales de aquél. Se trata de Jorge Eduardo Demaría, Jorge Luis Mota, Roberto Ruarte y Sergio Mario Piaggi. A éstos se suman otros dos coroneles que negociaron su ascenso adhiriéndose al grupo, Gabriel Francisco Damico y Mario Gabriel Doto. A través del ascenso y la posterior distribución de los mismos en cargos claves, Garré-Milani se asegurarían sobre todo el control de los fondos reservados de Inteligencia y otras áreas de importancia económica. Principalmente el Comando de Remonta y Veterinaria, una caja más que significativa, porque tiene a su cargo la explotación de una gran cantidad de campos y de ganado que administra el Ejército. Al mando de ese comando quedaría otro incondicional de la actual cúpula, el general Luis María Carena. Esta considerable capacidad de recaudación habría sido hábilmente utilizada por Garré para congraciarse con CFK a través de dos aportes para la campaña electoral: información y dinero. No es de extrañar entonces Verbitsky haya tenido varias razones de peso para negociar con la presidente que su pupila Garré se convierta en Ministro de Seguridad.



Un paso más arriba

Milani apunta a instalarse ahora en la Subjefatura del Estado Mayor del Ejército y de este modo garantizarle a Garré un control más firme del sistema de espionaje e información montado. El pase a retiro del actual Subjefe, General Eduardo Lugani, no sería un problema y la continuidad como Jefe de Estado Mayor del General Luis Pozzi garantizaría que el plan no sufra ninguna oposición en los mandos.

No hay comentarios: